Este lunes vuelve el talent show más famoso de la televisión en España. Operación Triunfo 2025 abrirá de nuevo sus puertas (22 h, Prime Video) y lo hará con nuevo jurado. OT 2025 contará en esta ocasión con Leire Martínez (ex vocalista de La Oreja de Van Gogh), Abraham Mateo, Guille Milkyway (que vuelve al programa tras su paso como profesore de 'Cultura musical') y Cris Regatero (que repite como jurado) para evaluar las actuaciones de los concursantes en cada gala e intentar, en la media de lo posible, que sus críticas sean lo más constructivas posibles para ayudarles en su desarrollo musical y artístico.
Tanto Leire como Abraham, habéis estado viviendo en televisión, Guille y Cris, conocéis el formato a la perfección. ¿Le dais muchas vueltas a cómo os vais a dirigir a los concursantes? Los cuatro sabéis lo que se siente cuando comentan una actuación tuya, que es algo muy personal.
Guille Milkyway. Yo creo que hay una cosa antes de todo, que es que eso es cierto, pero cualquiera que concursa en OT sabe el formato que es. O sea, claramente es un concurso televisivo y es aprovechar también ese concurso televisivo y esa formación que te están abriendo unas puertas para que además te puedas llevar muchas cosas que te puedan servir, que sean relevantes para tu carrera. Pero yo creo que hay mucha conciencia también por parte de los concursantes de que esto funciona de esta manera y que tú cada lunes tendrás una gala y en esa gala se va a opinar sobre lo que tú haces, porque obviamente es la razón de ser de todo.
Entonces, es claramente la forma con la que se hace y que además a través de ese juicio, más que el dedo arriba o abajo, tú lo vayas acompañando de cosas y de caminos y de elementos que ellos puedan utilizar para su carrera, para su formación. Ya no solo para las galas, sino que si se pueden quedar con cosas que nosotros vayamos diciendo para siempre, pues eso es algo que tendrán ganado.
Y eso yo creo que ha cambiado la televisión mucho, porque antes los jurados querían jugar al titular de la crudeza, pero ahora queremos gente que argumente.
G. M. Estamos de acuerdo. Está penalizado, creo también, por cierta parte de la audiencia, no por todo el mundo, pero yo creo que hay mucha gente que en su casa ya hace ese papel del jurado arriba y abajo y que yo creo que eso, como formato, cada vez está más penalizado. Como igual de penalizado está a veces que todo esté súper editado, es como que esa cosa más fresca va a favor y también esa cosa de un contenido más allá del momento televisivo, que lo sabrá inevitablemente.
Cris Regatero. A veces parece que es lo que se espera, pero yo creo mucho más en una espontaneidad y en otra televisión.
Leire Martínez. Y afortunadamente yo creo que la salud mental está mucho más en la superficie. Quiero decir, el concepto, la concienciación sobre esta salud mental y en el mundo artístico, yo creo que es un mundo muy vulnerable porque al final estás mostrándote de una forma. Además, que esto no es orgánico, no es natural. Cámaras, focos, tal, quiero decir, entonces la posición de vulnerabilidad es mucho mayor, por lo cual hay que tener cuidado también.
G. M. Sí, porque además creo que se ha borrado ya de la mente de todos, yo creo que el elemento de entretenimiento o la diversión esté en ese tipo de cosas.
L. M. El circo romano.
G. M. A ver cómo raja. Yo creo que eso quizá en algún momento fue así, pero creo que ya no es así. De hecho, la generación del 17 ya misma, desde OT17, quedó muy claro que ni siquiera las interacciones entre ellos en la academia, ni siquiera la manera en la que el jurado atendía a las actuaciones era ya muy parecida a la que había sido 10 años antes.
De hecho, tú comentabas antes que ver OT de las primeras ediciones a lo mejor a algunos de nosotros nos resulta, aunque lo hubiésemos visto en su momento, hoy en día nos resultaría un poco duro.
L. M. Muy violento. Sí, muy violento.
G. M. Y creo que está guay que hemos tirado para adelante y que eso no es más aburrido porque eso no pasa.
Creo que el programa en eso se ha adaptado muy bien a cada tiempo. En el 2001 era un retrato social de esas generaciones como cambiaban, luego en 2017, por supuesto. ¿Qué puede aportar el programa en esta generación que vivimos ahora, que igual estamos muy polarizados y necesitamos la inspiración de la música de otra forma rato?
Abraham Mateo. Bueno, yo creo que estamos en un tiempo además donde la música es tan impredecible, ¿verdad? Funcionan tantas cosas tan diferentes que yo creo que al final lo más importante es que ellos hagan lo que les gusta, o sea, animarlos a que se encuentren a sí mismos personalmente, que encuentren su personalidad. Y también yo tengo pensado hacer un ejercicio en esta edición de decir las cosas de la forma en la que me gustaría que me lo dijeran a mí para que así ellos obviamente puedan llegar a eso, ¿no?
Llegar a encontrarse para así abrirles camino y todo, y que esta edición sirva para eso, para uno hacer lo que quiera, lo que le guste, y estamos en un tiempo donde además creo que se permite, ¿no?
G. M. Y luego hay una cierta, esa polarización que sucede a veces en redes, ¿no? Por ejemplo, ya comentamos, también a veces tendemos a pensar que eso es el grueso de la audiencia. Y para nada, de hecho, es una parte minoritaria que a lo mejor hace mucho ruido, que es imprescindible también, o sea, que es parte también de todo, pero que hay muchísima gente que está viendo el programa en casa como un programa puro de entretenimiento, de evasión del día a día, de los problemas diarios, de esa polarización aparente que hay en el media y que lo ven como un oasis también, ¿no? Y eso a través de la música.
Bueno, un ejemplo es Tu cara me suena, también de la misma productora, ¿no? Que es el programa más viejo, tiene mucha audiencia y no tiene nada de conflicto.
L. M. Claramente yo creo que las personas que formamos parte de esta industria audiovisual, desde el momento en el que pasa a ser, hay una exposición y hay una difusión de lo que se hace y se dice, tenemos una responsabilidad con el contenido de lo que difundimos. Entonces, si realmente abogamos por un mundo mejor y todas estas cosas, que sea real, que no quede solo en un discurso, sino que... Sí, y que además es que solo así pueden cambiar, desde dentro y siendo parte activa de ello.
C. R. Y que el lenguaje cambia conciencia. Y la manera en la que lo hacemos también. Y tiene que estar reflejado, ¿no?
Leire, quería centrarme una pregunta en ti. Has vivido un año muy ajetreado. ¿Tuviste que pensar mucho en aceptar la oferta de participar en Operación Triunfo? Es un programa que expone mucho
L. M. A ver, afortunadamente hace mucho que hice un ejercicio en el que distingo mucho cuál es mi parte personal, anónima y tal. Y ahí tengo toda la calma que yo quiero. Entonces, esta es una parte profesional, además una parte profesional con exposición, que eso lo cambia también todo.
Para mí esto es un regalo. El hecho de que alguien te ofrezca un proyecto al menos es de mi perspectiva, en el que creo que me gusta, en el que me siento muy identificada, para mí poder estar es un regalo. Es un regalo. Y creo que andar negando trabajos y oportunidades... Vamos, no me veo ahí. Estoy encantada de poder estar.
¿Cuál es el momento que más ansias tenéis? ¿Qué momento creéis que os vais a disfrutar más?
L. M. Yo creo que ahora mismo estamos como de subidón, con toda la ilusión y todas las ganas puestas en el proyecto. Como locos por entrar en la Academia, porque vamos a ir a visitarla, vamos a estar allí. También como locos por conocer a ellos, a todos ellos, los que van a ser los realmente protagonistas.
No nos olvidemos. Y luego, pues como en todo, en estos procesos, pues va a haber momentos donde nos vamos a ir cansando, ellos se van a ir cansando, de pronto va a haber momentos de crisis, momentos otra vez de subidón, y de cara al final, pues nos dará mucha pena que se acabe.
C. R. Pero lo más bonito es, para mí, yo creo que es el principio de todo. Cuando no los conoces, y luego llegas al final y ves toda la evolución, ese arco que han hecho, que en realidad es de lo que va este programa, de crecimiento. Es lo que engancha a la gente, ver cómo un artista empieza de, no sé, algo súper embrionario y termina siendo alguien que se sube al escenario de una manera brutal, ¿no? Es lo guay.
¿Habrá actuación de Leire y Abraham con esa canción que acaba de salir?
L. M. Abraham, ¿tú quieres que haya una actuación?
A. M. Yo, yo por mí, me ha encantado.
L. M. Tinet, si nos estás escuchando, queremos una…(risas). Lo necesitamos, lo necesitamos. No, claro, seguro que habrá música y que pisaremos el escenario. Yo quiero cruzar la pasarela. ¡Vamos! He venido para algo. Me dijeron que no una vez, pero ahora no me sacan.