La capacidad de adaptación a las circunstancias de cada momento es una cualidad indispensable en la labor empresarial, como lo es la resiliencia. Como resultado de este espíritu de superación y trabajo constante, muchos de los productos y servicios de la Región compiten con éxito en los mercados más exigentes del mundo. Podemos afirmar que el tejido empresarial murciano está integrado por personas normales que hacen cosas extraordinarias.
De hecho, la apertura al exterior siempre ha sido uno de nuestros signos distintivos, en los inicios especialmente a través de la industria agroalimentaria, pero desde hace años, también con productos de alto valor añadido y fuerte contenido tecnológico, en sectores como el digital, químico, salud, logística, etc., que tienen una gran capacidad de creación de empleo cualificado y consolidación del sector exportador.
Las Cámaras de Comercio jugamos por ley un papel fundamental para lograr esta internacionalización, que hoy no es ya una opción para las empresas, sino una necesidad, porque, con la globalización, ya no hay fronteras. Para ello, entre otras actuaciones, desde la Cámara de Comercio de Murcia organizamos unas veinticinco acciones anuales de promoción como misiones comerciales directas, recibimos misiones inversas, asistencia a ferias, etcétera, en el marco del Plan de Promoción Exterior que realizamos conjuntamente con el Instituto de Fomento.
Hay que considerar que el tejido empresarial de la Región, como el conjunto de España, está mayoritariamente formado por pequeñas y medianas empresas, a las que acompañamos en su entrada a nuevos mercados y sectores de oportunidad. A este respecto, llevamos cuatro ediciones del Congreso de Internacionalización Digital (CID), para dar a conocer las ventajas que el entorno online ofrece en los procesos de internacionalización, especialmente a las pymes.
También trabajamos la incorporación a su estrategia internacional de nuevos factores de competitividad, como son la calidad, la innovación, la marca, la formación, la digitalización y el cumplimiento de estándares de sostenibilidad y responsabilidad social exigentes. Desde la Cámara, ponemos los medios y recursos para que lo extraordinario surja, ayudando a las empresas a ir más allá de lo esperado, marcando una diferencia en su entorno.
Mención especial merece la transformación digital, presente ya en todos los ámbitos de la vida, que requiere de inversión en tecnología y, sobre todo, de formación para aprovechar sus posibilidades. En este ámbito, la Cámara inauguraba a principios de año un coworking digital, miitUp, con instalaciones y equipa- miento enfocados a atraer talento, fortalecer el crecimiento empresarial y generar empleo en las áreas ligadas a la economía digital. También somos Oficina Acelera Pyme, donde se ofrece asesoramiento en los procesos de digitalización, y realizamos programas específicos, como TIC Cámaras o InnoCámaras, que cuentan con ayudas económicas para incorporar las tecnologías a las pymes.
Sabemos que el escenario en el que nos movemos está plagado de incertidumbres que dificultan muchas de las decisiones empresariales, sobre todo en materia de inversión y emprendimiento: inestabilidad política, sobrecarga administrativa, riesgos geopolíticos crecientes, desafíos medioambientales... Pero todo ello forma parte del día a día de las empresas y, por eso, desde la Cámara trabajamos para seguir ‘volando alto’, haciendo cosas extraordinarias, creciendo y mejorando para lograr una Región próspera y llena de oportunidades.
Miryam Fuertes
Presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia
*Artículo publicado en la revista Región de Murcia Tierra de Empresas