MURCIA. Diez años después de quedar atrapada en un limbo jurídico, la urbanización de Joven Futura, en Espinardo, empieza a ver una salida. La Comisión de Urbanismo, Huerta y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia ha dado este martes el visto bueno al Avance de la Modificación del Plan General que permitirá iniciar la regularización de las 1.232 viviendas construidas en la zona. El documento será elevado al Pleno del 27 de noviembre para someterse después a un periodo de información pública de un mes.
La modificación aprobada busca poner fin a la inseguridad legal que afecta a Joven Futura desde 2015, cuando el Tribunal Supremo anuló el plan urbanístico anterior por un trámite administrativo que faltaba. Desde entonces, los vecinos viven con calles sin aceras, accesos complicados y la ausencia de servicios y equipamientos básicos —como colegios, centros de salud, instalaciones deportivas o culturales— que se habían previsto pero nunca se construyeron.
Qué supone la nueva modificación urbanística
El avance aprobado busca poner fin a la situación de vacío legal que afecta a Joven Futura y permitir que se construyan los equipamientos que estaban previstos desde hace años. También incluye mejoras en los accesos: se ampliará y reorganizará la calle principal de entrada al barrio, con nuevas aceras y un carril bici, para que sea más seguro y cómodo desplazarse, tanto a pie como en bicicleta, y mejorar la conexión con Espinardo y el resto de la ciudad. En este sentido, el concejal Antonio Navarro afirmó que este paso "marca el inicioo de una solución estable, tal y como se comprometió con los vecinos", y confía en que los trámites avancen sin problemas.
Una década de reclamaciones vecinales
El conflicto vecinal, que volvió a estallar en el Pleno de septiembre con decenas de residentes concentrados a las puertas del Ayuntamiento, empieza a encontrar una respuesta. Aquella protesta, en la que se reclamaban mejoras básicas como aceras, accesos seguros y espacios que conecten Joven Futura con Espinardo, y bajo el lema “Corchón, sácanos del cajón”, puso de nuevo de relieve el abandono sufrido durante más de una década.
Tras esas movilizaciones y una reunión con el Ayuntamiento en octubre, el avance aprobado ahora supone el primer paso administrativo concreto para atender esas demandas históricas y comenzar la regularización de las 1.232 viviendas del barrio, así como mejorar los accesos y la conectividad de la ciudad.