MURCIA. Melones El Abuelo ya se ha consolidado como una empresa más del grupo Citri&Co, impulsado por Miura, tras su venta a la brasileña Agrícola Famosa. En consecuencia, ha adaptado su estructura a su nueva realidad, para lo que ha fusionado las dos sociedades con las que operaba.
Más concrentamente, Productores y Comercializadores de Melón SL ha absorbido a la otra mercantil activa que se empleaba hasta ahora, El Abuelo de los Melones SL, que acaba de ser disuelta sin liquidación.
Por tanto, queda ahora tan solo una única sociedad como representante de esta empresa, que recibirá la transmisión en bloque del patrimonio de la compañía extinguida, al tiempo que obtendrá por sucesión universal sus derechos y obligaciones.
Este movimiento ya fue anunciado el pasado mes de agosto en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), aunque no ha sido hasta este lunes cuando se ha hecho efectivo con la publicación de la absorción.
Asimismo, Productores y Comercializadores de Melón SL ha cambiado su denominación para adoptar el nombre de la empresa disuelta, de manera que ahora también será conocida como El Abuelo de los Melones SL.
Esta sociedad, constituida en 2003, alcanzó una facturación de 25 millones de euros en 2023, el último año del que existen registros, mientras que la firma disuelta registró ese año una cifra de ventas de 43 millones de euros, lo que suma 68 millones entre ambas.
Tras la integración, Celedonio Buendía, director general de la compañía y uno de los anteriores propietarios, se mantuvo al frente del consejo de adminitración en calidad de presidente. En cualquier caso, cabe recordar que ya se había anunciado que el equipo directivo se mantendría al frente del negocio, "manteniendo su independencia y modelo de gestión", e impulsando sinergias operativas y comerciales con su nueva matriz.
Por otro lado, lo cierto es que el fondo Miura está estudiando la venta de todo el grupo Citri&Co al que pertenece Melones el Abuelo. El fondo de inversión barcelonés contrató a comienzos de año al banco estadounidense Greenhill con el fin de encontrar comprador para el mayor grupo que atesora, al que ha dado un impulso remarcable desde que lo creara en 2017 a partir de la compra de una participación mayoritaria de la firma castellonense Martinavarro, a la que integró con la onubense Rio Tinto.