MURCIA. Con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos, voy a hablar de algunas de las comidas más típicas de esta época y su relación con la misma. Por ejemplo este 1 de noviembre es tradición preparar postres como los huesos de santo (relacionado con la tradición de polvo de momia o ingerir parte de alguien bendecido) y los buñuelos de viento, de los que cuenta la tradición que cuando te comes un buñuelo sacas un alma del purgatorio.
Otra leyenda dice que si uno se come a los muertos simbólicamente es porque los quiere y no les tiene miedo.
Sobre 1908, el diario 'El Tiempo' publicaba una noticia sobre estos días (fuente: regmurcia.com):
"Lo típico en el día de Todos Santos son los puestos de castañas. No aparece la castañera hasta que no asoma Noviembre. En su primer día en las plazas y en las calles veréis la consiguiente mesa con su manta, en medio de la cual, guardando su calor, están las 'castañicas calientes', y en el suelo, la cocina portátil donde se coloca la agujereada sartén donde ha de asarse. Es lo típico, lo que dá más carácter al día, una de las cosas sin la cual estos días resultarían de gran sosería. Completa el día las gachas con su arrope. Pocas serán las casas donde no se compra su 'medio' de castañas asadas y un poco de arrope para hacer una buena fuente de gachas. Ambas cosas las llevan consigo estas fiestas y hay que ir con la corriente".
En nuestra región, para el día de 'Tosantos', se hacían tostones (a base de panochas morunas) o palomitas de maíz con azúcar en las casas y también en las tabernas donde se juntaban dos o tres amigos a comer tostones con un poco de anís después de haber visitado el cementerio.
La costumbre de comer castañas asadas con motivo de la festividad de la fiesta de Ánimas ha sido común en toda la zona norte de la Península. Hay que tener en cuenta que en las zonas en donde no había castañas se comían los frutos de la zona. A estos frutos les llamaban 'Tosantos"' En todos estos sitios los jóvenes pasaban por los domicilios a recoger los donativos de castañas.
De la misma manera era muy típico ver a los auroros con su particular linterna, campana y cánticos, los cuales recorrían las calles y las plazas solicitando un 'aguinaldo'. Eran habitual que cuando le dabas un presente a los miembros del grupo cantasen piezas religiosas con el objetivo de sacar cuanto antes las ánimas de tu familia del purgatorio.
*Santi García es responsable de Rutas Misteriosas y autor de Murcia Insólita