CARTAGENA. Hay un punto de rebeldía a la hora de emprender un negocio. No es sencillo por el capital necesario para ello, el tiempo que debes dedicarle y la entrega de energía que requiere un negocio. Si además el proyecto no va a ser tu medio de vida sino que es un hobby, la dificultad es doble. Algo de esto tiene la firma 'made in' Cartagena Norfek, creada por tres cartageneros amantes de la moda. "Somos tres socios a los que nos gusta mucho la moda. Todo surge a raíz de que nos gusta llevar náuticos pero no encontrábamos un modelo que nos gustara. Entonces nos dijimos, ¿por qué no los hacemos nosotros? Nos fuimos a Elche y ahí ya encontramos un fabricante que nos encajaba. Ya después añadimos a la firma camisetas, sudaderas…Ahora ya tenemos de casi todo", afirma Jorge García Mata, uno de los socios.
No tienen prisa por crecer en un mundo tan competitivo como el de la moda. Desde Cartagena, van poco a poco. No quieren asumir una estructura empresarial con la que no pueda lidiar. "Esto empezó como un hobby para nosotros, yo soy contable y mis otros dos socios, uno es militar y otro empresario de materiales de construcción. El coste inicial fue cero, ya que vendíamos online, y eso nos ha permitido crecer más rápido. Muy contentos por como nos va la firma, pero con calma".
Lo cierto es que los números son prometedores. Abrieron en 2017 la firma y en dos años han logrado cifras notables. De 2018 a 2019, crecieron cerca de un 30%, hasta facturar más de 30.000 euros y para final de 2020 la idea prevista es alcanzar los 50.000 €, señal de que estos emprendedores cartageneros van en serio. "Nuestra idea es poder vivir de nuestro proyecto, es lo que nos gustaría aunque no tenemos prisa. De momento no tenemos la solvencia para poder dedicarnos plenamente a esto, pero nuestros pasos van en esa dirección. De otra forma, sin esa idea, es imposible que la firma siga avanzando".
Aunque todo suena bien, montar una firma, que tenga aceptación, primero entre tu círculo social más cercano y luego entre un público más amplio, no es todo tan fácil. Por el camino hay muchas horas de trabajo, de tiempo libre invertido en un proyecto después de trabajar toda la semana en tu principal oficio. "Al principio le dedicaba mi tiempo libre. Ahora ya son mínimo todas las tardes y normalmente unas 8 horas al día. Porque no es solo la tienda. Son los proveedores, los diseños…Mil cosas de las que hay que encargarse que no paras a pensar desde fuera", señala Jorge.
En un mundo en el que es tan difícil abrirse paso como la moda, con tantas marcas poderosas cerrando el paso, Norfek camina lenta pero segura. Sin grandes alardes pero incidiendo en lo que funciona. El camino lo conocen. Desde Cartagena, Norfek no está de paso.