No hace mucho, por la calle, una visitante sueca le preguntó dónde estaba la 'parte vieja' de Murcia a Jose Miguel Rubio Polo. Este funcionario de la CARM, abogado de formación y amante de la literatura, la historia y la arquitectura, se vio en un aprieto a la hora de responder, ya que -según señala- "no hay una ciudad antigua en su conjunto, sino que todo está mezclado, viejo y nuevo. Salvo las iglesias del siglo XVIII, el Casino y el Palacio Episcopal, apenas si se conservan unas pocas fachadas en Murcia, o algunos edificios vaciados". No en vano, este curioso caminante -de los que mira para arriba y no deja de sorprenderse con lo que descubre- acaba de publicar un libro titulado La Murcia destruida, en el que a lo largo de 563 páginas ofrece un paseo guiado por una ciudad que fue y ya no es, con centenares de imágenes, muchas inéditas o casi, y decenas de edificios desconocidos.

"Yo siempre digo que Murcia podría haber sido una pequeña Praga o una pequeña París o una mezcla de ambas", señala José Miguel Rubio, quien durante años ha recopilado miles de fotos. En esta publicación 'viva' -ya que no va a dejar de actualizarla con nuevos descubrimientos- ofrece "un recorrido y una descripción minuciosa barrio a barrio y calle a calle, con imágenes explicadas de más de 200 palacios, mansiones, conventos e iglesias y otros monumentos destruidos de una Murcia que ya no existe". "Se trata de imágenes e informaciones, muchas de las cuales no han sido vistas ni leídas por nadie o casi nadie vivo. Antiguas fotografías, cuadros, dibujos y grabados de lo que se perdió y ya no se puede ver en la realidad. Documentación y explicaciones que debieran ser conocidas por los murcianos para su disfrute, para su toma de conciencia y para impedir que se siga derribando el escaso patrimonio conservado", enumera el autor. 

Este libro es fruto de esta curiosidad que José Miguel Rubio ha demostrado siempre hacia la ciudad a la que llegó muy joven y en la que solo veía edificios de los años 60 y 70 y 80, preguntándose dónde estarían los otros, los antiguos. Y es que "a diferencia de la mayoría de ciudades españolas y de otros países europeos, no existe en Murcia un casco antiguo preservado como tal, sino que todo lo 'nuevo' se ha ido construyendo sobre lo viejo. Y esta es la tragedia de nuestra ciudad, donde al menos el 90% de las bellezas histórico-artísticas que existieron fueron destruidas, sobre todo en el siglo XX entre 1930 y 1982, pero singularmente en torno a los años 70, casi en la época de la transición política. Y siguen siendo destruidas. Es indiferente que figurasen en guías monumentales, en inventarios nacionales del patrimonio arquitectónico de interés, que hubieran sido alabados por personajes insignes, que fuesen declaradas monumentos históricos artísticos, que figuren en catálogos de protección", escribe el autor en el prólogo de la obra.

José Miguel Rubio achaca que Murcia haya perdido tan rico patrimonio a la ignorancia o la falta de sensibilidad histórico artística, pero "sobre todo yo creo que ha sido, como casi todas las cosas, por afán de lucro, porque el que derribaba ganaba mucho y el que construía también". "Murcia pudiera haber tenido un precioso casco antiguo monumental, fuente de deleite y de riqueza, pero apenas si tiene una exigua ruta turística, de pequeñas salpicaduras discontinuas. Se ha derribado todo prácticamente, excepto las iglesias", añade.

Descripciones e historias

Fue hace años que Rubio comenzó a coleccionar "de manera un poco caótica" imágenes de la Murcia antigua en su página web en Pinterest, pero temeroso de que algún día pudieran perderse en Internet decidió publicar un libro con una selección de ellas, siendo este un trabajo que le ha llevado dos años. "Inicialmente, empecé con mil páginas y he ido recortando. Porque fotografía hay miles y siempre descubres que hay más". El libro también incluye una pequeña referencia y reseña de la mayoría de edificios antiguos que aún existen en Murcia.

"Yo creo que he consultado todas las publicaciones que existen sobre la Murcia antigua. Y he recorrido archivos, desde el municipal y el regional hasta el del Ministerio de Cultura, donde encontré una colección medio escondida", cuenta el autor de La Murcia destruida, a quien le resulta difícil destacar algún caso especialmente sangrante ("son tantos"). Señala, como ejemplo, los más conocidos, que siendo monumentos nacionales fueron destruidos, como es el caso del Palacio del Contraste o los Baños Árabes. "Hoy en día uno se sorprende porque para hacer la Gran Vía derribaron media ciudad, tres conventos, un montón de palacios y una cantidad de edificios increíbles".

El libro se puede adquirir en Amazon. "Lo he autopublicado de una manera un poco peculiar, de tal manera que el comprador adquiere el libro y lo imprime bajo demanda, lo que me permite ir actualizándolo", explica José Miguel Rubio, quien apunta como ejemplo de este labor continua que "el sábado pasado descubrí un edificio que se conserva y que había sido de una señora condesa".

"Yo creo que esta es la guía más perfecta y más completa que ha salido hasta ahora sobre el patrimonio destruido de Murcia", comenta el autor, quien no solo ofrece descripciones de los edificios, también de su uso, a quién pertenecía, quién vivió allí o qué historias albergaron. Muchos pertenecieron a familias nobles, que se fueron a Madrid en los siglos XIX y XX y fueron los primeros en vender sus palacios.

"Tan sólo muestro y cuento, como modesto conocedor aficionado a todas estas cosas", asegura José Miguel Rubio, que espera que su libro sirva para que no se repitan hechos pasados y para mostrar una ruta monumental histórico artística de lo que en Murcia existió.