Curioso caso de un Gobierno que aprobará el Presupuesto con fecha 23 de julio. Es decir, trascurridos 204 días desde el inicio del año y quedando 161 para finalizarlo, incluyendo los 31 días de agosto en los que tenemos la fea costumbre de no trabajar mucho.
Y todo esto suponiendo que realmente se aprueba y que no hay algún numerito a modo de “golpe de efecto” en el periodo de las enmiendas.
Ya el pasado 1 de julio vivimos una situación gravísima cuando la Consejera de Política Social tuvo que desdecirse a cerca de la anunciada inversión en viviendas para alojar menores inmigrantes no acompañados (con fondos del Plan Nacional de Transformación, Recuperación y Resiliencia).
Es decir, el Gobierno elige libremente para negociar los Presupuestos a un partido (y digo libremente porque había otras opciones). Se marean mutuamente durante un año y finalmente admite una inundación de exigencias xenófobas. Con ello, tienen que desalojar un centro de menores y, por supuesto, no admitir ninguno más, en un triste y bochornoso acto casi delictivo de insolidaridad no solo con menores de edad sino con el resto del Estado español.
Consciente de que esos menores los deben alojar en algún sitio y sin dudas de que vendrán más, anuncian la adquisición de viviendas para acogerlos y en menos de 24 horas tiene que revocarlo para que no se tambaleé la aprobación de los presupuestos. La frase de la Consejera es perturbadoramente elocuente: “Rectificar es de sabios. No volverá a suceder.”
El acuerdo firmado por PP y VOX para que se puedan aprobar los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia del año 2025 en tales circunstancias es un canto a la mediocridad que campa sin rubor por nuestras escenas políticas.
Como ya es normal en los acuerdos para presupuestos entre partidos en cualquier ámbito de la Administración del Estado, el contenido económico es lo de menos. En cuanto se aprueban, el partido que los ejecuta ya puede priorizar y acometer los acuerdos o no. El contenido económico de partidas que exige el “Partido de los patriotitas” no llega ni a 40 millones. Algo de cara a algunos colectivos con los que se han comprometido, pero probablemente con poca fe.
La parte más importante del acuerdo es de calado político y no económico, que es lo que debería prevalecer. Entre zafiedades y generalidades sin soporte analítico.
La parte más importante del acuerdo es de calado político y no económico, que es lo que debería prevalecer. Entre zafiedades y generalidades sin soporte analítico.
Un “buen patriota”, en lugar de arremeter contra los más vulnerables, debería ser enérgico en las exigencias del buen uso de las políticas de gasto y basar su acuerdo en la transparencia y eficiencia.
Porque la CARM es una máquina de gastar dinero por encima de sus posibilidades y eso sí es un grave problema para todos nosotros. Según el último año completamente cerrado en las Administraciones Públicas, el año 2022, la financiación por habitante ajustado de la Región de Murcia fue de 3.184 euros y el gasto en el año 2024 estuvo en torno a los 4.540 euros. El problema del incremento de deuda sin control trasciende la cacareada (aunque rigurosamente cierta) infrafinanciación de nuestra Comunidad.
Efectivamente, para ese año 2022, la media de lo que recibieron las CCAA del Sistema de Financiación Autonómica en condiciones homogéneas y por habitante ajustado fue de 3.341. Nuestra Comunidad superó por poco el 94% de esa cifra.
Pero la media del gasto por habitante ajustado se situó en 2024 en torno a los 4.384 euros. Y esto quiere decir que gastamos casi un 3,7% más de dicha media.
Pero la media del gasto por habitante ajustado se situó en 2024 en torno a los 4.384 euros. Y esto quiere decir que gastamos casi un 3,7% más de dicha media.
Si comparamos el porcentaje de financiación homogénea de cada Comunidad sobre la media con el porcentaje de gasto real sobre la media, solo Cataluña está por encima de la Región de Murcia en el desfase de sendas mediciones.
- Financiación homogénea -
Todos estos datos se pueden ver en el fichero que adjunto.
“El buen patriota de las pulseritas y las banderas” debería entrar a fondo para analizar el gasto sanitario de la Región. Ese pozo sin fondo que año tras año acumula en torno al 80% del déficit de la Comunidad. Por si no bastaran las múltiples referencias que realiza el Tribunal de Cuentas sobre el déficit estructural del SMS en cada informe anual que emite, acompaño también un pequeño cuadro:
- Gasto sanitario -
En él podemos comprobar que el gasto por habitante ajustado en la Región es el más alto de todas las Comunidades del régimen común y solo superada por el País Vasco. ¿Es necesario que la Comunidad incurra en este grado de gasto sanitario? ¿Es proporcional la calidad del servicio con el coste que conlleva? ¿No se puede hacer nada por mejorar la eficiencia para reducir el déficit?
No encuentro el menor atisbo de inquietud por estos temas ni en el acuerdo del presupuesto, ni en las declaraciones públicas de unos y otros. En realidad, no veo ningún partido con representación que pretenda reducir el déficit y no aumentar la deuda. No veo ningún planteamiento desde el rigor y no desde el rencor.
Pero eso sí, con la inclusión del punto 20 del acuerdo, nos sentimos muy contentos y aliviados: “Ambas partes manifiestan su compromiso en la defensa de la unidad e integridad de España”.
