históricamente ha sido un valor refugio 

Palabra de XTB: El oro se consolida como inversión en un entorno incierto

8/04/2022 - 

MURCIA (MP). En periodos de fuerte incertidumbre y presiones inflacionistas, el oro ha sido históricamente un valor refugio, puesto que el dinero FIAT tiende a depreciarse. Y en un contexto como el actual, donde la inflación se encuentra en máximos de 40 años rozando los 2 dígitos, el oro saldrá nuevamente fortalecido en un entorno con alto riesgo de estanflación, según se desprende de un informe elaborado por el bróker XTB.

“El inversor tiende a refugiarse en el oro cuando percibe inestabilidad financiera derivada de la desaceleración económica, pero especialmente cuando las tasas de interés real son negativas, es decir, cuando el nivel de inflación es superior al nivel de los tipos de interés oficiales. Hoy, el tipo de interés real tanto en EEUU como en Europa está en mínimos del último siglo. Y la reticencia de los Bancos Centrales a retirar rápidamente los estímulos monetarios, pese a las presiones inflacionistas, hacen probable que esta situación se alargue al menos durante la primera parte de este año”, explica Pablo Gil, estratega jefe de XTB.

A este respecto, y atendiendo a los factores clave que determinarán este ejercicio, desde XTB, uno de los brokers online más reconocidos, seguro y competitivo del mundo y que está presente con oficina en España desde 2008, se enumeran varios puntos a los que prestar especial interés. Por un lado, existe un consenso entre los principales organismos internacionales, como el FMI, el Banco Mundial, la FED y el BCE, de que la economía mundial sufrirá una desaceleración mucho mayor de lo que se preveía a finales de 2021. Por otro lado, las presiones inflacionistas, que en un principio se analizaban en un contexto de transitoriedad mientras se solucionaban los problemas logísticos derivados de la pandemia, se han extendido ahora de forma generalizada a todos los segmentos de la economía. 

Presiones salariales

En el caso de EEUU y Reino Unido comienzan a afectar a las presiones salariales. Además, la guerra en Ucrania ha complicado aún más la situación, ya que Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo y gas del mundo, y por otro lado, Ucrania juega un papel muy relevante como fuente de suministro de cereales y metales industriales a nivel global. Y toda esta situación afectará también a las claves que determinarán el futuro comportamiento del oro, puesto que estarán ligadas al triángulo compuesto por crecimiento económico, inflación y nivel de tipos de interés.

En este sentido, uno de los escenarios posibles es que la desaceleración económica acabe provocando una recesión, en cuyo caso la inflación remitirá por el desplome del consumo. En este escenario, las tasas de interés que habrán subido a lo largo de 2022 volverán al punto de origen, es decir, a mínimos históricos dentro de uno o dos años.


“Pero el inversor debe entender que hay un decalaje entre estos ajustes: primero se produce el desplome económico, luego revierte la inflación y por último se ajustan las tasas de interés. Si se produce este escenario, la fase de desplome económico permitirá avances en el oro, dado el incremento de incertidumbre y el aumento de la aversión al riesgo. Pero habrá que aprovechar esa ventana para salir del metal, porque a continuación vendrá la caída de las presiones inflacionistas”, aclara Pablo Gil.

Otro escenario posible es que los bancos centrales no sean demasiado agresivos en su lucha contra la inflación para evitar que la desaceleración económica acabe en una nueva recesión. “En ese caso, lo más probable es que la inflación tienda a estabilizarse en cotas superiores a ese 2% que buscan los bancos centrales como punto de equilibrio estratégico, lo que pondría un suelo a la cotización del oro a medio plazo”, afirma el estratega jefe de XTB.

Tensiones geopolíticas

Por último, el peor escenario posible para el oro es que la inflación remita rápidamente y que las tensiones geopolíticas den paso a un entorno de menos crispación e incertidumbre. A este respecto, Pablo Gil asegura: “El final de la guerra podría cumplir con parte de esos requisitos, pero teniendo en cuenta las atrocidades del ejército ruso en Ucrania y las potenciales represalias contra Putin, no parece probable que se restablezcan las relaciones comerciales con uno de los principales exportadores de energía del mundo, ni tampoco que se pueda contar a corto/medio plazo con Ucrania para restablecer el ritmo de suministro de materia prima que tenía antes de la guerra”.

Y continúa: “Mientras tanto, China sigue librando su particular guerra contra el covid y se ha visto obligada a confinar al completo la ciudad de Shanghai, de 26 millones de habitantes, lo que nos recuerda que, si bien para la mayoría de economías desarrolladas la pandemia ha dejado de ser un foco de preocupación en el plano económico, para la segunda potencia económica del mundo todavía representa un reto significativo, lo que podría alargar los problemas logísticos en el comercio internacional y con ello las presiones inflacionistas a más largo plazo”.

Noticias relacionadas