MURCIA. "Carlos no es ningún extraterrestre", aunque a veces pueda llegar a parecerlo. Así habla Carlos Alcaraz González de su hijo, Carlos Alcaraz Garfia, el número 1 más joven de la historia del tenis y que, con 19 años, hace apenas cuatro días levantó el trofeo en el Abierto de Estados Unidos, un primer Grand Slam en su carrera y al que todo hace indicar que seguirán unos cuantos.
"Es un momento histórico y muy brillante para el deporte murciano, no sé si algo único pero sí que es algo tremendo lo conseguido en Nueva York, con el título en el US Open y la primera posición de la ATP. Sin duda que fue un acontecimiento muy especial", señala Carlos Alcaraz sénior en declaraciones a Murcia Plaza.
"Lo primero que se te viene a la cabeza tras un logro de este tipo es de que se puede y se trata de un pensamiento para todos los chicos jóvenes que entrenan en busca de un sueño y para el sacrificio de sus padres. Cuando uno empieza de niño hay dudas, pero también muchísima ilusión tanto en los pequeños como en sus familias", reconoce.
"Estaremos pendientes para que esto que está viviendo no se le suba a la cabeza. Para ello cuenta con un equipo fantástico tanto en la pista como fuera de ella y en casa somos como somos y tampoco vamos a cambiar a estas alturas"
"No somos nada especiales y Carlos no es ningún extraterrestre sino un chico igual que otros. Lo que él ha vivido y está viviendo les puede ocurrir a otros chavales el día de mañana", añade.
Al detenerse en el momento en el que Carlitos consumó la victoria en la final ante el noruego Casper Ruud por 6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3, su padre, presente en la pista central de Flushing Meadows, la Arthur Ashe, explica lo sentido: "Por encima de todo fue una gran satisfacción y un orgullo tremendo. Fue como un tsunami de emociones que se irán digiriendo conforme pasen los días. Esto es algo histórico, que no es fácil de conseguir y que va a perdurar para siempre".
Alcaraz González también fue tenista y actualmente es el director deportivo de la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, el Tiro de Pichón de El Palmar, el lugar en el que Carlitos dio sus primeros raquetazos. Sabe, por lo tanto, de lo que habla y aporta su análisis técnico de la final de NY.
"Es verdad que a Carlos se le vio un poco ansioso, pero también a Ruud por lo que había en juego. Puede que recurriese demasiado a las dejadas pero es que su tenis así, aunque Casper, que es muy rápido, se las leyó muy bien. Lo que se le puede decir a Carlos es que seleccione bien el momento, pero no puede dejar de ser directo", apunta al tiempo que destaca especialmente "la bola de partido que salvó en cuartos final frente a Jannik Sinner en un partidazo".
Además tiene muy claro que Carlos "tiene que encajar derrotas y estar preparado para asimilarlo pues el deporte va de ganar y de perder".
También es importante mantenerse firme por mucho que los focos le apunten directamente.
"Él recibe una cantidad imputs impresionante y es ya conocido en todo el mundo. No puede pasear tranquilamente pues nada más poner un pie en la calle enseguida le piden fotos y autógrafos. Esto es algo que también tiene que ir asimilando, que va llevando bien y así vamos a seguir y estaremos pendientes para que esto que está viviendo no se le suba a la cabeza. Para ello cuenta con un equipo fantástico tanto en la pista como fuera de ella y en casa somos como somos y tampoco vamos a cambiar a estas alturas", deja claro el padre de familia.