ATLAS es un sistema robotizado de telescopios que escanean los cielos en busca de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra, con instalaciones ubicadas en Hawái, Sudáfrica, Chile y España (Islas Canarias). El pasado 1 de julio, desde Río Hurtado en Chile este sistema detectó un objeto que por sus características fue catalogado como externo al sistema solar.

Este es el tercer objeto que se detecta en toda la historia de la humanidad del que puede afirmarse que proviene de fuera de nuestro sistema planetario. La tecnología no había permitido identificarlos hasta ahora y se prevé, con el tiempo, detectar muchos más. El primero fue vislumbrado en 2017 y llamado Omuamua (nombre que proviene de la mitología hawaiana). Posteriormente se le añadió el prefijo 1I haciendo referencia a que fue el primer objeto Interestelar descubierto, quedando finalmente catalogado como 1I/Omuamua. En 2019 fue descubierto el segundo astro de estas características, el 2I/Borisov (por el apellido del astrónomo aficionado que lo descubrió). De ambos se dijeron muchas cosas, sobre todo de Omumua, debido a su extraña forma alargada tipo Zeppelin; desgraciadamente no pudo ser observado durante mucho tiempo pues fue descubierto en su trayectoria de salida, alejándose de nuestro planeta. 3I/ATLAS ha sido detectado en trayectoria hacia el Sol, es decir de entrada, y hay tiempo para estudiarlo en profundidad y también, por desgracia, de hacer especulaciones de todo tipo.

Los cuerpos que vienen de fuera del sistema solar suelen llevar una trayectoria denominada hiperbólica, llamada así por la curva matemática que describe el camino que recorren y que fue estudiada por los antiguos griegos, principalmente por Apolonio. Una característica común a todos estos cometas es su altísima velocidad respecto a la de los objetos del sistema solar, como los 68 km/s de 3I/ATLAS o los 30 km/s de Omuamua, el más lento de los tres. Estas velocidades hacen imposible que el Sol los capture y los convierta en cometas periódicos, por lo que tras su paso por sus cercanías salen disparados y abandonan el sistema solar para no volver jamás.

Las características más interesantes que han lanzado a la fama a 3I/ATLAS son, por ejemplo, su gran tamaño y gran cantidad de agua (hidroxilo) y níquel en comparación con los anteriores cometas extrasolares. El estudio de este tipo de objetos es muy interesante porque se encuentran vagando por el espacio interestelar durante miles de millones de años y nos pueden dar una idea de la composición de diferentes sistemas estelares muy lejanos. Otro aspecto diferencial de este cometa es que se aproxima por el plano de la eclíptica (plano imaginario en el que están todos lo planetas del sistema solar); los dos anteriores se aproximaron verticalmente a ese plano. También puede destacarse que su perihelio (punto más cercano al Sol donde su trayectoria se curva) está situado entre la órbita de Marte y la Tierra, es decir, bastante lejos. Teniendo en cuenta este hecho y su altísima velocidad su trayectoria es modificada muy poco por el astro rey.

 Abi Loeb ha logrado enfurecer a muchos científicos"

 

Por lo que se ha podido estudiar de él hasta ahora se le tiene considerado como un objeto especial y nada ordinario, lo que ha aprovechado el científico Abi Loeb para publicar artículos y propalar la idea de que podría tratarse de una nave extraterrestre que viene a estudiar la vida en la Tierra. Esto ha sido la espoleta que necesitaba la prensa sensacionalista para lanzarse publicar cientos de noticias sobre las elucubraciones de este señor e intentar, de cualquier manera y con artículos de dudosa reputación, vender periódicos o conseguir más clicks en sus páginas web.

Nadie discute que Abi Loeb es un científico brillante, con ideas originales en su campo, que precisamente no es el de los cometas, sino la astrofísica y la cosmología. Ya durante la visita de Omuamua comentó que se trataba de una nave impulsada por una enorme vela solar y que por su forma sólo podía haber sido fabricado por una civilización extraterrestre. Como no dio tiempo a observar con más detalle el objeto todo quedó en el aire. Aunque los datos científicos refutaban su teoría, él aprovechó el tirón para vender miles de libros por todo el mundo.

Las características de 3I/ATLAS que lo convierten en un objeto bastante singular son, por ejemplo, que produce mucho hidroxilo y cianógeno, es pobre en metales y el polvo que expele es compatible con asteroides de tipo D, es decir, refleja poca luz y su espectro electromagnético es rojizo sin características distintivas por lo que podría estar compuesto principalmente de silicatos orgánicos y hielo.

Mucho antes de acercarse al Sol se le apreció ya una coma importante, hecho inusual ya que esta se forma por los gases que se subliman cuando el cometa se acerca a una estrella. Se comentó que se trataba de una clara una prueba de que era un vehículo espacial y que estaba utilizando esa nube de gases para camuflarse. Los especialistas cometarios salieron a contradecir esta hipótesis arguyendo que no es el primer cometa que presenta este comportamiento que, aunque raro, se ha visto muchas otras veces. Loeb saltó a la palestra diciendo que es que las fotos que se publicaban del cometa eran borrosas. ¡Es increíble que un científico menosprecie de esa forma el trabajo de compañeros de profesión que llevan años dedicándose a estudiar cometas y a fotografiarlos! ¡Una prueba más de la calaña del personaje!

Loeb también ha comentado en diversos medios que todo esto no es más que una especie de Test de Turing que una avanzada civilización extraterrestre está haciendo a la humanidad. Siento decir que este hombre está mezclando churras con merinas pues de todos es conocido que este test, ideado por Alan Turing en 1950, es para probar si una Inteligencia Artificial puede exhibir un comportamiento indistinguible del de un ser humano; quedando claro que esta prueba no tiene relación alguna con que los humanos seamos capaces de identificar una civilización alienígena o no.

Pero ahí no se para Loeb con su especulación. Los principales argumentos que expone para deducir que se trata de una nave extraterrestre son:

• Viene de la dirección del centro de nuestra galaxia ya que desde esa dirección es más difícil la detección de una nave al haber muchas estrellas y ruido galáctico. Me suena a excusa de perdedor porque lo hemos detectado igual y además con mucho más tiempo para estudiarlo.
• Viene por el plano de la eclíptica y la probabilidad de que venga por ahí es muy baja. Los observatorios ATLAS miran principalmente el plano de la eclíptica ya que de ahí es de donde principalmente están los asteroides que se pretenden vigilar. Por lo tanto, lo más normal es que ATLAS detecte objetos que procedan de la eclíptica, lo que nos lleva a deducir que la hipótesis probabilística que haya hecho Loeb no sirve de nada.
• Viene en dirección retrógrada, es decir en el sentido contrario al que giran los planetas alrededor del Sol. Casualmente esa es la dirección más complicada para que una nave espacial pueda acercarse a un planeta. Si esos alienígenas hubieran pretendido invadir la Tierra se hubieran acercado a nuestro planeta precisamente en el sentido en el que se desplaza por su órbita pues las maniobras de acercamiento serían más sencillas.
• Se acerca a Marte, Venus y Júpiter, pero no a la Tierra. Eso no es del todo cierto. Va a pasar lejos de la Tierra, ya que cuando 3I/ATLAS esté en su perihelio la Tierra estará al otro lado del Sol. Pero es que tampoco se acerca tanto a Venus pues, por ejemplo, algunas veces al año la Tierra se aproxima más a Venus que lo va a hacer el cometa.
• El perihelio lo hace cuando la Tierra esté al otro lado del Sol porque esa nave extraterrestre hará una maniobra de Oberth, también llamada de asistencia gravitatoria, y no quiere que veamos como la hace. Esta maniobra es muy común, pues la hacen casi todos los ingenios que lanzamos al espacio y se realiza para ahorrar combustible al acelerar una nave provechando el empujón gravitatorio sufrido al acercarse a un planeta, estrella o cualquier objeto celeste. Parece que los extraterrestres no quieren que los veamos encender los motores cuando realicen esta maniobra, por eso se van a otro lado del Sol.
• La NASA no está publicando las mejores imágenes que tienen. ¡Algo ocultan! Realmente no están ocultando nada, lo que pasa es que la administración norteamericana está en un estado de cierre ya que no se han aprobado los presupuestos estatales. Esto también afecta a la NASA que está funcionando con los servicios mínimos.
• Tras pasar el perihelio se ha acelerado un poco más de la cuenta. Sí, parece que la velocidad es algo superior a la simplemente gravitatoria. Esto es totalmente lógico pues ahora está expulsando gran cantidad de gases sublimados por su cercanía al Sol y esos gases actúan como jets impulsando el cometa y formando su cola, algo totalmente natural.
• Alta cantidad de níquel en su composición. Los metales que suelen contener los cometas en mayor cantidad son precisamente hierro y níquel debido a su alta presencia en el medio interestelar, a su gran estabilidad química y alto punto de condensación. Comúnmente los cometas observados tienen una mayor cantidad de hierro, pero no existe ninguna regla ni ley que indique una proporción entre ambos metales que tenga que cumplirse. Por ello no tiene sentido lo que comenta Loeb de que se trata de una nave que utiliza como recubrimiento una aleación de Níquel.

La impresión que transmite esa supuesta civilización que viene a observarnos, estudiarnos o invadirnos es bastante pobre. Creo que aquí Loeb no ha tenido demasiada originalidad argumental. ¿Cómo puede una civilización tan avanzada, capaz de recorrer distancias estelares y detectarnos en la inmensidad del espacio ser tan cutre como para camuflarse en un halo de polvo como si fuera un cometa? ¿Necesitan naves interestelares tan avanzadas como esa practicar una maniobra Oberth para ahorrar sólo un 15% de energía que es la que se estima que ahorrarían al tener el perihelio tan alejado del Sol? Si realmente llegan por la eclíptica en contra de la dirección de giro de los planetas alrededor del Sol seguro que poseen una propulsión poderosa a la que no le hace falta ejecutar maniobra de Oberth alguna; maniobra por otra parte a la que sólo recurren civilizaciones primitivas como la nuestra con sus rudimentarios artilugios espaciales.

Tal es la desesperación de Loeb al ver que ninguna de sus hipótesis se cumple o que al menos se quede sin refutar para que se le pueda conceder el beneficio de la duda, que está adoptando el papel de víctima, diciendo que se siente atacado y ninguneado por otros científicos. Sinceramente creo que se lo ha buscado él solito y que no se puede jugar de esa manera con la buena fe de mucha gente que se ha creído la versión de la nave alienígena. Loeb ha logrado enfurecer a muchos científicos pues ha forzado, manipulado y retorcido los pocos datos de los que se disponía para que muestren sus hipótesis. Se está comportando de la misma manera que otro investigador, Michio Kaku, por el que yo sentía una gran admiración y que también está lanzando ideas sensacionalistas sobre alienígenas. El olor del dinero les ha hecho perder el norte. Han comprobado que las ganancias por la venta de libros son mucho mayores y menos trabajosas que el hacer ciencia de verdad. Hagamos un cálculo sencillo bastante conservador. El libro Extraterrestrial de Abi Loeb ha sido traducido a más de 20 idiomas lo que quiere decir que al menos ha sido puesto a la venta en unos 50 países. Aunque los libros de divulgación suelen vender muchos menos ejemplares que los best seller, las editoriales suelen pagar al autor lo mismo, entre 1 y 3 dólares por ejemplar vendido, por mal que haya ido la venta del libro podría haber obtenido aproximadamente ganancias de medio millón de dólares. Eso sin contar lo que cobra por cada conferencia o evento a los que asiste debido a su controvertida fama. ¿Compensa o no hacer ruido en nombre de la ciencia y convertirte en figura mediática sembrando la polémica para así vender muchos libros?