MURCIA. La noticia anunciada este miércoles 17 de diciembre de la ruptura de la relación profesional, que no personal, entre Carlos Alcaraz Garfia, el tenista número 1 del mundo, y Juan Carlos Ferrero, quien guio los pasos del murciano hasta llegar a la cima, abre una nueva etapa siete años después y se cierra un ciclo victorioso con 24 títulos -seis Gand Slam- y 280 partidos ganados de 345 disputados, todo ello para instalarse en lo más alto y para ganar casi 49 millones de euros en premios.
Juan Carlos Ferrero Donat, de 45 años y que también dominó en su día el circuito, aceptó el reto de dirigir a un chico que entonces tan sólo tenía 15 y que apuntaba alto pero que aún no era nadie en el mundo del tenis -faltaban casi dos años para que debutara en la ATP-, y dio su sí después de haber guiado la carrera de un top 3 como el alemán Alexander Zverev.
Fue una apuesta personal y salió francamente bien. El padre del tenista de El Palmar, Carlos Alcaraz González, quien fue quien le puso una raqueta en la mano al chico cuando éste apenas levantaba tres palmos del suelo, buscaba un técnico del más alto nivel para su hijo siendo consciente de su potencial. No en vano, Alcaraz González había sido tenista y, dirigiendo la escuela que lleva tres décadas operando bajo su tutela en la Real Sociedad Club de Campo, había visto mucho como para darle argumento a esa percepción.
Cierto es que la familia no contaba con los recursos económicos como para pensar en alguien como Ferrero pero ahí entró en juego Albert Molina, quien sigue siendo el representante de Carlos, y fue quien movió los hilos para que Juan Carlos se convirtiese en su entrenador.
Ferrero vio en el actual líder de la ATP y ya ganador de 24 trofeos en el circuito, entre ellos dos en Roland Garros, otros dos en Wimbledon y dos más en el Abierto de Estados Unidos, un proyecto estimulante y no lo dudó. Cuentan que el valenciano le dijo a su pupilo que el primer millón de dólares que ganara por resultados se los guardara para sí mismo y a partir de entonces ya hablarían de lo que sería su sueldo.
Desde entonces Carlos lleva embolsados cerca de 60 millones sólo por sus victorias en las pistas -57.480.695 dólares, que son 48.928.084 euros, según la cifra hecha oficial por la propia ATP- y lo de las exhiciones y la publicidad va por otro lado. En cuanto a títulos ganados Carlos ya es el segundo jugador en activo con más trofeos en sus vitrinas -sólo superado por el serbio Novak Djokovic, que tiene 101 a sus 38 años-.
En ese listado figuran, además de sus seis major, los Masters 1.000 de Indian Wells, Madrid -ambos por partida doble-, Miami, Montecarlo, Roma y Cincinnati, los ATP 500 de Barcelona, Queens -dos en cada caso-, Río de Janeiro, Pekín, Rotterdam y Tokio y los ATP 250 de Umag y Buenos Aires, torneos en los que fue campeón desde su debut como profesional en febrero de 2020.
A nivel de partidos, Alcaraz, siempre con Ferrero como su técnico, disputó 345 en el circuito, de los que ganó 280, un espectacular 81,1 % de éxitos.
Sin duda que el tándem dio resultados óptimos y ahora el palmareño seguirá su carrera con Samuel López, quien venía ejerciendo como segundo entrenador y que también es técnico de la academia que gestiona Ferrero en la localidad alicantina de Villena.
Samu llevaba un tiempo en el Alcaraz Team aunque fue desde este año 2025 cuando entró en nómina como ayudante de Juan Carlos en su trabajo diario con la figura del tenis mundial. Ahora, confirmada la salida del de Ontinyent, será el alicantino, de 55 años cumplidos el 1 de febrero y que previamente dirigió al asturiano Pablo Carreño como jugador más destacado, el que tome las riendas adquiriendo protagonismo en un equipo en el que, al menos por ahora, se mantienen todos los integrantes que lo han firmado durante las últimas campañas.
Alcaraz, de 22 años -cumplirá 23 el 5 de mayo-, continúa su trayectoria con alguien que conoce de sobra pues también coincidió con él en Villena trabajando en la Ferrero Tennis Academy, de la que es cofundador. Hace unos días Ferrero y López fueron nombrados mejores entrenadores de esta temporada en la ATP y la mitad de ese dúo continuará con el número 1 del circuito, que afrontará 2026 partiendo en el Abierto de Australia con esa gran novedad.
Ferrero ya es pasado, un brillantísimo pasado, para Carlos, quien anteriormente fue guiado por Carlos Santos Bosque, el primer entrenador que tuvo, y por Kiko Navarro hasta que llegó Juanki y con él un Samu que ahora será quien le dará las instrucciones técnicas y tácticas.
