MURCIA. No más impuestos, no más cargas a las familias españolas, que están viviendo, desde casi un año, la pandemia del coronavirus, una crisis económica sin precedentes y la pérdida de seres queridos. No es el momento de nuevas cargas fiscales, que afectan singularmente a la clase media y a las familias con menos recursos en estos difíciles momentos. Amazon ya ha comunicado a las empresas el incremento del 3,00% por el nuevo impuesto Google. Las subidas de impuestos al final los pagan las familias.
"Es necesario reducir la burocracia en todos los sentidos"
El diagrama diseñado por el economista Arthur Betz Laffer defiende que, en ocasiones, es precisamente con rebajas fiscales como se recauda más. Al colocar el tipo impositivo en el eje de abscisas y la recaudación en el de ordenadas, la curva relaciona niveles de recaudación con el aumento de impuestos.
Si medimos el aumento del impuesto, a través de un tipo impositivo medio t, tendríamos la siguiente curva: cuando el tipo impositivo es t1, la recaudación, al aplicar el tipo sobre la renta, será una cantidad positiva mayor de cero (concretamente R1). Si aumentamos el tipo, la recaudación seguirá creciendo hasta alcanzar el máximo en R2, para un tipo t2. A partir de ese punto, cualquier intento del Gobierno para elevar los impuestos (tipo impositivo), se traducirá, paradójicamente, en un descenso de la cantidad recaudada.
En la t3 la recaudación a caído a R3, es decir, habrá un momento a partir del cual el tipo se considera tan alto, que los contribuyentes comenzarán a dejar de pagar impuestos –será más rentable el ocio o el fraude, que la inversión o el trabajo- hasta llegar a un punto (cuando la curva toca el eje de accisas) en el que con el gravamen del 100%, no se consigue nada.
El informe de la Fundación Civismo sobre la fiscalidad recoge textualmente: En el pasado año 2020 los españoles habrán trabajado, de media, 178 jornadas para cumplir sus obligaciones con Hacienda. Es decir, que el Día de Liberación Fiscal llegaba el 26 de junio. Una situación que puede agravarse 2021 si finalmente se hacen realidad las subidas fiscales anunciadas por el Gobierno de España.
La economía sumergida es el cáncer que afecta a la economía y singularmente a las empresas y a su capacidad de competir, y a los propios ciudadanos que cumplen con sus obligaciones fiscales. Según un informe del Instituto de Estudios Económicos, las actividades no declaradas en España se sitúan entorno al 23.00% del PIB.
Por regiones, la de Murcia se encuentra por encima de la media nacional al situarse en el 24.60%, es decir, que casi uno de cada cuatro empleados desempeña su trabajo en negro. Extremadura, el 29.10%; Andalucía, el 27.30%; Castilla-La Mancha, el 27.20%. Y con el menor nivel de economía sumergida se encuentran Cantabria, con el 20.60%; Navarra, con el 18.00%; el País Vasco, con el 17.00% y Madrid, con el 16.20%.
Es necesario reducir la burocracia en todos los sentidos, y ahora con las nuevas tecnologías aún mas. Es necesario reducir la presión fiscal e incentivar la reducción drástica de la economía sumergida y hacer que emerjan todos aquellos que se encuentren en esta situación. Esta más que demostrado que a menor presión fiscal mayores ingresos y menor economía sumergida.
Incrementar la fiscalidad en una etapa de decrecimiento y sometida las empresas y las familias a la muy grave situación generada por la pandemia del coronavirus en que nos encontramos, no parece que sea el mejor momento para los incrementos de la fiscalidad, sino todo lo contrario. Lo que genera mas ingresos es la actividad económica, por ello no es tiempo de mayores impuestos que incentiven la inversión empresarial para generar mas actividad y mas ingresos.