En las aguas de Cabo de Palos y Cartagena sobrevive un ‘tesoro’ que parecía condenado a desaparecer: el pez guitarra común (Rhinobatos rhinobatos). Este animal, con aspecto de tiburón en la parte trasera y de raya en la delantera, está catalogado como especie en peligro crítico. “Se pensaba que había desaparecido hace 30 años. Tiene una reproducción muy lenta, con muy pocas crías”, apunta María Pozo-Montoro, bióloga, una de las fundadoras del movimiento Guitar Protect, lo que convierte a nuestra región en un punto clave para la conservación de esta especie.
De esa urgencia por protegerlo nace GuitarProtect, iniciada desde la Universidad de Murcia en 2023, que combina ciencia y participación ciudadana. Su finalidad es clara: conocer mejor al pez guitarra para garantizar su supervivencia. Para ello, el equipo de investigadores pide la colaboración de buceadores, pescadores y cualquier persona que se cruce con la especie o cualquier otra de raya o tiburón a través de su Instagram (@project.guitarprotect) o correo (tiburonesrayasmurcia@gmail.com). Cada foto o vídeo recibido aporta información valiosa sobre dónde se encuentra, cómo se mueve y en qué época del año aparece. “Estos avistamientos nos sirven para entender a la especie y ponerla en el mapa para ayudar a su conservación”, añade María. “Son un primer paso”.
El proyecto más reciente de esta nueva iniciativa del Grupo de Ecología y Conservación Marina de la Universidad de Murcia se denomina “GUITAR-HERO y está siendo posible gracias el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por la Unión Europea por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). “El proyecto se propone obtener información biológica, ecológica y pesquera crítica de la guitarra común y otras especies de la zona mediante una aproximación multidisciplinar, incluyendo censos visuales con escafandra autónoma (visu y estéreocámara), ciencia comunitaria, minería de datos de redes sociales y foros, estudios de movilidad (telemetría acústica) e identificación de su hábitat óptimo y distribución potencial. Además, se propone sentar las bases de un sistema de mantenimiento en cautividad de algunas especies de elasmobranquios y de un plan de gestión y conservación de las especies incluidas en el estudio”, explica la Fundación Biodiversidad sobre el proyecto Guitar-Hero. “También hemos tenido la colaboración de otras universidades como la universidad de Las Palmas de Gran Canaria o la de Montpellier”, apunta María Pozo-Montoro.
Uno de los hitos más destacados del proyecto ha sido el primer marcaje acústico de peces guitarra en el Mediterráneo europeo, una técnica pionera que permite monitorear de cerca sus desplazamientos. Con estos datos, los científicos pueden identificar zonas de alimentación, descanso y cría. El hallazgo de ejemplares recién nacidos en la costa murciana demuestra además que nuestras aguas no son solo un refugio, sino también un espacio de reproducción vital para la especie. “Hoy en día es increíble que estén aquí. Mediante la colocación de una marca que funciona como una especie de gps podemos conocer sus movimientos y comportamiento en la zona, además de identificar individualmente a cada individuo para poder comenzar a estimar el número de ejemplares que hay”, señala María.
Con entusiasmo y claridad, María explica a la sociedad por qué proteger a este animal es también proteger el equilibrio del Mediterráneo. “Cada avistamiento cuenta”, insiste, porque la participación ciudadana es clave en una carrera contra el tiempo para evitar la desaparición de esta especie única. “Con este proyecto queremos también poner en valor el tesoro natural que tenemos y ayudar a la recolonización”, apunta María. “La idea también es trazar una red de colaboración porque en el Mediterráneo, un tercio de las especies están en peligro de extinción. No solo el pez guitarra común, sino también por ejemplo las mantelinas o las águilas marinas”, apunta la bióloga.
El apoyo de la ciudadanía a esta iniciativa está siendo clave para asegurar el futuro de estas especies, recalcan los fundadores. “Cuando empezamos la relevancia de la zona era totalmente desconocida debido a la escasa información científica disponible entonces sobre estas especies. Esto era especialmente preocupante porque por aquel entonces se estaban mapeando Zonas Importantes para Tiburones y Rayas (ISRA por sus siglas en inglés) en todo el Mediterráneo y Murcia era un desierto de información sobre las mismas. Gracias a todas aquellas personas que mandaron avistamientos se pudo demostrar que estas especies no eran algo esporádico y hoy en día desde San Pedro a Calblanque, la zona está catalogada como ISRA por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)”. Especies protegidas que han encontrado en Cabo de Palos un último refugio para su supervivencia en Europa.