MURCIA. Un tie break que se le resistió y dolores en el muslo derecho para acabar perdiendo en la final del ATP 500 de Barcelona. Carlos Alcaraz Garfia cayó ante el danés Holger Rune por 6-7 (6) y 2-6 en 1 hora y 39 minutos y se quedó sin el triplete que buscaba en el Trofeo Conde de Godó, un torneo que había ganado en 2022 y en 2023 -en 2024 no participó por una lesión en el antebrazo derecho-. Esta derrota, además, trae consigo que abandone el segundo puesto del ranking ATP al verse rebasado por el alemán Alexander Zverev con el título que éste logró este domingo en el ATP 500 de Múnich con un 6-2 y 6-4 contra el estadounidense Ben Shelton.
No fue un buen día para el joven tenista murciano, que el 5 de mayo cumplirá 22 años y que se enfrentaba a un tenista seis días mayor que él, que vuelve a ser top 10 al ocupar el noveno puesto, y del que es amigo personal desde que ambos eran unos críos.
En la final el palmareño, que dominaba en el cara a cara a Rune por 2-1 -ahora están empatados-, comenzó con buenas sensaciones pero no aprovechó su momento y luego fue víctima de un problema físico que fue un lastre insuperable.
El choque comenzó con cada jugador ganando su saque pero ya se veía a Alcaraz dominar. De hecho , dejó a Rune en blanco para empatar a 1 y a 2. En el quinto juego, siendo tremendamente agresivo, logró el break con claridad para establecer el 3-2.
Todo iba bien para Carlos pero se le torció en un instante. Ocho puntos seguidos de Holger le pusieron 3-4. CA reaccionó bien y, con otro saque ganado en blanco, logró la cuarta igualada en el partido.
Con 4-5 y 15-40 en contra -dos pelotas de sete para el danés- el español fue capaz de enlazar cuatro puntos para salir del apuro y el set tenía pinta de irse al tie break, que es justo lo que ocurrió.
En la muerte súbita Alcaraz, a quien Juan Carlos Ferrero, su primer entrenador, le dijo desde su palco "hagas lo que hagas hazlo convencido", se puso 3-1 arriba y fue mandando hasta el 4-3. Sin embargo, Rune, con golpes de mucho nivel, volteó el marcador hasta el 4-6. El de Gentofte tenía otras dos bolas de set que el de El Palmar volvió a salvar pero luego falló y, tras 53 minutos, cedió la manga un irregular Alcaraz.
Tocaba remontar para ser campeón y se puso a la faena. Se llevó su servicio en blanco y acto seguido tuvo dos ventajas para el 2-0 que dejó pasar. No obstante, siguió para lograr el 2-1 y en ese momento pidió atención de fisioterapia.
En la pista Rafa Nadal, con 8.000 espectadores llenando sus gradas, había incertidumbre y a HG se le veía más entero físicamente y también con más confianza. Eso se vio en la pista y se reflejó en el marcador. De vuelta a la tierra batida de la central del Real Club de Tenis Barcelona 1899 Carlos cedió al resto y también con su saque (2-3).
Al acudir a la silla su muslo derecho volvió a ser masajeado pero las molestias persistían. No parecía algo muy serio pero el dolor jugaba en su contra claramente. Incluso así, ante un rival crecido, dispuso de dos opciones para conseguir el contrabreak pero tampoco las hizo buenas.
Con el público animándole ante la adversidad el murciano trató de acortar los puntos, lo cual no es buena señal, y el encuentro avanzaba irremediablemente hacia su derrota. Cinco juegos seguidos del nórdico, el último en blanco y con su oponente ya entregado, hicieron campeón al de Dinamarca tras otros 46 minutos de batalla desigual. "He dado todo lo que tenía", dijo el subcampeón al término de la final.
El partido concluyó con un 60-69 en el puntaje y con Alcaraz ya pensando que el fin de semana volverá a competir en el Masters 1.000 de Madrid si es que su maltrecho muslo derecho no dice lo contrario.