Región

Crónica del debate del estado de la Región

López Miras evita el choque con Vox a pesar de que Antelo no da tregua: "Exigiremos ceses si no cumple"

El presidente elogia a su antiguo socio con los Presupuestos en mente y elude la confrontación para "no dar un balón de oxígeno a Sánchez"

  • Fernando López Miras, en el debate del estado de la Región.
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CARTAGENA. Si alguien creía, quién sabe, por aquello de calmar las aguas en tiempos de paz, que Vox iba a conceder algún tipo de tregua política tras el reciente apretón de manos con el PP para los Presupuestos, se equivocó. José Ángel Antelo, en una intervención de 45 minutos durante la segunda jornada del debate del estado de la Región, no regaló ni un respiro a Fernando López Miras, su antiguo socio. Duro y crítico, no levantó el pie en su diagnóstico de la gestión del Gobierno y la situación de la Región. Si bien es cierto que en ocasiones endulza el discurso metiendo en el mismo paquete a PP y PSOE -"40 años de derrotas del bipartidismo", como le gusta a decir- y que recurre a menudo al enemigo común, Pedro Sánchez, a quien ve como el mayor culpable de todos los males, con todo, no le duelen prendas a la hora de evaluar al Ejecutivo regional: tachó su gestión como "mala", cuando no "pésima" en el ámbito sanitario, cuya "quiebra" denunció; afeó que López Miras aporte "datos incorrectos" sobre la industria regional; reprochó su "sumisión" a los líderes nacionales; disparó que el PP "no sabe o no quiere saber evitar el gasto innecesario" e incluso dudó de la buena salud del Mar Menor. 

Antelo, que hace un año contemplaba el debate del estado de la Región como vicepresidente de la Comunidad, tardó muy poco en desvelar sus intenciones. En sus primeras frases, ya dejó claro que su labor era controlar al Gobierno y que iba a exponer los problemas de la Región, "le pese a quien le pese". Y sobre todo remarcó que su visto bueno para los Presupuesto no supone ninguna carta blanca. Al contrario: pedirá dimisiones de aquellos consejeros que "no cumplan" con las medidas acordadas. Y si no se marchan, elevará la presión y le pedirá al presidente que los cese. Y, advirtió, si no son destituidos, "López Miras tendrá un problema”. Fue una de las lecciones que dejó este debate del estado de la Región, el segundo de la legislatura: Vox se siente cómodo y útil en su papel actual, fuera del Gobierno, influyendo desde el Parlamento. Tan a gusto se sintió Antelo que incluso se dio el gusto de ofrecer a Santiago Abascal como el salvador de la patria, "el flotador de una democracia que se va a pique", como si de un mitin se tratara.

Ante tal intervención, uno podía esperar que López Miras, en su turno de réplica, contrargumentara a su antiguo compañero del Consejo de Gobierno. Alguna puya, algún dardo. Pero no lo hizo, a pesar de tener todo el tiempo del mundo. Prefirió plegar velas, contemporizar y centrarse en devolver los golpes del PSOE y Podemos, menos dolorosos. El lorquino reivindicó que la función de su Gobierno "no es confrontar con Vox" porque, arguyó, cada vez que lo hacen, le dan "un balón de oxígeno a Pedro Sánchez". Así que López Miras abogó por el talante conciliador, en aras no de torpedear la tramitación parlamentaria de los Presupuestos, que empieza este viernes y cuya última votación tendrá lugar el 23 de julio. Tan sólo deslizó que coincide "en muchas cosas y en otras no" con Vox, porque para eso son dos formaciones diferentes. Nada más: al contrario, incluso le deslizó un piropo: a su parecer, "no se pueden comparar el nivel de los socios" de PP y PSOE, porque "Vox cumple la ley, respeta la Constitución y defiende la unidad de España". Y sus miembros "son bastantes decentes".

 

  • José Ángel Antelo, en el debate del estado de la Región. -

 

Antelo recogió el guante blanco de López Miras, aunque a su manera: "A mí tampoco me gusta la confrontación, pero no somos falsos moderados", le respondió. "De hecho, yo he dicho muchas veces que con usted me puedo entender". Parecía también pacificador, pero volvió a apuntar su diana hacia el PP, "especialmente a Génova" por abogar por la búsqueda de 'buenos socialistas'. Una misión, a su juicio, imposible porque "no existe el buen socialismo", que comparó con "el sarro", imposible de quitar. Joaquín Segado, tan implacable en otra ocasiones contra Vox, también trazó el mismo camino, centrado en cargar, y sin medias tintas (recitó los nombres de las “sobrinas” de Ábalos: Jessica, Ariatna, Carlota...), contra la corrupción del PSOE y, sobre todo, contra Sánchez, a quien definió como un "autócrata de libro", "un déspota antidemocrático" que "secuestra a los españoles" al impedirles votar y que gobierna "como un dictador al estilo venezolano con aires de gran líder supremo norcoreano". Pero al menos Segado, eso sí, a diferencia de su jefe de filas, lanzó dos dardos contra Antelo: "42 veces el PSOE ha votado a favor de iniciativas de Vox en la Asamblea; y Vox ha hecho lo mismo con el PSOE en 48 ocasiones. ¿Tenemos que aplicar el cordón sanitario?". Y añadió: "Las mociones de censura se presentan para ganarlas", en referencia a la insistente petición de Vox de registrar esta vía en el Congreso para echar a Sánchez.

 

  • Joaquín Segado, en el debate del estado de la Región. -

Otra cosa muy bien distinta fue el cuerpo a cuerpo de López Miras con Carmina Fernández y María Marín. La portavoz parlamentaria del PSOE, que debutaba en su primer debate del estado como principal voz de la oposición, focalizó su primera parte del discurso en censurar precisamente la relación de PP y Vox: acusó a López Miras de girar hacia la radicalidad y dejó una advertencia: "Terminarán devorados por el monstruo que están alimentando". Al igual que hicieron sus antecesores en el atril, Diego Conesa y José Vélez, Fernández también puso el acento en radiografiar la Región, abriendo el diagóstico hacia las cifras y las estadísticas que el PP prefiere pasar de soslayo. Hizo énfasis especialmente en el sufrimiento de las familias, con aulas con amianto, en barracones y termómetros por encima de los 30 grados en las clases. Y no evitó el agua, a pesar de la tormenta que se cierne sobre el PSOE por el temido recorte del Trasvase Tajo-Segura. "No son decisiones ideológicas, son sentencias judiciales sobre caudales ecológicos". Y tampoco escurrió el bulto con la corrupción -"Me da asco", expresó- si bien no ahondó en ello -obviamente en su caso- más que para recordar al predecesor de López MirasPedro Antonio Sánchez, condenado por corrupción.

 

  • Carmina Fernández, en el debate del estado de la Región. -

 

Marín, por su parte, tiraba de ironía para comparar al presidente como "un presentador de teletienda" por repetir los mismos anuncios de años anteriores y que luego "no se cumplen". La portavoz del Grupo Mixto, y diputada de Podemos, veterana en estas lides -era su quinto debate del estado de la Región-, reseñó que el mandatario no había mencionado a los mayores en la primera jornada, los "grandes olvidados" del PP, ni tampoco al colectivo LGTBI+. No se olvidó de los trabajadores de Navantia ni de la industria auxiliar, ni tampoco de los bomberos del CEIS. “Vosotros sois el pueblo digno de esta Región", enfatizó. Marín habló de listas de espera, relató las promesas incumplidas y cuestionó la idea de prolongar a los estudiantes de Primero y Segundo de ESO en los colegios. Y arremetió contra la cuarta ley de simplificación administrativa por "ser dictada por la patronal" para "favorecer los pelotazos inmobilarios". 

 

  • María Marín, en el debate del estado de la Región. -

López Miras resumió que las intervenciones de Fernández y Marín siguen una consigna: "Si los datos de la Región son buenos, son gracias a Sánchez; si son malos, son por culpa de López Miras". Rechazó su foto "de una realidad que no existe" y las acusó de no escuchar. También tiró del contexto del país para suavizar las cifras, "porque la Región no es una isla", ajena a lo que pasa en la Península. A Marín, además, le cuestionó la "contradicción" de defender a los trabajadores de la empresa auxiliar de Navantia a la vez que pide bajar los recursos en Defensa. A Fernández, le recordó que exministros e incluso Felipe González reniegan de su actual líder. "Ustedes ya no son de centro", les epetó, devolviéndoles la pelota. "Se han echado en manos de lo peor de cada casa". Fueron sus últimas críticas. Para terminar, cambió el tono: López Miras, que afrontaba su sexto debate, concluyó parafreseando las primeras palabras que pronunció en 1983 el socialista Carlos Collado, a la sazón presidente de la Asamblea Regional, en aras de la concordia desde la moderación y el respeto. Por eso, solicitó a los diputados, como ya hiciera el propio Collado, un viva a Cartagena, a la Región de Murcia, al Rey y a España. Una manera de bajar las aguas revueltas tras el enfrentamiento con PSOE y Podemos. Con Vox no le hizo falta, porque no le levantó la voz en ningún momento del debate.

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