El comienzo de las obras del Cinturón Verde del Mar Menor es uno de los pasos más importantes en la recuperación de la laguna. No es sencillo acometer la recuperación de este espacio tan deteriorado y, por lo comentado por los responsables, da la sensación que va por buen camino. La directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, María Jesús Rodríguez, explicó la filosofía técnica del Ministerio para acometer estas reformas. Recordó que todas las actuaciones se han diseñado con un enfoque integrado de la cuenca vertiente, porque “lo que sucede en el Mar Menor depende de lo que ocurre en toda la cuenca”. Detalló los trabajos ya iniciados en la Sierra Minera, donde se están sellando los depósitos que durante décadas han filtrado contaminantes, “no solo hacia la laguna, sino hacia las poblaciones cercanas”, incluso por vía de inhalación.
Sobre el Cinturón Verde, precisó que funcionará como un “amortiguador” de un kilómetro y medio alrededor del Mar Menor, “una especie de esponja” capaz de retener nutrientes, metales pesados y frenar la escorrentía para evitar daños tanto ambientales como materiales. Recordó que el cinturón combina filtros verdes, humedales y áreas de renaturalización, y que la del Carmolí es la primera que se ejecuta.
Detalló que esta zona está en un área de flujo preferente, donde las avenidas discurren de forma desordenada. Por eso, el proyecto prevé una restauración hidromorfológica: se crearán cubetas de laminación —un criptohumedal que solo tendrá agua en episodios de avenida— para favorecer la infiltración y la retención de nitratos y metales pesados antes de que alcancen el acuífero o la laguna.
A esto se sumará la renaturalización mediante distintos módulos de plantación. En la zona más próxima al Carmolí se repondrá el paisaje aterrazado con algarrobos, granados e higueras. En el resto se plantará una dehesa de pino piñonero y pino carrasco, además de itinerarios con plantaciones lineales para uso público, concebidos para el paseo y el esparcimiento, aunque advirtió que “no es un parque, no es un adorno”, sino una infraestructura ecológica pensada para filtrar contaminantes y reducir daños en avenidas.
Recordó que la finca suma 28 hectáreas, adquiridas a numerosos propietarios —agradeció su disposición a vender— y que la inversión es de 1,4 millones, con un plazo de siete meses por los requisitos de los fondos Next Generation. A ello se añaden dos años de vigilancia ambiental, con una inversión cercana a medio millón de euros, de modo que el total del proyecto roza los dos millones.
A una pregunta sobre el mantenimiento de los metales pesados retenidos en el terreno, la directora explicó que precisamente para eso existe el plan de vigilancia posterior.
La comisionada del Ciclo del Agua, Paca Baraza, intervino para trazar una panorámica del Marco de Actuaciones Prioritarias para Recuperar el Mar Menor, dotado con 675 millones de euros. Explicó que el desarrollo avanza “de manera muy favorable”, con un incremento de ejecución en los últimos meses. Detalló que hay más de 100 millones ya ejecutados, en particular en la Sierra Minera, y que la Confederación Hidrográfica avanza en actuaciones ligadas al dominio público hidráulico. Adelantó que la obra de la Rambla de Cobatillas está a punto de elevarse al Consejo de Ministros para su aprobación. Recordó que 6 de los 9 grandes bloques de actuaciones mineras están ya en marcha, movilizando 55-56 millones.
Subrayó que ha sido el Ministerio quien, tras décadas sin intervención, ha tenido que declarar de interés general estos trabajos para evitar que la carga de metales siga llegando a la laguna y mejorar la calidad de vida de las poblaciones del entorno. Defendió que, para los tiempos administrativos, diseñar, evaluar y tramitar todo este conjunto de actuaciones “en tres años es una velocidad de récord”.
Recordó que el plan ha sido premiado por Naciones Unidas por su metodología y visión integrada del territorio. Anunció que el próximo gran proyecto será el de Los Alcázares, un plan de 35 millones para recuperar el cauce de la rambla urbana y construir el primer parque periurbano de laminación. Mencionó también el Centro de Águilas, futuro referente nacional en restauración marina, cuya primera piedra se colocó hace meses y que avanzará en 2025.
Preguntada por los plazos globales del Cinturón Verde, la directora de Biodiversidad explicó que es difícil fijarlos porque cada actuación depende de la disponibilidad de terrenos —que en algunos casos requiere expropiación— y de sus evaluaciones de impacto ambiental. Aun así, señaló que la previsión es que las actuaciones se activen entre 2026 y 2027.
Añadió que el Ministerio también contempla la restauración del patrimonio industrial minero, con una inversión de más de un millón, como parte de un enfoque amplio de sostenibilidad que también incluye la dimensión cultural.
A otra pregunta sobre la posibilidad de que un cambio de gobierno pueda frenar estas actuaciones, la comisionada respondió que no ve margen para un retroceso porque los procedimientos están iniciados, cuentan con reconocimiento internacional y empiezan a mostrar resultados: “9.000 hectáreas de regadío eliminadas” y mejoras visibles en la Sierra Minera. Defendió que “la sociedad tampoco lo admitiría”.