VIENTO DE LEBECHE / OPINIÓN

Paracetamol para la reconstrucción 

19/09/2020 - 

MURCIA. En los próximos meses se habrán de presentar los distintos planes y reformas para la reconstrucción económica. Planes y reformas que deberán ser aprobados por Bruselas con el fin de disponer de los fondos habilitados a tal efecto.

Nuestros vecinos franceses e italianos, entre otros, ya tienen diseñado sus diferentes planes. Para la realización de los mismos se han tenido muy en cuenta las conclusiones de los comités de expertos que constituyeron  a tal fin y formados por  personalidades independientes que han trabajado en el diseño de las diferentes acciones. Esos comités han tenido una  composición más "académica" en el caso de Francia, con algún Premio Nobel entre sus participantes y algo más 'empresarial" y variada en el caso italiano. De cualquier modo, personalidades con gran prestigio en distintos ámbitos de la sociedad, desde la sanidad, medio ambiente, política social y, lógicamente,  la economía y la empresa.

El Gobierno francés ha presentado recientemente su plan, al que ha denominado "Francia Relanza". El mismo se pude resumir en tres ejes:

1. Transición ecológica para una economía más verde (Aquí Francia lo tiene más fácil en cuanto tiene menos emisiones de CO2 per cápita gracias a su mix de producción de energía con un peso muy importante de la energía nuclear con sus 60 centrales nucleares no emisoras de gases de efecto invernadero).

2. Mejorar la competitividad de las empresas y acometer un plan de reindustrialización  y

 3. Aumento de la cohesión social favoreciendo la creación de empleo, sobre todo en jóvenes.

Cada uno de esos ejes cuenta con una serie de acciones cuantificadas y detalladas Por mencionar algunas: 35.000 millones en ayudas directas a empresas, bajada impositiva en los dos próximos años (20.000 millones). Beneficios fiscales a empresas que contraten a jóvenes, y así un buen número de líneas actuación.

En total, se trata de una inyección de 100.000 millones de euros a la economía gala , con el objetivo de tener recuperado en 2022 el PIB de antes de la pandemia.

Me llama la atención la especial incidencia que hace el Plan en la necesidad de reindustrializar el país y el esfuerzo que se va a hacer en tratar de atraer nuevas industrias o relocalizar de nuevo en territorio francés determinados procesos productivos. El presidente francés Macron lo expresó como el deseo de que los laboratorios en Francia vuelvan a producir paracetamol. Y me llama la atención, porque al contario de Alemania o Francia donde hay un debate en torno a este punto de la reindustrialización y relocalización, en España apenas se ha hablado de ello.

Si algo ha quedado claro durante esta crisis del coronavirus ha sido la gran dependencia que tiene la economía europea de China. Hemos podido comprobar en lo peor de la crisis, agravándola, que estábamos en manos del gigante asiático  para poder aprovisionarnos de muchos elementos médicos necesarios, mascarillas y EPI´s , entre otros. Pero no sólo eso: También se ha podido comprobar que se han roto las cadenas de suministro hacia muchos sectores  la industria europea de los  componentes que ésta utiliza y que son fabricados en China.  

Lo del paracetamol es sólo un ejemplo bien traído. China e India tienen el mayor número de grupos de fabricación API (principios activos de los medicamentos). Estos dos países juntos representan el 80% de los medicamentos genéricos enviados a la UE (Unión Europea). Entre ellos el paracetamol.

Francia va a hacer un esfuerzo importante en la recuperación de su soberanía industrial. Queda patente en su  “Francia relanza”. Y  para ello quiere  habilitar   buenos mecanismos de ayuda directa e incentivos fiscales para la implantación de industrias. Aun así, creo que no va a ser fácil competir con China en este terreno, simplemente porque unos y otros jugamos con distintas reglas de juego. La industria en China juega con un gran apoyo de su gobierno, con una legislación laboral, derechos?? laborales y costes laborales que no tienen nada que ver con Europa y con una  legislación y control medioambiental –industrial,  digamos que mucho más laxa que la europea y que redunda en costes de inversión mucho más bajos.

En cualquier caso, bienvenido sea el debate sobre algo que se veía venir y que la crisis no ha hecho más que evidenciar. No podemos tener una dependencia industrial de este calibre.

¿Y España? Pues aquí, pese a tener el dudoso honor de arrojar los peores datos sanitarios y económicos de la UE, andamos como siempre entretenidos con otras cosas menores como el “espectáculo” parlamentario y partidista de todos los días   que nada aportan a la tremenda situación a la que nos enfrentamos. No se creó comité de expertos y se constituyó  una Comisión para la Reconstrucción en el Parlamento  que, en  lo relativo al relanzamiento de la economía, no ha servido más que para plasmar en un documento una serie de generalidades, vaguedades, obviedades y declaraciones  de principios  que no servirá para nada. Como dice un buen amigo: “Cuando veas un documento repleto de infinitivos tales como impulsar, fomentar, favorecer, profundizar, analizar o estudiar y no se concrete cómo y no tenga ni un solo número, olvídate. No pierdas el tiempo”.

 Pues eso. Nos olvidamos. Esperaremos a ver qué planes y reformas presenta el Gobierno. Hasta ahora, lo que intuimos por declaraciones es que lo más importante es cómo  se van a repartir  los fondos entre las comunidades autónomas. ¡Empezamos bien! También sabemos que descansará sobre los ejes de impulso a  la Economía Verde  y a la digitalización, que es sólo  un medio para favorecer  la competitividad. Estos son los mismos ejes sobre los que se asentaba esa política económica antes de la crisis. Me parece bien, pero que no olviden que, por el camino, el mundo ha cambiado. Por eso aplaudo la iniciativa del Gobierno francés de introducir la reindustrialización como una de las claves. No vaya a ser que tengamos todos los elementos e infraestructuras necesarias  para digitalizar a las empresas y nos encontremos con que no haya empresas que digitalizar.

Tomen nota y acuérdense del paracetamol. Será la única manera de no tener que atiborrarnos de Lexatín.

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