MURCIA. Aválam se ha consolidado como un aliado imprescindible para el tejido empresarial murciano. Con un aumento significativo en la financiación concedida año tras año y más de 5.600 socios, la sociedad de garantía recíproca, dirigida por Luis Martínez de Salas, sigue demostrando que su labor tiene un impacto directo en la competitividad, la inversión y la creación de empleo.
-¿Cómo describiría la situación actual de la economía murciana? ¿Qué diferencias nota con respecto al ámbito nacional?
-La Región de Murcia atraviesa una etapa de crecimiento estable. El PIB regional crece en torno al 2,9% interanual, por encima de la media española, según los últimos datos de la AIReF. Es un avance sostenido por el buen comportamiento del sector servicios, la recuperación industrial y el impulso del consumo privado, favorecido por la mejora del empleo.
Tenemos casi 700.000 personas ocupadas y una tasa de paro del 11,6%, ligeramente inferior a la media nacional. Y eso, unido a que la inflación regional ronda el 2,1%, también por debajo de la española, ayuda a mantener el poder adquisitivo y la confianza de las familias.
La Región de Murcia sigue siendo una comunidad exportadora con un sector agroalimentario muy potente, condicionada por los conflictos geopolíticos de los últimos años y los recientes efectos arancelarios desencadenados por EEUU. El último informe del CES ofrecía una cifra de exportación del sector superior a los 4.130 millones euros con crecimientos positivos interanuales basados, en parte, en que el 64% de la cifra de negocio tiene como destino la Unión Europea.
-¿Cuáles son hoy las principales dificultades que encuentran las pymes y los autónomos a la hora de acceder a financiación?
-El acceso al crédito sigue siendo un reto para muchas pequeñas empresas. Aunque el entorno macroeconómico es favorable, la mitad de las pymes con necesidades de financiación reconoce haber tenido dificultades para conseguirla, según el último informe CESGAR.
Los motivos son conocidos: las entidades financieras exigen mayores garantías, tipos de interés poco asequibles para pequeñas empresas y autónomos que, pese a tener trayectoria, cuentan con escasos recursos propios para respaldar sus operaciones. Además, se suman los negocios de carácter estacional con ciclos de producción más largos.
Ahí es donde Aválam representa un respaldo fundamental. Nuestra labor consiste en apoyar proyectos viables, reduciendo el riesgo para las entidades financieras y permitiendo que empresas y autónomos accedan a crédito en condiciones favorables. En 2025 hemos aumentado un 20% la financiación concedida al tejido empresarial, un dato que muestra hasta qué punto las sociedades de garantía recíproca son esenciales para impulsar la economía regional.
-Aválam ha crecido de forma notable en el último año. ¿A qué se debe ese incremento?
-Principalmente, a la confianza del tejido empresarial y a la estrecha colaboración con el Gobierno regional y las entidades financieras que operan en nuestro territorio. En lo que va de año hemos apoyado más de 320 proyectos por un importe superior a 40 millones de euros y nuestra masa social se sitúa por encima de los 5.600 socios.
Este crecimiento se concentra especialmente en los sectores primario, servicios e industrial. La línea Icref +Agro, por ejemplo, ha permitido aumentar un 70% el importe concedido al sector agroalimentario, demostrando el efecto que tiene contar con financiación adaptada a las necesidades reales de cada sector.
-¿Cómo espera que evolucione el crédito a empresas en 2026?
-Las previsiones apuntan a un año de crecimiento moderado, pero más estable. Según Funcas, la economía española podría avanzar entre 1,6% y 2%, con una inflación en torno al 2%, ya muy próxima al objetivo del Banco Central Europeo. Esa combinación de precios contenidos y tipos de interés más predecibles permitirá que el crédito vuelva a fluir de forma gradual hacia empresas y familias, tras un periodo en el que el endurecimiento monetario había limitado la inversión.
En ese entorno, es razonable esperar una recuperación de la demanda de financiación orientada a expansión, innovación o mejora de procesos, más que a cubrir necesidades de liquidez.
Ahora bien, 2026 será también un año de mayor exigencia por parte de las entidades financieras. Se priorizarán proyectos con bases sólidas, márgenes estables y capacidad de generación de flujo de caja. La experiencia reciente ha reforzado la idea de que el crédito no solo depende de la liquidez del sistema, sino de la confianza en la viabilidad de los proyectos. Por eso, veremos una financiación más selectiva, con un foco creciente en la sostenibilidad y la eficiencia energética, factores que los bancos y fondos ya incorporan a sus criterios de riesgo.
-¿Qué mensaje trasladaría a los empresarios murcianos que dudan a la hora de invertir o crecer?
-Les diría que la prudencia es compatible con la ambición. En la Región de Murcia hay talento, capacidad y proyectos viables que solo necesitan el respaldo adecuado. Es labor del empresario conocer la realidad de su empresa y su mercado para valorar la conveniencia de dar el salto al siguiente nivel.
Nuestro papel es precisamente ese: que un proyecto viable no se quede en papel por falta de recursos. Cuando una empresa tiene una idea madura, un plan sólido y la determinación de crecer, no debería ver la financiación como un obstáculo, sino como un impulso alcanzable.
Sin el apoyo de Aválam, muchas de esas iniciativas no habrían podido despegar, y con ellas, tampoco los empleos y oportunidades que hoy generan. Esa es la esencia de nuestra labor: estar cerca de las pymes murcianas para que sus proyectos puedan avanzar con seguridad y confianza. Ni un proyecto viable en el cajón por falta de financiación.