Murcia, 13 jun (EFE).- El Grupo Griñó ha completado el proceso de adquisición de Azor Ambiental, convirtiéndose en socio único de esta empresa murciana especializada en el reciclaje de baterías.

La operación ha sido formalizada tras la sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Murcia del pasado 6 de mayo que avalaba el plan de reestructuración del Grupo Rator, al que pertenece Azor Ambiental, presentado por varias entidades acreedoras y la compañía catalana Griñó como inversora.

El Juzgado dio luz verde a que el Grupo Griñó y los bancos acreedores se hicieran con la compañía murciana a cambio de capitalizar parte de la deuda.

Según ha señalado Joan Griñó, CEO de Grupo Griñó, “esta adquisición no solo asegura la continuidad de Azor Ambiental, sino que abre una nueva etapa marcada por la innovación, la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de residuos con el compromiso de generar un valor real para el territorio y para las personas”.

La adquisición de Azor Ambiental refuerza el posicionamiento de Grupo Griñó en el ámbito del reciclaje como estrategia de crecimiento, según fuentes de la compañía catalana, que han dicho que esta operación supone "una firme apuesta por el talento y el conocimiento técnico del equipo humano de Azor Ambiental".

Grupo Griñó es un conglomerado de empresas familiar, fundado en 1933, especializado en la gestión y tratamiento de residuos y servicios medioambientales. Con Conformado por más de 1.400 profesionales, 48 instalaciones y más de 1,8 millones de toneladas de residuos gestionados al año, el grupo ha facturado más de 200 millones de euros en el último ejercicio.

Azor Ambiental, con sede en Molina de Segura (Murcia) cuenta con una sólida trayectoria en el tratamiento de baterías de plomo-ácido, filtros de aceite y otros residuos de automoción de alto valor estratégico en el mercado. La compañía, formada por más de 230 personas, tiene una facturación anual de más de 120 millones