MURCIA. "Los musulmanes de la Región de Murcia nos sentimos muy decepcionados". Así reaccionaba el murciano Mounir Benjelloun Azhari, que preside la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), tras conocer que Jumilla se convierte en el primer municipio español que puede vetar el uso de espacios municipales para las fiestas islámicas (como el rezo del fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero). "No entendemos cómo los políticos de este país quieren derrumbar y echar para abajo todo lo que los españoles han luchado durante muchos años, como es el ejercicio de las libertades religiosas y los derechos fundamentales, aprobados por la Constitución española de 1978", lamenta.
Todo sucedió en el pleno del pasado 28 de julio. Vox llevó una moción para "la defensa de los usos y costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas como la Fiesta del Cordero" y pedía para ello la modificación del Reglamento de uso y funcionamiento de las instalaciones deportivas municipales. El PP planteó una enmienda de modificación, "centrándose únicamente en las competencias municipales para este fin", como así detallaban desde el Consistorio. La enmienda del PP salió adelante con 10 votos de los populares, la abstención de Vox y el rechazo del PSOE e IU-Podemos-AV.
Esta decisión convierte a Jumilla en la práctica en el primer municipio de España que puede prohibir la celebración de las fiestas musulmanes en lugares municipales si entiende que son actos ajenos "a nuestra identidad", ya que el texto dice así: "Las instalaciones deportivas municipales no podrán utilizarse para actos religiosos, culturales o sociales ajenos a nuestra identidad, salvo que sean organizados por el propio Ayuntamiento". La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas estudiará la medida con sus asesores jurídicos, aunque su presidente tiene muy claro que impugnarán el veto si se lleva a cabo.

- Mounir Benjelloun Azhari. -
- Foto: FEERI
"Están poniendo normas para obstaculizar el ejercicio de la libertad religiosa", sostiene Benjelloun, que califica la decisión del Ayuntamiento de Jumilla como "racismo, xenofobia e islamofobia" porque entiende que el argumento que esgrimen -no permitir actos ajenos a la identidad española- "no tiene ningún sentido", pues "el espacio público de toda España se utiliza para fines religiosos, como Semana Santa". Y además aduce que el islam "forma parte del legado islámico de este país, pues fueron los españoles los que reinaron el mundo desde Al-Andalus durante 800 años, no eran extranjeros".
Benjelloun reconoce que la decisión de Jumilla, sumada a los altercados de Torre Pacheco, les lleva a pensar que "por primera vez" los musulmanes "se sienten perseguidos" en España. "Siento miedo por primera vez en 30 años que llevo viviendo en este país", señala el presidente de FEERI, cuya asociación preside desde 2010. Y todo debido, dice, "a unas formaciones que quieren romper España y la sociedad". A su juicio, "sólo quieren vetar a la comunidad musulmana, a ninguna otra", por eso cree que es una guerra "contra el islam y la comunidad musulmana".
Jumilla es un municipio de 27.300 habitantes, del que, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), unos 1.500 vecinos (el 7,5% de la población) proceden de países que profesan la fe musulmana. La Región de Murcia es la comunidad española con mayor proporción de musulmanes, con el 9,3% (frente al 5% de la media española), con un total de 146.744 personas que creen en el islam, según los datos del Observatorio Andalusí con fecha de 31 de diciembre de 2024.