URCIA. Un nuevo establecimiento dedicado a la restauración ha abierto sus puertas en Murcia ofreciendo sus particulares pinsas -una variedad de la típica pizza pero con una masa crujiente- y también postres entre los que no faltan el cannolo siciliano, los profiteroles y el tiramisú.
De estas pinsas -ovaladas y no circulares- se pueden pedir las habituales pero también se ofrecen panpisas y para rematar con dulce, de pistacho y nutella.
Il Bambino, cuyo local se encuentra en el número 6 de la calle Azarbe del papel, junto a la avenida Juan Carlos I de la capital, va más allá -Pinsa roma e di più... es su eslogan- e igualmente pone a disposición de su clientela su especialidad en sorrisi di pinsa -traducido algo así como pinsa sonriente-, que son una especie de calzone pero manteniendo la masa que cruje al morder.

Para acompañar, obviamente, no falta la cerveza con sello transalpino, además del vino con variedades como el Lambrusco, el Pinot Grigio, el Montepulciano d' Abruzzo y el Nero d' Avola.
Y para rematar ... los postres. Desde los cannolis hasta el tiramisú pasando por los profitoroles, la cassatina siciliana, el babá al ron y el hojaldre -sfogliatella- de ricota. Ahí se nota el origen siciliano de Antonio Cordaro "Nino", restaurador con una dilatada experiencia tanto en solitario como con la familia en su Italia natal y, desde hace tres décadas, en España.
En Murcia, donde abrió y gestionó diversos negocios y ciudad en la que ahora pone en marcha este nuevo proyecto, los amantes de la cocina italiana tienen un lugar de referencia.