MURCIA (EFE). La artista multidisciplinar Victoria Civera, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, inaugura esta semana la temporada 2025 en la Sala Verónicas de Murcia con la exposición Ciclo Vital, que agrupa obras de toda su trayectoria, desde los años 90 a piezas creadas para esta muestra, con las que plantea una reflexión sobre el discurrir de la vida y la figura de la mujer. Civera (Valencia, 1955) ha explicado este miércoles durante la presentación de la exposición que todas las obras seleccionadas tienen en común que han formado parte de su círculo vital a pesar de estar elaboradas en diferentes etapas de su vida, lo que la llevó a reflexionar sobre la “globalización” en la que convergen sus trabajos.

Una buena muestra de ello es la instalación que ocupa la nave central de esta antigua iglesia barroca desacralizada, “El trance de las tijeras”, que arranca, según ha explicado la artista, con un pequeño texto escrito antes de comenzar a trabajar la obra y en el que se retrotrae a su infancia para reflexionar sobre la “relación de nosotros mismos con la continuidad”.

Esta primera parte da paso a un sudario cosido con mantas de uso militar en el que se reflejan los insultos sufridos por las mujeres en el marco de la lucha feminista, tras el que se ubica un espejo que representa el “gineceo continuo en el que estamos reflejadas”. La instalación se cierra con una representación de lo femenino basada en un dibujo elaborado por mujeres nepalíes.

La mujer, su niñez y la maternidad son tres constantes de esta muestra, en la que se incluye también la que fue la primera instalación escultórica realizada por la artista, en los años 90, y que representa una habitación que es a la vez una “rampa inestable” por la que la propia Civera transitó durante su niñez, cuando comenzó a pintar tras sufrir una grave enfermedad. Otra constante que se repite en la muestra son las formas circulares que, ha explicado, relaciona con los sentidos y los “agujeros” que acompañan a todos ellos: “los agujeros de los ojos, los agujeros en la nariz, en la vagina”, ha indicado.

La relación con la vagina y el útero están muy presentes en varias de las pinturas, que aluden a la maternidad, así como en una instalación sonora obre el “sonido mudo interior que llevamos todas dentro cuando estamos embarazadas”.

Y los elementos circulares protagonizan también las piezas expuestas en la zona del coro bajo de la sala, tras la reja de la antigua clausura, que han sido elaboradas para esta exposición a partir de un vídeo que se comenzó a grabar en 2021 en el Metropolitan de Nueva York y el Prado de Madrid para poner en valor el papel de las modelos de los pintores y “reflejar las miradas de las mujeres que no tienen nombre”, ha indicado.

También para esta muestra se ha creado una pieza de mobiliario, Sofá Land, que da continuidad a otra obra de Civera, Sofá Moon, y que está concebida para que los visitantes puedan usarla como asiento para ver otro de los vídeos que se proyectan en la sala, que mezcla imágenes de una nevada en el municipio cántabro de Saro con una noticia de televisión sobre distintas guerras.

La muestra está comisariada por Juan Bautista Peiró, que ha explicado que se ha tratado de aprovechar el imponente espacio de esta antigua iglesia para conjugarlo con las obras, creando un diálogo con las mismas y buscando el juego de la polaridad entre lo espiritual de la sala y la creatividad en torno a la mujer de la artista para distribuir las piezas por el espacio.

La muestra se inaugura oficialmente este jueves 20 de febrero (20.00 horas) y se podrá visitar hasta el 27 de abril de manera gratuita en su horario habitual, de martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 21 horas, y los domingos y festivos solo en horario de mañana.