VALÈNCIA. Ni el aplausómetro ni las quinielas de grandes favoritas han servido para intuir qué iba a pasar en los Premios Óscar 2025, una edición marcada por las polémicas que han salpicado a prácticamente todas las películas con más opciones. Finalmente ha sido Anora, de Sean Baker, la que, tras haberse llevado la Palma (de Oro de Cannes), ha sido encumbrada como la mejor del año para la Academia de Cine.
Y el nombre de Baker resuena con fuerza porque es él quien ha sostenido el triunfo de esta película indie casi en solitario: no solo es su director (ha ganado esta categoría), sino también su guionista (y ha ganado a Mejor Guion), su montador (y ha ganado a Mejor Montaje), y su co-productor (así ha ganado también la estatuilla a Mejor Película). Junto a él, ha celebrado este triunfo Mikey Madison, actriz principal, que ha sido una de las grandes sorpresas para quien esperaba un premio casi honorífico a Demi Moore por su interpretación icónica en La Sustancia.
Como las películas triunfadoras de los Óscar siempre se leen como un reflejo del pulso cinematográfico americano, establezcamos coordenadas: Anora es una película indie hecha con el empeño de un director con una filmografía sostenidamente inteligente pero que no ha formado parte de la feria de las vanidades; no es una película que busque que sea lea como el triunfo de nada, y a la vez contiene en ella dos grandes reivindicaciones: la de contar con sensibilidad y conocimiento de causa una historia no estigmatizante sobre una trabajadora sexual, y la de la cinefilia de su director, que ha defendido en su discursos a las salas de cine y la educación fílmica.
Como curiosidad en clave más local, Baker fue el Premio Lluna de València de 2023 en Cinema Jove y una de sus grandes inspiraciones para esta película ha sido el cine del director español Jess Franco.
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- Las y los ganadores de los Óscar a Mejor Interpretación. Foto: EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN
En todo caso, la victoria de Anora también recuerda una máxima siempre olvidada: la película con más nominaciones no siempre es la favorita. El film de Sean Baker estaba nominada en seis categorías y solo ha perdido en una (Yuriy Borisov, como Mejor Actor de Reparto). En el lado contrario estaría Emilia Pérez, que ha sufrido todo el desgaste de la campaña estrambótica desde que se conocieran sus históricas 13 nominaciones.
La película de Jacques Audiard no solo ha dejado escapar el premio a Mejor Actriz para Karla Sofía Gascón, que ha estado en la gala pero no ha recogido ni excesiva atención ni agradecimientos ni el premio al que optaba; también ha sufrido las polémicas por la representación mexicana y las boutades de la película. Se ha tenido que conformar únicamente con las estatuillas de Mejor Actriz de Reparto, para Zoe Saldaña, y Mejor Canción, para El mal. Los Óscar han sentenciado a una película; y cabría preguntarse cuánto tiene que ver la ampliación de la diversidad en los académicos que pueden votar: ¿fue eso lo que permitió todas esas nominaciones? ¿o por el contrario ha sido eso lo que la ha enterrado?
Entre la ganadora y la perdedora, todo lo demás que no es poco. Hasta las últimas categorías, la gala parecía presentar un palmarés sin grandes favoritas. Un muchas categorías había nominaciones muy reñidas, y así lo demuestra en término medio: The Brutalist ha ganado tres Óscar (Mejor Actor Principal para Adrien Brody, Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora); Cónclave ha ganado a Mejor Guión Adaptado; y las categorías técnicas se las han repartido Dune: Parte Dos (Mejor Sonido y Mejores Efectos Visuales) y Wicked (Mejor Diseño de Producción y Mejor Vestuario).
Cuando apenas quedaban unas pocas estatuillas por repartir, cinco películas empataban en número de estatuillas. Sean Baker y Mikey Madison han acabado decantando la balanza.
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- Uno de los gags de Conan Obrien. Foto: EFE/EPA/ALLISON DINNER
Una gala con gestos reivindicativos más allá de Trump
Conan O’Brien también guarda un equilibrio en sí que ha sabido trasladar a la gala, y ha tenido acierto, gracia y elegancia para conducirla de manera notable. Las cuatro horas de ceremonia han conseguido algo que se había vuelto extraño en los últimos años: no tener grandes polémicas pero tampoco pecar de ser aburrida.
El centro de la gala han sido los incendios que asolaron Los Ángeles hace apenas un par de meses y que han estado presentes a lo largo de toda la noche por promoción expresa de la Academia (no ha estado en los discursos, sino en las actuaciones y el guion de la gala).
Presentaciones de categorías asépticas (ha destacado el gag de Ben Stiller presentando la categoría a Mejor Diseño de Producción) y un In Memoriam olvidable a pesar de los pesos pesados que reconocía. Poco que destacar, pero también casi nada que reprochar.
A pesar del momento político que está viviendo Estados Unidos, con la vuelta de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, no ha habido alusiones directas ni bromas, aunque sí ha habido momentos reivindicativos. De manera explícita, Daryl Hannah ha pedido “seguir apoyando a Ucrania” y Adrien Brody ha clamado contra la vuelta del “antisemitismo y el racismo”.
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- El equipo de No Other Land recogiendo el premio a Mejor Documental. Foto: EFE/EPA/ALLISON DINNER
Pero el momento más emotivo ha sido el galardón a No Other Land, una película hecha por un colectivo palestino-israelí que denuncia las demoliciones de casas, escuelas o pozos de agua por parte del gobierno de Israel en Cisjordania y que no tenía todas las papeletas de ganar a Mejor Documental precisamente por su compromiso político en contra del genocidio liderado por Netanyahu. Finalmente ha ganado y ya se ha sentido en la gala como un triunfo, pero el discurso del palestino Basel Adra y el israelí Yuval Abraham lo ha amplificado: ”Cuando miro a Basel (Adra), veo a mi hermano, pero somos desiguales (…) Hay un camino diferente, una solución política sin ninguna supremacía de los derechos nacionales para ambos pueblos, pero la política exterior de este país (Estados Unidos) está ayudando a bloquear el camino”.
Lista de premiados en la 97.ª de los Premios Óscar
MEJOR PELÍCULA: Anora
MEJOR DIRECCIÓN: Sean Baker - Anora
MEJOR ACTOR: Adrien Brody - The Brutalist
MEJOR ACTRIZ: Mikey Madison - Anora
MEJOR GUION ORIGINAL: Sean Baker - Anora
MEJOR GUION ADAPTADO: Peter Straughan - Cónclave
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Zoe Saldaña - Emilia Pérez
MEJOR ACTOR DE REPARTO: Kieran Culkin - A Real Pain
MEJOR MONTAJE: Sean Baker - Anora
MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL: Daniel Blumberg - The Brutalist
MEJOR CANCIÓN ORIGINAL: El Mal - Emilia Pérez
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN: Flow, un mundo que salvar
MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN: In the shadow of the cypress
MEJOR DOCUMENTAL: No Other Land
MEJOR CORTOMETRAJE DOCUMENTAL: The Only Girl in the Orchestra
MEJOR SONIDO: Gareth John, Richard King, Ron Bartlett, Doug Hemphill - Dune: Parte 2
MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO: Paul Tazewell - Wicked
MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: Pierre Olivier Persin, Stéphanie Guillon, Marilyne Scarselli - La sustancia
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Nathan Crowley, Lee Sandales - Wicked
MEJORES EFECTOS ESPECIALES: Paul Lambert, Stephen James, Rhys Salcombe, Gerd Nefzer - Dune: Parte 2
MEJOR CORTOMETRAJE: I'm Not a Robot
MEJOR FOTOGRAFÍA: Lol Crawley - The Brutalist
MEJOR PELÍCULA INTERNACIONAL: Aún estoy aquí (Brasil)