Nada es seguro, así que todo está en peligro. Este último apagón generalizado viene a echar más leña al fuego a lo que ya venimos viendo en los últimos años de esta nuestra existencia, que han tenido a bien forzar los limites de la tolerancia de la sociedad.
Una pandemia, una crisis de suministros, una invasión en territorio europeo, una subida de precios estratosférica, un genocidio bien documentado en directo (a excepción de la multitud de periodistas asesinados, claro está), unas lluvias que dejan un reguero de muertos en Valencia, una guerra comercial que promete romper con el orden internacional establecido, y ahora nos quedamos sin luz durante un día entero.
Y como siempre, hay quien se beneficia de todo el caos. Vox se frota las manos con todo el sin dios que nos están obligando a tragar, sabedores de que la ultraderecha necesita de una buena crisis para ganar poder.
Al desastre que supone ya de por sí el corte de luz masivo y sin precedentes habría que añadir la incertidumbre de los ciudadanos, que sin radios en casa quedan incomunicados del exterior, incapaces de saber qué ha ocurrido, cuándo se arreglará y, sobre todo, quién tiene la culpa.
No seré yo quien aliente las teorías conspiranoicas, pero no hay nada más fácil que echarle la culpa al Gobierno 'sanchista' o a cualquier agente extranjero, especialmente si ya le teníamos tirria de antes. De nuevo, la ultraderecha saliva ante las masas de gentes desesperadas por obtener una respuesta simple a situaciones complejas. La ventana de Overton está cogiendo el tamaño del arco del triunfo.
Santiago Abascal no llegará a presidente porque se haya ido la luz. Tampoco espero que pueda superar nunca al PP. Lo que está claro es que estamos viviendo el clima más propenso posible para tragar con las ideas de Vox, las ardillas de turno o cualquier vocero con un discurso radical y capacidad de movilización en redes sociales. Ya podría el mundo darnos una alegría de vez en cuando, aunque sea para variar.
PD: este artículo fue escrito a modo de análisis del clima social en mitad del propio apagón. No podía imaginar que el propio Abascal fuera a tener tanta prisa por darme la razón.
Dejo por aquí un extracto de uno de sus últimos tweets: "El Gobierno sigue sin decirnos por qué ha sucedido. Igual que con el COVID, igual que con la DANA, están reteniendo información. Porque son responsables directos. Lo que nos cuenten a partir de ahora, simplemente será mentira. Como siempre".