MURCIA. Murcia ya ha dado el primer paso para abrir el Parque Metropolitano Oeste, tras aprobarse este lunes la licitación de las obras. La iniciativa supone un avance importante para transformar la zona en un gran espacio verde y de ocio, pero también abre un interrogante: ¿qué pasará ahora con el aparcamiento ‘improvisado’ de La Chimenea que cada día utilizan cientos de vecinos y visitantes?
Para dar respuesta a este interrogante, el Ayuntamiento asegura que ya trabaja en posibles alternativas que eviten dejar sin aparcamiento a los cientos de usuarios actuales. Una de las opciones sobre la mesa es la creación de un nuevo aparcamiento disuasorio hacia la zona de Nonduermas, que asumiría parte de la demanda que hoy cubre el parking alegal junto a la Chimenea. Así lo explicó el concejal de Movilidad, Gestión Económica y Contratación, José Francisco Muñoz, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno celebrada este lunes.
Muñoz señaló que recientemente se ha propuesto habilitar un nuevo aparcamiento disuasorio en la zona reparcelada de Ronda Sur, con capacidad para más de 450 vehículos. Esta instalación está pensada principalmente para ofrecer una opción cómoda a quienes llegan a Murcia por la autovía, además de complementar los servicios que brindará la futura estación soterrada de autobuses.
“Es fundamental dar solución a quienes utilizan de forma espontánea este aparcamiento”, señaló el edil de Movilidad, quien también mencionó otros proyectos en marcha, como el parking de Hacienda y la recuperación del aparcamiento de Abenarabi, que sumarán más de 2.000 plazas en total.
Según indican desde el Ayuntamiento el plan contempla, además, una reorganización de la malla urbana para residentes y visitantes, junto con el refuerzo del transporte público como alternativa, ampliando las líneas para mejorar la conexión con estos nuevos aparcamientos.
Cabe recordar que el actual parking junto a la Chimenea es un espacio alegal, cuyo uso no está ni prohibido ni regulado. Su ubicación, a pocos metros de la estación de autobuses y de otros puntos concurridos, lo ha convertido en una opción diaria para muchos conductores que buscan aparcar cerca del centro sin pagar. Con el inicio de las obras del Parque Metropolitano Oeste, su futuro queda en entredicho, y la desaparición de este aparcamiento improvisado podría obligar a redistribuir el flujo de vehículos hacia otras zonas de la ciudad.