MURCIA. El objetivo era que cuando esta familia murciana se trasladara a su casa de playa en Campoamor experimentase "un cambio brutal", que la ruptura entre su vivienda urbana y su residencia vacacional fuera total con el fin de potenciar la desconexión y el relax durante los días de descanso. Se puede afirmar que la misión se ha cumplido sobradamente tras la reforma realizada por el interiorista murciano Ignacio Dávalos, quien se ha encargado de transformar una planta baja muy compartimentada y con zonas oscuras en un gran espacio bañado por la luz y los reflejos del mar, donde la seriedad no tiene lugar e impera un cierto informalismo.
Muy mediterránea, fresca y original, además de desenfadada, informal y divertida. Son algunos de los calificativos que utiliza Dávalos para referirse a esta casa de dimensiones ajustadas -se trata de un dúplex de unos cien metros cuadrados, con varias terrazas y una piscina-, por lo que desde un primer momento se buscó maximizar el espacio cuanto fuera posible. Para ello, se llevó a cabo una demolición integral de toda la planta baja con el fin de crear un espacio diáfano, donde primase la comunicación interior-exterior y donde se pudieran disfrutar de las magníficas vistas de la casa al mar.
Cuenta el interiorista que se encontraron con un condicionante importante en la casa. Y es que un característico y peculiar color azul estaba muy presente en la fachada de la vivienda. "No sabíamos cómo integrar el color dentro del proyecto. Así que decidimos que en vez de pelearnos con ese color teníamos que aliarnos con él. Tanto es así que se ha convertido en protagonista de la casa, dándole personalidad y carácter. Al final todo va de azules, ya que también están presentes el azul del mar y del cielo. Nunca imaginamos hacer la casa en azul por dentro, pero se ha convertido en una parte muy importante de su personalidad".
Revestimientos de arcilla
- Casa en Campoamor diseñada por Ignacio Dávalos -
- Foto: ESTUDIO SAN FRANCISCO
No es la única peculiaridad que hace este dúplex tan especial. También lo es por el uso del barro en todas las paredes; material, por cierto, procedente de la zona de Valentín de Murcia. "Todos los revestimientos son de arcilla, no es pintura plástica", indica Ignacio Dávalos, quien añade que "el aparejo y la forma de colocarlo tiene una inspiración mediterránea totalmente -ni siquiera se ha punteado, se ha quedado puesto y ya está-. El barro es un material que aporta frescura tanto visual como al tacto. Es un elemento tradicional y ancestral que aquí se presenta de una forma revisada, con un diseño muy vanguardista".
El mobiliario, por otra parte, "también es muy fresco, todo a base de linos blancosy maderas claras, todo muy sencillo", según apunta este diseñador murciano, quien también llama la atencion sobre la original iluminación. La casa tiene muchas aplicaciones por los techos y muebles, pero destacan especialmente las lianas de luz, que se rebelan contra el orden y la simetría. "Con ellas hemos querido romper con los formalismos, buscando potencia el carácter informal de la vivienda, dentro de que es una casa muy cuidada, muy mimada y muy proyectada".
Con todo esto, esta vivienda de playa fusiona tradición, vanguardia y originalidad en un espacio donde el azul, el tierra y blanco conforman una paleta cromática que bebe directamente del Mediterráneo.

- Casa en Campoamor diseñada por Ignacio Dávalos -
- Foto: ESTUDIO SAN FRANCISCO