Fotos: MP
MURCIA. Los murcianos acogieron con los brazos abiertos al Reino Mágico, la Feria de Navidad ubicada en el recinto de La Fica. Los vecinos acudieron encantados a disfrutar de las atracciones, degustar algunas de las novedades culinarias y dar algún que otro batacazo en la pista de patinaje sobre hielo. No obstante, este buen comienzo fue truncado por la acción de la sexta ola, que tras el puente de diciembre inició la escalada de nuevos casos y, con ella, el miedo a contagiarse. De nuevo, la pandemia le hace la guerra a los feriantes.
Por fortuna, estar ubicados en un recinto espacioso al aire libre permitió a estos empresarios salvar los muebles del Reino Mágico y cerrar esta edición con unos resultados globales "ni malos ni estupendos, aceptables", según ha comentado a Murcia Plaza el presidente de la Asociación Empresarial Ferias de Murcia, Miguel García.
Por tanto, el balance resultante de este mes de actividad en junto al Auditorio Víctor Villegas no es del todo negativo, pues los beneficios han llegado pese a las condiciones adversas. No obstante, también merece la pena remarcar que estas fiestas concluyen por debajo de las expectativas de los feriantes, que contaban con recuperar en la Navidad lo que no habían podido ganar en los últimos dos años tras un inicio más que prometedor.
De hecho, pese a los estragos que ha causado la variante Ómicron en la población murciana durante el último mes, el Reino Mágico ha podido seguir funcionando sin incidentes: "No hemos tenido ni un susto siquiera", remarca García a la vez que alaba la buena predisposición de los murcianos para seguir las medidas de seguridad y utilizar la mascarilla en todo momento.
Como no podía ser de otra manera en estas fechas, la joya de la corona de la Feria de Navidad corresponde a la pista de patinaje sobre hielo, una actividad exclusiva de la época invernal que bien es capaz de embaucar a conocidos y extraños. Por otro lado, la sorpresa de esta edición la ha dado una churrería andaluza, que ha cautivado al público murciano con su técnica novedosa para preparar los churros: "Venía gente aposta para comer ahí", señala el presidente de los feriantes murcianos.
En total, el Reino Mágico ha contado con 14 aparatos de mayores, 16 atracciones infantiles y 4 casetas de juego, a lo que hay que sumar el mercadillo, los 'foodtrucks' y la pista de hielo. Todas estas casetas cuenta con al menos una familia trabajando en cada una de ellas, lo que implica una gran cantidad de personas destinadas a hacer posible esta feria.
Al igual que ocurrió en la feria de septiembre, la falta de mano de obra experimentada ha resultado un problema. Como consecuencia de la paralización del sector como consecuencia de la pandemia, muchos de los empleados habituales emigraron hacia otros sectores para poder ganarse la vida. Ahora, los feriantes están teniendo problemas para encontrar sustitutos: "Cuando antes tenía 6 personas empleadas ahora solo tengo 3", lamenta García.
