MURCIA. No siempre hay que tirarlo todo abajo en una reforma para transformar la manera de habitar una vivienda. Con pequeñas decisiones e intervenciones 'quirúgicas' también es posible lograr un cambio radical y adaptar nuestro hogar a las necesidades y a las diferentes etapas personales que atravesamos. De esto habla una casa en Murcia, que ha sido bautizada con el nombre Kaizen por el estudio murciano de arquitectura y diseño AFuentes, quien se ha encargado de llevar a cabo una reforma integral con la que se ha reinterpretado el inmueble. El resultado es una casa que responde a las necesidades de sus habitantes, que se transforma y cambia a voluntad, y que ofrece un escenario de calma para el día a día.

Según explican desde el estudio murciano, el proyecto toma su nombre (Kaizen) del concepto japonés de 'mejora continua', trasladando esa filosofía oriental de ajustes constantes y asumibles a este espacio doméstico de 120 metros cuadrados. El objetivo era dar respuesta a la necesidad de unos clientes de experimentar un cambio vital... que tenía que empezar por su propia casa. El piso que encontraron para ello encajaba, pero pedía a gritos "una transformación profunda en la manera de vivirse". 

AFuentes Arquitectura y Diseño apunta que el proyecto partió de una premisa clara: "conservar la estructura funcional básica del piso y trabajar sobre ella con intervenciones 'quirúrgicas' que afinaran la relación entre espacio y usuarios". Así, en lugar de derribarlo todo y empezar de cero, se optó por un conjunto de operaciones precisas que adaptan la vivienda a las necesidades actuales de sus habitantes.

Aperturas y divisiones correderas

A nivel de distribución, explican estos arquitectos, que "se mantiene la posición general de las estancias, pero se reinterpreta su uso. La primera gran transformación se da en la cocina, que se abre al salón para generar una pieza continua con isla y mesa de comedor enlazadas. Unas puertas escamoteables permiten decidir en cada momento si se quiere un espacio completamente integrado o una cocina más recogida".

Asimismo, en el acceso estos profesionales diseñaron una estantería a medida que filtra las vistas hacia el salón. No se renuncia a la amplitud, pero se gana en privacidad y en sensación de umbral, señalan respecto a esta 'pequeña decisión'.

Otra actuación clave fue la conexión entre el dormitorio y el estudio mediante una gran corredera, que hace posible un uso flexible: "espacios independientes cuando se necesita intimidad, o un único ámbito generoso de trabajo y descanso cuando conviene", apuntan desde el estudio.

La vivienda incorpora también una zona de lavandería cómoda y específica, inexistente en el estado original. Se ubica en el distribuidor, de manera que este deja de ser sólo un pasillo de paso para convertirse en un lugar con uso propio.

El vestidor no era un sueño imposible

El estudio de arquitectura AFuentes también recuerda que uno de los deseos más claros de la clienta era disponer de un vestidor, algo que parecía inviable por la superficie de la casa. No obstante, "el proyecto demuestra que la clave no es tanto el tamaño como la organización", señalan. De tal forma que diseñaron un vestidor compacto y eficiente, acompañado de la reconfiguración del baño principal, que pasa a ser en suite y a disfrutar de luz natural.

Las mejoras no se limitan a la distribución, añaden. Y es que "en términos de confort térmico y acústico se renueva por completo la instalación de climatización, se trasdosan fachadas y medianeras con lana de roca para incrementar el aislamiento y se sustituyen las carpinterías exteriores por otras de altas prestaciones. La vivienda gana en eficiencia y en calidad de ambiente interior".

En cuanto a la atmósfera, el objetivo de estos profesionales era construir "un escenario de calma". La paleta material combina tonos grises, blancos y  beis en madera, moqueta, cerámica y piedra natural. El pavimento de madera existente se conserva como base cálida y se introduce un suelo cerámico de transición en la zona de cocina, adecuado al uso y al mantenimiento sin romper la continuidad visual.

La luz es protagonista

La iluminación tiene un papel protagonista en la identidad de Casa Kaizen. "Además de aprovechar la luz natural, se diseñó un sistema de luminarias que alterna luz directa y una cuidada red de puntos de iluminación indirecta: líneas hacia el suelo, efectos cenitales, integración en mobiliario… En total, nueve detalles específicos que modulan la atmósfera según el momento del día y el tipo de actividad", explican.

La casa cuenta, además, con un mobiliario casi en su totalidad a medida: estanterías, armarios, mueble de televisión, cocina, mesa de comedor, mesas de estudio, lavabos, mesillas, cama, espejos, maceteros… Esa capa de diseño hecho ex profeso permite ajustar cada centímetro a la forma de vivir de los usuarios y refuerza la coherencia del conjunto.

"Casa Kaizen no es sólo una reforma estética, sino la continuación espacial de un proceso personal de cambio. Una vivienda pensada para evolucionar con quienes la habitan, en la que pequeñas decisiones bien diseñadas sostienen una mejora continua en el modo de vivir el hogar", aseguran desde AFuentes Arquitectura y Diseño.