Murcia

Reportaje MP

El viaje de los murcianos a Roma para dar el último adiós al papa Francisco: "Es un regalo vivir esta despedida"

La muerte del pontífice moviliza a fieles de todo el mundo, también desde la Región de Murcia

  • Traslado del féretro del papa Francisco desde Santa Marta hasta la basílica de San Pedro.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

"Cuando supimos la noticia de la muerte del papa, no dudamos ni un segundo en viajar a Roma. No había otra opción que venir a despedirnos", relata la murciana María Mendoza, una de las muchas españolas que han hecho las maletas para estar presentes en este momento histórico. Para ella, no se trata solo de rendir homenaje, sino de cumplir con un deber espiritual. "Era una persona muy cercana, que ha velado por el pueblo y por la gente pobre. No tenía prejuicios y miraba siempre con honestidad", asegura con emoción a Murcia Plaza.

María y su familia están muy vinculados a la figura del papa Francisco. Ella es la novena hija del matrimonio Mendoza-García. Su progenitor, José Luis Mendoza, fue el fundador y presidente de la Universidad Católica San Antonio y conversó en numerosas ocasiones con el santo padre, a quien visitó en audiencias privadas. Fue tal su cercanía que el propio pontífice pudo despedirse de su padre a través de una llamada horas antes de su fallecimiento, en enero de 2023. La familia tiene previsto viajar también al funeral. La propia María, que ejerce hoy como responsable de relaciones con el Vaticano de la UCAM, ha tratado con Francisco en 17 oportunidades, seis de ellas en su residencia de Santa Marta. 

Para otros murcianos, presenciar este evento ha sido fruto de la casualidad. Es el caso de Teresa, a quien la muerte del papa la sorprendió en Roma, donde ya se encontraba de viaje: "Pudimos verle el domingo de Resurrección, cuando impartía la bendición Urbi et Orbi. Se le notaba muy cansado, muy mayor", recuerda con tristeza. Al día siguiente, la noticia del fallecimiento corrió como un reguero de pólvora. "Muchos no podían creérselo. Lo habían visto en persona menos de 24 horas antes", dice. La conmoción fue inmediata, y las muestras de afecto comenzaron a multiplicarse en las calles de la ciudad eterna.

Su despedida trasciende fronteras

Lo que todos los presentes tienen claro es el firme compromiso que Bergoglio mostró siempre con los más desfavorecidos y su cercanía con el pueblo. "Todo lo que hizo está dando frutos. Sus enseñanzas y su ejemplo han dejado una huella profunda. Hoy, miles de personas se acercan a la Plaza de San Pedro para llorarle, y lo hacen con un sentimiento común de unión y fuerza. Es una despedida que trasciende fronteras, donde no solo se lamenta su partida, sino que se celebra su legado de amor y justicia", reflexiona María. 

Durante estos días, la ciudad eterna se ha transformado. "En todas las iglesias hay fotos del papa. Se nota la llegada de grupos de sacerdotes, monjas, jóvenes, scouts y fieles de todas partes del mundo", explica Teresa. En la Basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado, se celebran misas diarias que reúnen a cientos de personas en oración.

Las colas para despedirse del pontífice han sido inmensas. "Nosotras fuimos muy temprano y en menos de una hora pudimos acercarnos al cuerpo. Durante la misa, estuvimos muy cerca. Fue muy emotivo", cuenta María. Teresa, en cambio, no tuvo la misma suerte: "El miércoles las colas eran de hasta ocho horas. Fue imposible". Pese a la tristeza, María dice sentirse espiritualmente alegre. “Para mí, es un regalo poder estar aquí y vivir esta despedida. Aunque haya dolor por la pérdida, en mi corazón hay felicidad. Estoy agradecida por todo lo que me enseñó.”

La muerte del papa Francisco ha movilizado a fieles de todo el mundo, y también a muchos murcianos que han querido estar presentes en sus exequias. Incluso familias que no han dudado en desplazarse en coche desde su parroquia de Sartolomé de Murcia hasta Roma. Ya fuera por convicción o por casualidad, como en el caso de María y Teresa, ambas han vivido de cerca un momento histórico en el corazón del Vaticano. La presencia multitudinaria en las calles de Roma, las misas constantes y las largas colas para despedirse del pontífice reflejan el impacto global de su figura.

 

 

 

 

Recibe toda la actualidad
Murcia Plaza

Recibe toda la actualidad de Murcia Plaza en tu correo