MURCIA. Que la arquitectura esté al servicio del bienestar. Con soluciones ingeniosas e imaginativas para desafiar los límites que impone el entorno. Atreviéndose a girar sobre sí misma y a mirar más allá, donde era dificil imaginar que alcanzaría la vista. Y que haga posible lo que parecía imposible. Todo esto es lo que ha logrado Pepa Díaz Arquitecta, cuyo estudio se encuentra en Mazarrón, con esta vivienda ubicada en una zona bastante urbanizada de Bolnuevo.
Señala la arquitecta que el diseño y distribución de la bautizada como Casa 27º96º8º (pronto se descubrirá la razón de tan extraño nombre) quedó determinada "por la notable influencia del entorno construido y del paisaje". Por eso, el planteamiento inicial se basó en que la vivienda debía ofrecer a sus habitantes las mejores vistas posibles, al tiempo que preservar la intimidad respecto a las construcciones de alrededor.
Para ello, Pepa Díaz explica que se optó por dividir la casa en tres franjas que se asoman de punta a punta a las posibilidades paisajísticas que le han dejado las demás edificaciones. Así, cabe destacar que la planta baja surge con una fachada compuesta por ladrillo visto de piedra, que "se enraíza a un terreno gredoso y aflora de éste como tal". La planta primera se presenta como otro bloque totalmente diferenciado de color blanco, "cuyos volúmenes giran 27º, 96º y 8º (de ahí el nombre) para buscar las visuales que conecten al habitante con lo que el paso de las urbanizaciones carentes de sentido ha dejado del paisaje en esta zona del mediterráneo", apunta Pepa Díaz.

- Casa 27º96º8º, de Pepa García Arquitecta -
- Foto: MIGUEL ÁNGEL SANTOS
La combinación del color de la piedra con el blanco en la fachada proporciona una imagen serena y elegante, acorde con el paisaje, al tiempo que los volúmenes escultóricos acentúan el carácter contemporáneo de la vivienda. Un equilibrio que se traslada al interior de la casa, donde en la zona común siguen prevalenciendo los tonos claros y tierra, en un espacio diáfano donde el aprovechamiento es máximo.
"Nos encontramos en un momento de la historia que trasciende de estilos arquitectónicos, soluciones programadas, patrones y cánones a seguir. Sentimos que estamos en un periodo de transición para la arquitectura, que nos deriva a orientar nuestro principal objetivo en el bienestar de los habitantes de los espacios que configuramos", manifiestan desde el estudio de Pepa Díaz (arquitecta en la especialidad de Edificación en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia y con un Diploma de Estudios Avanzados en el programa 'Proyectos de Vivienda y Edificios Institucionales' de la Universidad Politécnica de Madrid).
Por ese motivo, aseguran, cada proyecto representa "un paisaje social en el que los habitantes, el contexto y la naturaleza se funden en una relación interactiva".

- Casa 27º96º8º, de Pepa García Arquitecta -
- Foto: MIGUEL ÁNGEL SANTOS