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LA OPINIÓN PUBLICADA

Mazón con una sonrisa

Publicado: 06/12/2025 ·06:00
Actualizado: 06/12/2025 · 06:00
  • El president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca.
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Llegó el Consell de Juan Francisco Pérez Llorca y no ha decepcionado: puro continuismo con algún cambio cosmético menor. Un Consell que es esencialmente el Consell de Carlos Mazón, del que se cae Ruth Merino por razones que no tienen que ver con su competencia, sino con su peso orgánico en el PP, que es inexistente. Si el criterio fuera la competencia en la gestión, pocos seguirían. Pero Pérez Llorca es "presidente por accidente" y su prioridad es mantenerse en el sillón y reducir el ruido interno.

  • Carlos Mazón. -

Para ello, ha tenido que tragar, de grado o por la fuerza, con emblemas del mazonismo tan indigestos como José Antonio Rovira. Íntimo de Mazón, a lo largo de la legislatura ha quedado muy claro que ese factor (su cercanía a Mazón) es el que justifica y explica su lamentable desempeño al frente de Educación, con la recordada "Ley de Libertad Educativa" pensada para segregar a la población como principal realización política en este tiempo. Si a ello unimos su verdaderamente deleznable actuación en todo lo que tuvo y tiene que ver con la gestión de la Dana, el balance resulta estremecedor. Recordemos que el Conseller se fue a comer a Alicante en un día laborable, pasando de la comunidad educativa a su cargo, y recientemente le ha echado la culpa de su fallecimiento a una de las víctimas, el director de un instituto de Cheste, por coger el coche para volver de Cheste tras trabajar ese día y proteger al alumnado y profesorado del instituto, a diferencia del conseller, que estaba tan tranquilo en su casa desde mediodía, que ya era martes y el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina.

Las asociaciones de víctimas pidieron la dimisión de Rovira y su salida del gobierno. La respuesta de Pérez Llorca: ascenderle y asignarle la conselleria más importante, la de Hacienda, para que Rovira siga labrando allí éxitos parangonables a los de su gestión en Educación y Cultura. En paralelo, ha destituido a Pilar Tébar, secretaria autonómica y consellera in pectore de Cultura; precisamente, por la dejación de funciones de Rovira en esa área.

  • José Antonio Rovira. -

Rovira es el símbolo más evidente de las limitaciones que ha tenido Pérez Llorca para configurar su primer Consell. Si se lo ha quedado es porque no le queda otra opción para contentar a los restos del mazonismo, que por lo visto son más contundentes de lo que cabría sospechar tras el desempeño de su líder. Es un Consell de supervivencia para contentar a las diferentes familias del PP, incluso a los leales a Francesc Camps (no puede interpretarse de otra manera la reaparición, décadas después, de Henar Molinero en el núcleo duro de Presidencia de la Generalitat), que se espera compensar con una nueva actitud del president de la Generalitat hacia las víctimas de la Dana (aquí, superar a Mazón, y también a Pedro Sánchez, es bastante sencillo, basta con comportarse como una persona normal con un mínimo de empatía).

Por lo pronto, la respuesta de Camps ha sido clarificar más, si cabe, su aspiración a suceder a Pérez Llorca en 2027, o cuando se convoquen elecciones. Así que la estrategia de pacificación interna, por ahora, no ha logrado sus objetivos. Sin embargo, es pronto. Todo va a depender de cómo le vaya a este nuevo Consell. Si Pérez Llorca consigue normalizar mínimamente la situación, puede durar no sólo hasta 2027, sino más allá. Si la cosa va extraordinariamente mal, como comentábamos la semana pasada, probablemente nadie quiera dar el paso para asumir la previsible derrota en las elecciones (Camps sí querría, pero también es poco probable que le dejen, que pueda ganar el congreso del PPCV, en el supuesto de que dicho congreso se convoque).

Junto con el ascenso de Rovira a Hacienda en reconocimiento por los servicios prestados, otra de las grandes sorpresas del Consell de Pérez Llorca es el rutilante fichaje de Vicente Ordaz, que hasta ahora presidía À Punt, como secretario autonómico de Comunicación. Es llamativo el fichaje porque muestra en qué medida al PP no le importa dar carta de naturaleza a lo que todo el mundo sabe: que a Ordaz le fichó Mazón para À Punt (tras recibir esa recordada negativa, a lo largo de cinco horas de conversación, por parte de la periodista Maribel Vilaplana) para hacer de comisario político del PP, como en los peores tiempos de Canal 9. Y ahora Pérez Llorca le nombra secretario autonómico de Comunicación para que haga exactamente el mismo trabajo, pero desde un lugar más adecuado.

  • Vicente Ordaz. -

Esperemos, por el bien del president, que no le obligue a ver tantas corridas de toros en Presidencia como a los sufridos espectadores de À Punt, los que queden a estas alturas. También será interesante ver a quién nombra en sustitución de Vicente Ordaz para presidir À Punt. Vistos los antecedentes, cualquier cosa es posible. Y no para bien, me temo.

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