¿Qué fue de Somos Región? El partido pugna por avivar la llama regionalista tras la era Garre

MURCIA. Una nueva voz con acento regionalista empezaba a resonar con fuerza hace dos años. Un grupo de rostros conocidos de la Región de Murcia, procedentes del mundo del arte, de la política y de la sociedad civil, se unían para formar una plataforma que clamaba por la regeneración de la política murciana. Era junio de 2017 y el expresidente de la Comunidad Alberto Garre se colocaba al frente de la bautizada como Plataforma Cívica de la Región de la Murcia. El colectivo echaba a andar con un horizonte claro: convertirse en un partido regionalista, un movimiento político que nunca había tenido éxito históricamente en la Comunidad. Así nacía Somos Región, directo a alcanzar las instituciones para que la voz de la Región, como proclamaban, se escuchara en el Congreso de los Diputados.

Pero su camino se torció. El partido comenzó a sufrir el goteo de salidas de algunos de sus miembros más mediáticos. Primero se marchó el escritor Jerónimo Tristante, que se daba de baja del proyecto antes de que la plataforma mutara en formación política. Después renunciaban otros integrantes, como los catedráticos José Belmonte y David Parra y la abogada Rosa Manrubia. Y, finalmente, a falta de dos meses para las elecciones generales, José Gabriel Ruiz, número dos y exconsejero en el Gobierno regional de Garre, presentaba su dimisión  por “discrepancias” con la ejecutiva, alegando que el partido había incurrido en “prácticas de la vieja política”. La imagen de Somos se agrietaba muy cerca de una cita con las urnas.

No fue el único factor que les golpeó. Los primeros pasos de Somos coincidieron con la irrupción de otro fenómeno político pujante. Era Vox, una formación apenas conocida hasta septiembre de 2018, cuando el discurso de su líder, Santiago Abascal, se colaba en la primera línea de la política nacional. Pero a diferencia de Somos, Vox se disparó imparable. El ascenso fue meteórico y encontró en la Región su mejor nicho de votantes; tanto que se proclamó el vencedor de los comicios generales del 10-N. El propio Alberto Garre lo reconocería: "Nos faltó tiempo y nos sobró Vox".

Las elecciones, la prueba de fuego para calibrar la confianza de los murcianos en el proyecto regionalista, llegaron demasiado pronto para Somos, o Somos llegó demasiado tarde a la carrera electoral. Tanto da porque el resultado no fue el esperado para la formación regionalista: en las generales de abril, no consiguió el escaño; tampoco lo logró en las autonómicas y en las municipales tan sólo obtuvo representación en tres de los quince municipios en los que concurrió. 

Asumido el chasco, el partido se encomendaba a una renovación para seguir creciendo y para extenderse localmente, pero otro sobresalto trastocó la senda de Somos: en septiembre, Garre anunciaba por sorpresa su retirada de la política. El fundador se apartaba de la primera línea "para dedicarse a su familia" y el partido se quedaba sin su máximo altavoz. En un año y medio de vida, Somos se veía obligado a convocar una segunda convención extraordinaria para elegir nuevos líderes.

Nueva andadura con dirigentes sin pasado político

La nueva ejecutiva se puso en marcha a finales de septiembre, esta vez sin dirigentes con pasado político. Pilar García Santos es la presidenta de una directiva renovada por completo. Los miembros de la ejecutiva son profesionales que trabajan fuera de la política y cuyo tiempo libre "dedican al partido", como así explica a Murcia Plaza Jesús Macanás, el nuevo secretario general. La formación ha pasado de contar con políticos de renombre en la Región a estar dirigido por perfiles que no son conocidos. Garre, designado presidente fundador, ya sólo sigue como afiliado. Pío Pérez, el exdiputado del PP que fue candidato en abril, también continúa como militante raso.

Somos, sin embargo, no levantó el vuelo en las elecciones de noviembre. La formación cosechó apenas 2.300 votos, la mitad que en abril, y muchos menos que Más País (13.280) y el Pacma (6.900). “Hemos hecho lo que hemos podido”, se lamenta Macanás, explicando que el presupuesto, basado en las cuotas de los afiliados, es muy limitado en comparación con el resto de partidos. “Un año y medio de vida no te da tiempo a trabajar el proyecto; no te da estructura”, apunta el secretario general.

Pero el partido sigue vivo, añade Macanás, rechazando de plano que exista el riesgo de desaparecer. “Seguimos vivos; nos parece una falta de respeto a nuestros afiliados que se especule con que podemos desaparecer”. Somos no tiene representación en el Congreso ni en la Asamblea Regional, pero sí cuatro concejales: dos ediles en Blanca, uno en Ricote y otro en Torre Pacheco. La cifra de afiliados, con un censo de 600 militantes, se mantiene estable. La cuota que pagan da sustento el partido, asegura el número dos de Somos. 

El partido afronta ahora la era post Garre. Recientemente una comitiva se desplazó hasta Madrid para pedir a las puertas del Congreso la dimisión de la ministra Teresa Ribera; la formación también participó en la manifestación por el Mar Menor. Siguen convencidos de que su mensaje es necesario en la política murciana. “La gente cada día es más consciente de la importancia de un partido regionalista”, expone Macanás, citando los casos de Teruel Existe (que ha logrado un diputado en las Cortes Generales) y el Partido Regionalista de Cantabria (encabezado por Miguel Ángel Revilla Revilla). 

“No es que exista un sentimiento regionalista en Cantabria o en Aragón, sino que la gente se da cuenta de las reglas de juego que tenemos y ven que con un diputado regionalista pueden conseguir medidas para su comunidad”, añade el secretario general de Somos, convencido de que la vía regionalista es la única manera de “mejorar el sistema de financiación o lograr infraestructuras para la Región” porque, aduce, los diputados murcianos en el Congreso “están al dictado de los partidos nacionales”.    

“Nuestro mayor enemigo es el desconocimiento". Dar a conocer el proyecto y sus dirigentes es la principal labor que quiere desarrollar el partido en la legislatura. La ejecutiva se ha marcado dos vías de trabajo: crecer territorialmente y avanzar en los encuentros sectoriales. En Mazarrón acaba de constituirse una gestora y el próximo paso es Yecla. “Vamos a por los 45 municipios”, avanza Macanás. 

El secretario general señala además que es significativo que obtuvieran más votos para el Senado que para el Congreso. “Eso significa que quieren votarnos; pero hay muchos que piensan todavía que sólo nos presentamos en las elecciones autonómicas”, dice, “cuando precisamente donde más fuerza podemos hacer es en el Congreso”. Somos no se rinde y espera seguir alimentando la llama regionalista de la Región. En el horizonte, esta vez con más tiempo para preparar elecciones, se sitúa su gran objetivo: lograr un diputado en Madrid porque, argumentan, "un diputado regionalista lo cambia todo".