MURCIA. La reciente actuación del Ayuntamiento de Murcia en la Torre del Batán, declarada Bien de Interés Cultural, ha abierto un nuevo frente de debate entre el Consistorio y la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur).
Según explicó la vicealcaldesa y concejal de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, la intervención ha consistido en limpiar los muros de la Torre del Batán para eliminar grafitis y suciedad, retirar la vegetación y los residuos acumulados y aplicar tratamientos específicos que garanticen su conservación a largo plazo. “Se ha devuelto la imagen inicial a este icónico lugar utilizando técnicas respetuosas y productos naturales”, destacó.
Sin embargo, desde Huermur califican la actuación de “lavado de imagen” y denuncian que la supuesta puesta en valor “no es tal”. La asociación sostiene que el verdadero problema no está en la suciedad del monumento, sino en su descontextualización: la torre y el molino anexo, afirman, han quedado “aislados en medio de una rotonda prevista en el PGOU, rodeados de asfalto y tráfico, y completamente despojados de su entorno de huerta y de la red hidráulica histórica”.
“Esto no es una restauración ni una conservación. Es un engendro urbanístico que pasará a los anales del despropósito patrimonial”, denunció el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, quien critica que incluso el Azarbe Mayor junto al que se levantaba el molino ha sido entubado y transformado en una fuente artificial. “Lo que llaman puesta en valor no es más que una vergüenza municipal hecha cemento”, sentencian.
Huermur recuerda que la Torre y Molino del Batán se encuentran en la Lista Roja del Patrimonio debido no solo a su deterioro físico, sino a la pérdida de su paisaje tradicional. La entidad advierte de que seguirá vigilante para que no se repitan actuaciones que, a su juicio, “desvirtúan la historia y el valor cultural de uno de los vestigios medievales más importantes de la huerta”.