El primer premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, conocido como el Gordo, solía significar en algunos casos una solución de vida. Sin embargo, siendo ya entonces cuestionable, el encarecimiento de la vida ha supuesto que ya no sirva más que para ayudar, notablemente, a la calidad de vida. Con este premio se solía apuntar a la compra de una vivienda, bien como acceso a esa primera vivienda o bien como activo de inversión si ya disponías de un inmueble. Los 320.000 euros netos que recibirías por el máximo premio que se da en el Sorteo de Navidad ya no dan ni para la compra de una vivienda en algunas ciudades de España. En la Región esta situación todavía no se da.
Si nos acogemos a los datos de Idealista, uno de los principales portales inmobiliarios, el precio de la vivienda media en la Región sería de 1.665 €/m2. Si tomamos como vivienda estándar una de 90 m2, la compra de una costaría cerca de 150.000 euros. Por ello, de momento, el premio de la Lotería de Navidad permite comprar una vivienda. Sin embargo, no son pocas las voces que piden un incremento de los premios y un encarecimiento del décimo.
Miguel Ángel Zapata, propietario de la administración de Lotería El Perolo, considera que el debate recurrente sobre una posible subida del precio del décimo de la Lotería de Navidad parte de una premisa equivocada. A su juicio, incrementar el precio no resolvería ni el valor real de los premios ni la situación económica de los jugadores.
"El gasto en lotería está muy estudiado y varía muy poco de un año a otro”, explica. Según Zapata, la mayoría de las personas fija un presupuesto anual cerrado —en torno a los 70 o 100 euros— independientemente de que el décimo cueste 20 o 25 euros. “Si el décimo sube, la gente no gasta más: compra menos décimos. El dinero destinado a la lotería es el mismo".
Desde esta perspectiva, una subida del precio del décimo no supondría una mejora ni para el jugador ni para los propios loteros. “Seguiríamos ingresando lo mismo y con la misma comisión. No se soluciona nada”, afirma. Para Zapata, si se quiere reabrir el debate, debería hacerse desde otro enfoque: “Si se sube el precio, lo que tendría que subir es el premio, no el décimo”.
El lotero también cuestiona que el problema esté en que el Gordo ya no permita comprar una vivienda en muchos lugares de España. “El verdadero problema no es el premio, sino el contexto: el precio de la vivienda, el coste de la vida y la falta de educación financiera”, señala. En su experiencia tras más de 16 años en el sector, Zapata ha hablado con miles de personas sobre qué harían si les tocara el Gordo. “La mayoría no piensa en grandes lujos, sino en tapar agujeros, asegurar los estudios de los hijos, reformar la casa, emprender o ayudar a la familia. En definitiva, en ganar tranquilidad”.
A su juicio, el foco mediático puesto en la Lotería de Navidad desvirtúa un debate más profundo. “Nos centramos en el Gordo porque es Navidad y porque genera titulares, pero el problema real está en que una persona de 22 años no puede emanciparse o en que el carro de la compra ha subido una barbaridad”, apunta. “Habría que revisar por qué se hace negocio con la vivienda y con los productos básicos, más que cuestionar si el Gordo es suficiente o no”.
Zapata también aprovecha para reivindicar una actualización de las comisiones de los loteros, congeladas desde hace años. “Somos la empresa que más factura en este país y seguimos con una comisión del 4,5%. Lo razonable sería que subiera al 6%”, defiende. Según explica, hay administraciones en ubicaciones complicadas para las que la situación empieza a ser insostenible. “Hay dos opciones: o subes el precio del décimo —que ya hemos visto que no sirve— o actualizas las comisiones. Es la única manera de que el negocio sea sostenible”.
En este sentido, insiste en que el debate sobre la Lotería de Navidad no debería utilizarse para desviar la atención de otros problemas estructurales. “Si subimos todo —la vivienda, la comida, los gastos básicos—, no tiene sentido pedirle al Gordo que solucione lo que no funciona en el sistema”, concluye.