MURCIA. Que un guionista escriba una novela de la que depués tenga que hacer un guion para llevarla al cine no es lo más habitual (Denis Lehane sería un ejemplo). Es lo que le ha ocurrido al alhameño Salvador S. Molina, quien está detrás de los guiones de series como Manual para señoritas de Netflix o de películas como Malasaña 32, entre otros muchos proyectos. Y es que su primera novela publicada, El mal hijo, ambientada en la huerta murciana, ha sido llevada al cine por el actor murciano Jaime Lorente, en el que es su primer trabajo como director y para el que ha contado como protagonista con otro intérprete de la tierra, Miguel Ángel Puro. Y, claro, quién mejor para adaptar el guion que el propio autor. 

Esta película -producida por AF Films- tendrá muy presente la esencia murciana, aunque su rodaje ha tenido lugar en Canarias. Así se lo cuenta a Murcia Plaza Salvador S. Molina, quien todo lo que escribe, tanto para ficción como para novela, intenta que tenga lugar en la Región de Murcia. "Si no pongo de mí en lo que escribo, me resulta muy difícil", señala el guionista que está detrás de series como Jaguar o 45 revoluciones (ambas en Netflix), del drama romántico El verano que vivimos o la comedia negra La Fortaleza. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la UCAM y tras pasar por la Escuela de Cinematrografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid, además de tener un grado en Film and Media de la University of Central Lancashire, anuncia que ahora está con otro proyecto "muy tocho" de la productora en la que trabaja, Bambú Producciones.

Hablamos con este alhameño sobre la adaptación al cine de El mal hijo y sobre su trayectoria como escritor.

¿Cómo llegó El mal hijo a manos de Jaime Lorente?

Yo sabía que Jaime Lorente y Miguel Ángel Puro estaban buscando un proyecto más o menos de este estilo para hacer una película. Resulta que  Miguel Ángel y yo tenemos un amigo en común. Se trata de Blas Jesús Sánchez, uno de mis mejores amigos del pueblo, quien fue un poco el enlace. Le habló de una novela que se estaba leyendo a Miguel Ángel y este se interesó y rápidamente me llamó. Cuando le conté el tema, dijo que le flipaba porque Jaime y él llevaban muchos años buscando hacer algo juntos y curiosamente todos los proyectos en los que habían trabajado tocaban un poquito los temas que se abordan en la novela. Conectaron enseguida con la historia, se la leyeron y me pidieron que yo escribiera el guión.Y así fue.

¿Cómo fue para ti adaptar tu propia novela?

Es cierto que ellos me propusieron algo muy interesante y es que se querían quedar con gran parte de la novela, proponiéndome un cambio que no se puede revelar todavía. La verdad es que fue un pequeño reto para mí, porque fue como alargar una parte de la novela que se quedaba un poco en el aire. Tuvimos que trabajar toda esa parte y fue muy guay, porque creo que la peli lo que va a hacer es complementar un poco la novela para los que ya la hayan leído. Más que un cambio es una especie de prolongación. 

Esto es como rizar un poco el rizo, porque tú eres guionista, das el salto a la novela con esta obra y ahora la has guionizado.

Exactamente. Fue, ya digo, un reto. Es verdad que yo lo primero que empecé a escribir fueron novelas y lo del guión vino después, por querer dedicarme a algo que tuviese que ver con la escritura. Y es más fácil vivir de ser guionista que de ser novelista. He ido compaginando tanto la escritura de narrativa como de ficción, pero El mal hijo es la primera novela que he publicado.

La novela se desarrolla en Alhama de Murcia, pero la película se ha grabado en Canarias. ¿Se pierde el toque murciano?

Es verdad que la novela se desarrolla en Alhama de Murcia, en la huerta, pero por temas de producción se ha tenido que rodar fuera. Aún así, lo hemos solucionado de una manera bastante chula, creo yo. Porque todo el escenario, toda la magia que encierra la huerta murciana está representada en el personaje de la abuela, que interpreta Susi Sánchez. Creo que está bastante bien metido y que Murcia va a estar presente, aunque no de una manera física (de hecho, y como dato, el personaje de la abuela es conocida como 'la murciana').

¿Qué te parece el caldo de cultivo que hay en la Región, donde actualmente se está apostando mucho por los rodajes?

Mira, justamente el otro día pude ver la película que hizo Juan Albarracín, El Instinto, y me pareció increíble. Creo que de repente hay como una hornada de talento murciano que tiene que despuntar de alguna manera. Ahora, según creo, se está rodando otra peli con Roberto Álamo. Y Twin Freaks está haciendo muchas cosas. Luego se están trayendo rodajes extranjeros, que tienen la ventaja de que manejan mucha pasta. Y aunque es cierto que hay más movimiento, creo que aún se debería hacer mucho más, porque si se quieren fomentar los rodajes hay que potenciar que haya una industria detrás. Ahora mismo, por ejemplo, también se están poniendo mucho las pilas es en Extremadura y muchos rodajes se están yendo allí, porque hay mucha ayuda para la producción.  

Ya sea como guionista o novelista, ¿cómo te iniciaste en el mundo de la escritura? 

Todo empezó un poco porque a mí siempre me ha gustado mucho leer, además del cine. Empecé a escribir cuentos y, además, me metí en un grupo teatral de mi pueblo, Teatro Sinfín. Son cosas que no te planteas, porque si a mí con 15 años me dicen que me iba a dedicar a esto, lo habría visto imposible. Pero cuando te vienes a dar cuenta estás escribiendo una novela, sin tener afanes de querer publicar ni nada, sino simplemente como un juego. Ves que la primera novela es una mierda y escribes otra un poquito mejor, así hasta que llegó El mal hijo. Ahí sí que dije: esto ya es algo que me gustaría enseñar, que habla sobre mí y me gustaría que se publicara en una editorial para que pueda llegar a todo el mundo. 

¿Habla mucho de ti esta novela? 

Sí, habla mucho de mí, como también lo hace una serie que escribí por encargo que se llama Manual para señoritas, de Netflix, que trata sobre damas del siglo XIX. Quiero decir que, al fin y al cabo, cualquier proyecto sea personal o por encargo, si no le das algo tuyo, si no le pones un poco de tu carne, al menos a mí me cuesta mucho escribirlo. En gran medida o en pequeña medida, siempre hay algo de mí en todo.

¿Te salen novelas cinematográfica y guiones literarios?

Es un poquito raro, pero yo cuando escribo guiones siempre intento que se parezcan un poco a una novela y cuando escribo una novela pues siempre intento que tenga como ese aroma cinematográfico. Me molesta un poquito que cuando la gente dice que es una novela muy cinematográfica parece que es un poco despectivo, pero no tiene por qué, no tiene por qué ser mala a nivel de narración ni de lenguaje. Si tiene un aroma, una atmósfera, la puedes visualizar mucho mejor. Lo mismo pasa con el diálogo, parece que una novela cuanto más diálogos tenga es peor y para nada es así.

¿Crees que el hecho de ser de Alhama ha influido en tu forma de escribir? 

Sí, sin duda. Hasta ahora todo lo que he escrito, tanto en novela como en cine, siempre intento que se desarrolle en Murcia o en mi pueblo, pero es un poco por lo que comentaba, porque creo que es una zona muy poco conocida en la ficción y me da cierta pena. Porque es verdad que en el País Vasco, en Galicia o en Andalucía hay una mística y creo que en Murcia también la tenemos -la zona de la huerta, la sierra, cómo es la gente...-. Me produce cierta ilusión que de alguna manera yo pueda ayudar a que la gente nos conozca un poco más. Entonces, sí influye en mi forma de escribir el ser de  Alhama, sin ninguna duda.