MURCIA. El convento de San José de Caravaca de la Cruz está ya cerca de comenzar su rehabilitación para ser aprovechado como un reclamo turístico, pues estos trabajos ya han sido adjudicados a las constructoras murcianas Urdecon y Azuche 88.

Este enclave, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), iba a recibir una rehabilitación integral que afectaría a los tres cuerpos del antiguo convento, como son la iglesia, la Casa Fundacional y la Casa de las Mandaderas. Aquella actuación, que se elaboró en julio de 2024, contaba con un presupuesto de 2 millones de euros y el plazo de ejecución estaba estimado en 15 meses.

Sin embargo, el retraso en la concesión del proyecto ha hecho que sea inviable realizar aquellas obras porque había que cumplir con unas fechas para mantener la ayuda de los fondos europeos. En consecuencia, se redujo el alcance a la reforma que se llevará a cabo principalmente en la iglesia, que abarca el mayor valor cultural.

Las obras a llevar a cabo se centran en la rehabilitación y adecuación del interior de la antigua iglesia y los coros, lo que abarca el arreglo de lesiones y humedades, la restauración de pinturas, actuaciones para mejorar la accesibilidad, la dotación de instalaciones de climatización, y la colocación de nueva iluminación, entre otros aspectos.

Además, también se arreglarán las cubiertas y las fachadas de la iglesia y de la Casa Fundacional para garantizar la conservación del BIC. De esta forma, se pretende convertir este enclave en un reclamo cultural para su uso turístico.

Urdecon y Azuche 88 serán las empresas encargadas de llevar a cabo estos trabajos, por lo que recibirán un millón de euros. Está previsto que las obras tengan una duración de siete meses, de forma que podrán estar completadas para la primavera del 2026.

El convento de San José de Caravaca abarca un conjunto de edificaciones de varias épocas y facturas distintas, que, a lo largo del tiempo, se han ido adicionando a las construcciones primitivas del siglo XVI, consistentes en una casa y ermita de San José, dispuestas en la acera oriental de la Calle Mayor del Casco de Caravaca de la Cruz.

De acuerdo con el Itrem, el aspecto más llamativo de la iglesia es su decoración interior, ya que destacan altares con elementos complejos arquitectónicos del XVIII y pinturas decorativas, en una mezcla curiosa entre ornato de madera dorada y pinturas con arquitecturas fingidas, propias de un XVIII tardío que invoca la ausencia de la madera en iglesias para evitar la destrucción de los habituales incendios.