La acumulación de escombros y la ausencia del concejal de Litoral y distrito, Gonzalo López Petrel, tienen cansados a los vecinos de Los Nietos. Nani Vergara, presidenta de los vecinos, explica que el principal problema del barrio es la acumulación de escombros en un solar donde, según denuncia, la gente sigue arrojando basura, redes y materiales que generan malos olores y plagas de moscas. Asegura que, aunque la policía retiró unas bolsas recientemente, la situación continúa porque nadie pone freno. Critica que tenga que avisar varias veces cuando —dice— los agentes pasan a diario por allí y ven los escombros sin actuar.
Afirma haber hablado también con el Ayuntamiento, que acudió al día siguiente, aunque sin lograr controlar el problema. Para ella, la responsabilidad no está ni en la policía ni en los vecinos incívicos, sino en el concejal de litoral y distrito, a quien acusa directamente de mirar “más por los bares de sus amigos que por el pueblo”. Considera una vergüenza que no se solucionen cuestiones básicas y que los vecinos tengan que manifestarse por cosas tan simples como unas banderas o el arreglo de una plaza.
Vergara señala el caso de la plaza de los Cuatro Santos, donde —asegura— a un hostelero se le han colocado pivotes para impedir el paso de coches y se le permite tener una terraza con tres alturas, algo que, según ella, no está permitido. Lo califica de amiguismo y afirma que el pueblo está “muy quemado”.
Al mismo tiempo, agradece al Partido Popular, a Vox y al PSOE que estén tomando interés desde la Asamblea, visitando el pueblo y presentando mociones. Sin embargo, insiste en que el amiguismo del concejal responsable “ya la quema” a ella y a todo el municipio.
Sobre las mejoras previstas en el pueblo, menciona el anuncio del arreglo de la Plaza del Rocío, algo que considera secundario. Cree que antes deberían reformarse espacios esenciales como la Plaza de la Iglesia, donde viven vecinos todo el año y cuya accesibilidad es deficiente. Critica que, durante unas obras de alcantarillado, no se ejecutaran rampas ni se adaptaran los accesos, obligando a personas mayores, con muletas o en silla de ruedas a rodear todo el pueblo para entrar al templo. Sobre los 75.000 euros previstos para la Plaza del Rocío, asegura que los puntos del proyecto son exactamente los que el concejal socialista elaboró con ella misma, y reprocha que se atribuya las demandas a “un vecino” en lugar de reconocer el trabajo de los 140 residentes que llevan meses esperando.
Denuncia que el concejal no habla con los vecinos y recuerda que ese grupo de 140 personas lo espera desde mayo. Relata un episodio ocurrido en una manifestación en el ayuntamiento, donde —según cuenta— el concejal se enfrentó a una persona que lo llamó “desertor”; afirma que él respondió señalándole con el dedo y diciendo: “Me he quedado con tu cara y no me he olvidado”. Vergara considera inadmisible que un político haga ese tipo de amenazas y asegura que muchos vecinos están tan hartos que no piensan votar “ni a él ni a nadie”.
También critica la falta de avances en la prometida peatonalización de la Plaza de los Cuatro Santos, pendiente desde hace cuatro años. Comenta que a principios de enero se colocó una balustrada sobre el asfalto, pero que incluso han retirado un macetero alegando que quitaba vistas al mar, algo que para ella es incomprensible tras tantos años en su sitio.