MURCIA. Marín Giménez, la compañía caravaqueña especializada en la transformación de frutas y verduras en ingredientes de alto valor conservados en múltiples formatos, cuenta ahora con un nuevo propietario desde que vendiera en junio la empresa al fondo británico Sunridge, lo que está dejando ya los primeros impactos en la estructura.
Así pues, la sociedad principal desde la que se gestiona el negocio, Marín Jiménez Hermanos SA, ha disuelto el consejo de administración con el que venía operando hasta ahora y que estaba formado por la familia fundadora del negocio.
Sin embargo, ahora esta mercantil está administrada por Marín Giménez Global Holdings SL, una sociedad creada en marzo de este año con el objetivo de servir de cabecera para la compañía caravaqueña, tal y como consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
En un primer momento, se constituyó en Valencia bajo la presidencia de Philipp Christian Saumweber, socio director de Sunridge Partners, aunque su sede social ya ha sido reubicada en Caravaca y ahora cuenta con una mayor representación de la familia fundadora, que conserva una fuerte presencia en el accionariado.
No en vano, Francisco Marín figura como presidente del nuevo consejo de administración, mientras que su hermano Antonio continúa como consejero delegado. En su caso, el fondo de inversión retiene una vicepresidencia para Saumweber.
Cabe destacar que la propiedad de esta sociedad holding está gestionada por Sunridge Marín Giménez Holding Limited, una mercantil con sede en Reino Unido fundada para llevar a cabo esta adquisición.
En estos momentos la empresa caravaqueña está trabajando en un plan de negocio para los próximos años que incluya los cambios que traerá este nuevo socio, y está definiendo una hoja de ruta para los primeros 100 días de alianza.
Tal y como explicaron fuentes de la compañía a Murcia Plaza tras la adquisición, los fundadores de la firma escogieron este vehículo inversor por encima de otros competidores por ser un fondo más pequeño que otros del mercado, lo que hace que tenga un tamaño más abordable y sea más sencillo trabajar con agilidad y reactividad a la hora de tomar decisiones.
Además, también mantiene una propuesta de futuro y de estabilidad, uno de los mayores objetivos que se perseguían con esta operación, pues ahora la empresa cuenta con mayor solvencia a la hora de afrontar los retos y crisis que puedan generarse dentro del mercado, es decir, ser "más fuertes y menos vulnerables".
Asimismo, otra de las intenciones es lograr un mayor músculo financiero para abordar el crecimiento y la diversificación, lo que supone dar otro salto en innovación para mejorar sus procesos productivos, además de ampliar su gama de productos y explorar otros mercados.
En este sentido, también Sunridge tendrá mucho que aportar, pues se trata de un fondo con presencia internacional en lugares que son los señalados como prioritarios por la dirección de la compañía caravaqueña, como Europa y América del Norte. Al mismo tiempo, está especializado en e sector agroalimentario, lo que facilita tanto las sinergias como el entendimiento.
Fundada hace 70 años, Marín Giménez ocupa una posición destacada en el mercado internacional de frutas y verduras procesadas en el negocio B2B, y opera con clientes en los sectores de lácteos, helados, bebidas, confituras, postres y alimentos infantiles.
La compañía ha mantenido una facturación media de 60 millones de euros, mientras que el Ebitda ha logrado escalar hasta superar los 8 millones de euros. En este sentido, destaca el peso de su capacidad exportadora, pues el comercio internacional supone el 80% de sus ventas totales, con contactos con alrededor de 50 países.