CON LAS GAFAS DE CERCA / OPINIÓN

¿Pa' qué me invitan si saben cómo me pongo?

4/07/2022 - 

MURCIA. Detrás de una pueril pero divertida excusa para el festero que vuelve a casa tras una noche llena de complicaciones se esconde un complejo y profundo análisis económico.

La política de estímulos financieros que todos los Bancos Centrales han mantenido desde hace años ha sido un éxito hasta ahora. Más que por los beneficios que ha generado, por los grandes dramas que ha evitado. Pero estas decisiones no son inocuas. Cuando tenemos que elegir entre susto o muerte, no hay milagros posibles.

El periodo tan largo en el que hemos convivido con una política monetaria expansiva en forma de compra masiva de deudas soberanas, prácticamente sin coste de intereses e inflación baja, ha sido inusualmente largo para una medida tan heterodoxa.

"Aunque el crecimiento de nuestra deuda no sea el más alto, sí lo hemos incrementado más que los demás en función de nuestras capacidades"

Pero en el balance financiero de las Administraciones Públicas nos encontramos el problema ocasionado por esta política monetaria. Extrayendo datos de la web de Expansión, en una comparativa del año 2018 al 2021 en deuda pública puedo estimar en más de un 25% el incremento a nivel mundial. Y eso sin actualizar los datos de 2021 de las principales economías del Mundo (USA, China, Japón, India o Brasil, por poner ejemplos). Por lo tanto, nos podríamos ir a cerca del 30%. España no queda tan mal parada en esta comparativa al haber incrementado su deuda pública en algo más de un 18%.

Si profundizamos un poco, donde España sale mal parada es en el incremento de porcentaje de deuda sobre el PIB. En este caso, nuestro país pasa de un 100,50% en 2018 a un 118,40% en 2021, un incremento de casi un 18%. Es el país europeo en el que más se ha incrementado este porcentaje de deuda sobre PIB. Esto quiere decir que, aunque el crecimiento de nuestra deuda no sea el más alto, sí lo hemos incrementado más que los demás en función de nuestras capacidades. Contar que países como USA, Japón, India o Canadá nos superan no es un consuelo.

El inevitable incremento de tipos de interés, procedente de ese recorte en la política monetaria, coge a los países altamente endeudados en una situación agónica. Los intereses de deuda se van a disparar. Un reciente estudio de la AIReF estima que España tendrá que incrementar el gasto en intereses de deuda en unos 12.000 millones de euros para el año 2025, un 2,4% del total de gasto (en los presupuestos de 2022 el gasto calculado ya es de 30.175 millones). Junto con el déficit disparado y una perspectiva cada vez más posible de recesión y, por tanto, de reducción en la recaudación caben solo dos posibilidades: subida de impuestos y recorte de gastos. En realidad, la opción más posible es la suma de las dos medidas.

Y todo esto porque el conjunto de las Administraciones Públicas no tiene el menor atisbo de luchar por la eficiencia en el gasto, que sería la forma de no acudir a las opciones más dolorosas.

"El conjunto de las Administraciones Públicas no tiene el menor atisbo de luchar por la eficiencia en el gasto"

Llega el momento de decidir a qué podemos destinar los escasos recursos y a qué debemos renunciar. Es el momento del enfoque. Y mal ejemplo tenemos en los gestores de las AAPP. Por poner un ejemplo, la modificación en la revalorización de las pensiones, cuando el indicador AROPE de riesgo de pobreza y exclusión social otorga un 19,8% a los mayores de 64 años frente a un 33,5% en la franja de 16 a 29 años, justo una parte de los que tienen que pagar dichas pensiones, las cuales están sometidas a un déficit estructural brutal.

Y con el fin de fiesta, llega el momento de reflexionar sobre la recurrencia de determinados países (entre los que nos encontramos) en la necesidad de miramientos cuando vienen mal dadas, sin abordar reformas estructurales que puedan evitarlo en el futuro. ¿Para qué me invitas si sabes cómo me pongo?

Esta sensación de fin de fiesta, que se producirá a partir del otoño próximo, me evoca la fantástica canción de Joan Manuel Serrat cuyas últimas estrofas dice así:

Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.

Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
magreando a una muchacha.

Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre al portal
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.

Se acabó,
que el sol nos dice que llegó el final.
Por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.

Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.


En este enlace se puede encontrar una hoja Excel con datos relevantes referidos a magnitudes macroeconómicas de distintos países.

Noticias relacionadas