Rulo es un tipo inquieto, romántico y "disfrutón". Así se define y así se muestra también a los demás. Además, está contento, pues la gira en la que está inmersa su banda no puede ir mejor. Rulo y la Contrabanda llevarán su rock a alrededor de 31 teatros de toda España, entre ellos al Teatro Circo de Murcia el 28 de marzo, y, por ello, su vocalista muestra su enorme agradecimiento al público por darles el "sí".
Durante la charla, Rulo desvela a Plaza algunos detalles de la propuesta escénica de la gira, pues los decorados son especiales y el formato, más que el de un concierto, es el de un "espectáculo". También hay tiempo para preguntar al de Reinosa sobre la situación de la industria de la musica en la actualidad, una cada vez más influenciada por los estilos urbanos, como el reggeatón y el trap, géneros que al vocalista le "horrorizan", pues le gusta la música con la letra "cuidada" y en la que haya "emoción". Como toda moda, espera que "esta también pase" y, mientras tanto, disfruta del rock, aquello que ama pese a que "nunca haya estado de moda" y siempre haya tenido que ir "un poco a contracorriente".
Seis años hacía desde la última gira de teatros de Rulo y la Contrabanda. Este tipo de formatos, más íntimos y en acústico, son siempre especiales, ¿no?
Sí. Nosotros, habitualmente, con cada disco de estudio venimos haciendo una gira de teatros. Todo empezó porque, con La Fuga, hace muchos años, hicimos una gira de entre 8 y 10 teatros. Ahí fue cuando descubrí lo que eran los silencios y la magia que tiene tocar en un teatro. A raíz de eso, con Rulo y la Contrabanda en la primera gira conseguimos 10 teatros, en la segunda 18, en la tercera 22 y con el cuarto disco no pudimos hacer gira por la pandemia. Ahora, con el quinto, estamos muy contentos. Vamos a hacer entre 29 y 31 teatros, una maravilla. Estamos enormemente agradecidos al público por darnos el sí, pues hay bandas de rock que se ponen a tocar en un teatro y su público dice, no me vas a sentar, quitarme la cerveza y encima ponerme una entrada un poco más cara. Tenemos la suerte de, cada cierto tiempo, poder seguir haciendo esto que tanto placer nos da y que tanto disfrutamos.
Háblame de cómo va a ser vuestro espectáculo, pues tengo entendido que el teatro tiene mucho peso y que presentáis una escenografía y unos decorados especiales para la ocasión…
En esta gira, la escenografía va un paso más allá. Llevamos un tren de 12 metros de largo que, si el teatro es amplio, sale rodando de la nada en la tercera canción. También hay pequeñas actuaciones y simulamos estar en una estación. Es algo más que un concierto. Lo definiría como un espectáculo. Aunque las canciones son las protagonistas, hay mucho más que canciones. Fíjate que para montar esto, mi equipo entra a las 10:00 de la mañana cuando, habitualmente, en un concierto de rock lo hace sobre las 16:00. A veces, cuando he ido a ver a un grupo de rock a un teatro, me he llegado a sentir desilusionado y todo viene un poco de ahí. He pensado, "jóder, me sientas, me quitas la cerveza y me haces lo mismo que haces en una sala o al aire libre". Creo que cuando tocas en un teatro o en un auditorio tienes que adaptarte tú al espacio y no al revés, pues no dejas de estar en un templo de las artes escénicas. Al menos, esa es mi inquietud.
¿No pierde el rock en acústico parte de su esencia, de esa electricidad, fuerza y punch que tanto le caracteriza?
Sí, es verdad. No es un concierto de rock. Las canciones bajan de revoluciones, utilizamos una acústica de cuerdas y no es nuestra cara 'A'. El 80% de veces que nos subimos a un escenario lo hacemos en eléctrico y tú, cuando pones Spotify, escuchas una banda electrificada. Lo que pasa, que como esto es una cosa excepcional, que hacemos cada cinco o seis años y que disfrutamos tanto, le damos la vuelta a las canciones y las vestimos de otra manera. Esto es idóneo cuando es invierno, pues la piel está predispuesta a la confidencia y a la caricia. El 15 de agosto no tendría sentido hacer lo que vamos a hacer en el teatro de Onda. Es la otra cara de la banda y las canciones no son puramente de rock, pero también es bonito, de vez en cuando, desdoblarse y hacer cosas diferentes.
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Te he escuchado alguna vez bastante crítico con la música actual, pues dices que se está latinizando. ¿Tiene solución? ¿O crees que la influencia en la industria de estilos urbanos, como el reggaetón o el trap, es ya imparable?
Sí. En América Latina también hay quién hace muy buena música, pero el 90% es, como bien dices, reggaetón, trap o similar, y a mí ese tipo de música me horroriza. Es una moda, pero ojalá hubiéramos importado otro estilo de allí. A mí me gustan las canciones en las que los textos están un poco cuidados y currados y, por lo general, en esos estilos las letras no se suelen cuidar mucho. Tampoco hay emoción. Ahora parece que solo existe eso. Lo nuestro es otra historia, aunque sí es cierto que el rock nunca ha estado de moda, nunca ha sido buena época para tener una banda de rock y siempre ha sido ir un poco a contracorriente. Solo espero que, como todas las modas, que igual que vienen se van, esta también pase.
¿Crees que ha podido escapar el rock a esta nueva forma de crear y entender la música?
Claro. Creo que esto del reggaetón le ha hecho más daño a grupos más melódicos o a gente que antes estaba sonando todo el día en la radio y que ahora ya no lo hacen porque la tendencia va hacia otro lado. Yo, en cambio, nunca he estado ahí, ni con La Fuga ni con Rulo y la Contrabanda. Al no ser un grupo de moda pues aprendes a ir a tu bola, a ir tranquilo por tu camino. Pero eso no quita que vea cuáles son las tendencias en la música actualmente.
Y menos mal, ¿no? Entiendo que a alguien como tú, que ha dedicado su vida al rock y que ha crecido con mitos de la talla de Miguel Ríos, Fito o Mikel Erentxun le apenaría muchísimo esto...
La suerte es que el rock es otro idioma, otro lenguaje, otro planeta. Aunque esté todo metido bajo el paraguas de la música, no tienen nada que ver. El reggaetón puede quitarle público a otro tipo de artistas, pero no a nosotros.
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¿Qué tipo de giras disfrutas más? ¿Estas en acústico o las de rock más puro?
Sabes lo que pasa, que yo soy un disfrutón de todo, a mí lo que me gusta es cambiar permanentemente. En los teatros disfruto muchísimo, todo y que es cierto que es lo menos rentable de todas las giras que hago, porque vamos toda la banda, con una escenografía de la ostia y un equipo técnico amplio. No vamos a un teatro dos músicos solos, con dos guitarras acúsicas y sobre un telón negro. Es una romanticada los teatros. Con esto quiero decirte que yo no me quedo con una sola cosa de todo lo que hago. Por mi forma de ser, si solo hiciera teatros podría llegarme a aburrir. Si solo hiciera festivales o conciertos eléctricos, también. Soy así, me gusta cambiar de registro y además aprendo mucho.
Por lo que he podido ver, me atrevería a decir que no solo disfrutas cada día más de las giras, sino que además no has perdido la motivación ni la pasión por lo que haces. Buena prueba de ello es que, antes de cada concierto, brindas con tu banda y gritáis que "nunca es una noche más"…
Para nosotros no hay plazas de primera o de segunda, es lo mismo tocar una noche en Onda que dos en Madrid. Lo afrontamos igual antes de subir. Decía Woody Allen que hay que vivir cada día de tu vida como si fuera el último porque un día acertarás, pues lo de nuestros conciertos es un poco así. No damos por hecho que siempre va a haber conciertos. Es nuestra manera de vivir. Somos muy pasionales y nos tomamos muy enserio nuestro trabajo. Vivimos cada día como si fuera el último y disfrutamos de cada concierto como tal.
Eres bastante joven a pesar de llevar tantos años en el mundo de la música. ¿Hasta cuándo te veremos en acción?
Mientras tenga ilusión, seguiré. Lo bueno es que no considero que esté acomodado. A veces, ves a gente que lleva muchos años y notas cierta apatía en sus conciertos o en sus discos. Lo que más miedo me daría es el perder esa inquietud, el no complicarme la vida. Sin embargo, siempre estamos de un lado para otro y siempre voy buscando algo que me inquiete. Esto no sé hasta donde va a llegar, pero si que quiero que todo lo que haga tenga un sello personal y un mínimo de calidad. Sí puedo decirte que a día de hoy me queda cuerda para rato.