MURCIA. Se puede decir y hasta cantar a los cuatro vientos. Modestia aparte... y sin ella: Carlos Alcaraz y Jannik Sinner son los mejores y dominan con mano firme el tenis del presente -todo apunta a que lo harán también en el futuro-. De hecho, a pesar de su juventud, jugarán este domingo, a las ocho de la tarde -horario español- su séptima final conjunta, uno frente al otro. Esta, además, tiene premio gordo pues el que la gane se quedarán con el número 1 de la ATP.
El de El Palmar, de 22 años y actual segundo jugador del mundo, selló el pase a la final venciendo en tres sets al serbio Novak Djokovic, la mayor leyenda de este deporte, por 6-4, 7-6 (4) y 6-2 y, a continuación, el de San Cándido replicó superando, con más apuros y dolores abdominales -ojo con esto para la final, aunque Sinner le restó importancia tras el choque-, al canadiense Felix Auger Aliassime por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4.
La final, la que más se podía prever, está servida y el murciano se presentará en ella sabiendo que recuperará el liderato del tenis mundial dos años después si la vence. Es un encuentro que se dará por decimoquinta vez y en una final por séptima ocasión. Las cinco últimas se dieron en la última instancia de un torneo y cuatro de ellas se las llevó Carlos, quien manda en el cara a cara global por 9-5.
Sólo en cuanto a finales, en las que el bagaje es de 4-2, la primera entre ambos deparó el triunfo de Sinner (7-6 (5), 1-6 y 1-6 en el ATP 250 de Umag 2022) y a partir de ahí cambió la tendencia pues el italiano sólo volvió a imponerse al español en otra, la de Wimbledon de este año (6-4, 4-6, 4-6 y 4-6). El resto acabaron con Carlos levantando el trofeo. En 2024 lo hizo en el ATP 500 de Pekín (6-7 (6), 6-4 y 7-6 (3)) y ya en 2025 repitió con Sinner al otro lado de la red en la memorable final de Roland Garros con una remontada para la historia (4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2)) y también en el Masters 1.000 de Roma (7-6 (5) y 6-1 en la casa del italiano) y en el de Cincinnati, en el que se impuso por 5-0 y retirada de Jannik debido a un problema estomacal.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López está en su mejor momento, como lo acredita el hecho de que disputará su octava final consecutiva en el circuito y ganó cinco de las siete jugadas desde que cayó a las primeras de cambio en el Masters 1.000 de Miami ante el belga David Goffin (7-5, 4-6 y 3-6). Eso ocurrió el 22 de marzo y desde entonces, han transcurrido cinco meses y medio y Alcaraz no para de jugar finales y de ganar la mayoría de ellas. Venció las de los Masters 1.000 de Montecarlo, Roma y Cincinnati más las de Roland Garros y el AT 500 de Queen's y perdió la del ATP 500 de Barcelona y la de Wimbledon. Excepto la primera de ellas, en la que cedió ante el danés Holger Rune en la Ciudad Condal (6-7 (6) y 2-6 en un partido que Alcaraz jugó mermado por una lesión en el abductor de la pierna derecha) y la de Queen's, en la que se impuso al checo Jiri Lehecka por 7-5, 6-7 (5) y 6-2, en todas el rival fue el mismo, el que volverá a tener el domingo.
Nuevamente contra Sinner intentará sumar otro trofeo a su palmarés. Sería el sexto Grand Slam en su cuenta y el segundo en Estados Unidos tras el que conquistó en Nueva York en 2022. En la lista también hay dos conseguidos en París (2024 y 2025) y dos en Londres (2023 y 2024).