CARTAGENA. El cartagenero Francisco Solana es un explorador -"un culo inquieto", dice él-, que siempre anda buscando diferentes formas de canalizar una creatividad y una energía que no le dejan estarse quieto. Es lo que le ha llevado a convertirse en un pintor reconocido -con más de 40 exposiciones en distintos países- y a protagonizar peripecias como la de llegar al Polo Sur a vela, cruzar el Atlántico en la réplica de una carabela del siglo XV, navegar por mares de medio mundo o crear un canal de cocina (Chef Pacuco). Y si bien es el mar lo que más le tira a este 'patrón' de barco, por si acaso también es piloto privado de avión (que nunca se sabe). Por si fuera poco, ahora, Pacuco Solana -que es como le conocen muchos en Cartagena- tiene una nueva aventura entre manos: le ha picado el gusanillo de la escritura y este jueves 19 de junio presenta su primera novela, titulada El Carnaval del Juglar, en la Fundación Cajamucia en Cartagena (Casa Pedreño), en un acto que comenzará a las 19.00 horas y en el que estará arropado por José Ángel Cerón, Serafín Piñeiro y Diego Meca. Pero que nadie busque el nombre de Francisco Solana a la hora de comprar en Amazon este thriller histórico publicado por Círculo Rojo, porque está firmado con el pseudónimo Eugène A. Sloan, con el que el autor rinde un bonito homenaje a su madre (Eugenia) y juega con las letras de su apellido.

Lo de escribir no es nuevo para Francico Solana, que durante bastante tiempo tuvo una columna en prensa que le salía "más barato que ir al psiquiatra" y con la que descubrió que lo importante era cómo llegar a la gente. Incluso llegó a abordar algunos capítulos de la novela que presenta este jueves, pero lo abandonó porque entonces no se creyó capaz. No fue hasta un grave accidente de moto que sufrió hace un año y medio -que le obligó a estar casi seis meses de baja- que no se alinearon los planetas para que El Carnaval del Juglar empezara a tomar forma. "Estaba postrado, con la mano derecha útil y con un iPad, así que había que ponerse crear", comenta.

Además, y puede que lo más importante, tenía una historia que contar, con personajes ficticios, hechos reales y escenarios del mundo que él ha conocido en sus viajes, como Alemania, Holanda, Sudáfrica..., además de Cartagena, que también aparece en esta novela que narra cómo en la Noche de los Cristales Rotos nacen en Múnich los mellizos Ariel y Helmut Braun, hijos de un relevante empresario alemán y una mujer de origen judío. En ese mismo escenario, y en una familia de la clase trabajadora muniquesa, crece Bastian Weber, de diez años, con problemas de adaptación social y con todo a favor para que se convierta en un psicópata. Estas tres personas tendrán vidas paralelas, que se irán entrecruzando y al final se encontrarán.

Navengando entre letras

"Me lo he pasado bomba", asegura Francisco Solana ejerciendo de Eugène A. Sloan. Explica que ha buscado la inspiración "mirando lo que tengo por dentro y preguntándome qué busco yo y qué quiero transmitir". En ese sentido, el artista y escritor considera que ese entusiasmo que ha experimentado contando esta historia "se contagiará de alguna forma al lector". En cualquier caso, "no busco nada más, simplemente el haber creado una novela que pienso que es interesante y el poder compartirla con algunas personas". Para ello, además, se lanzó a una piscina que no sabía si iba a tener agua y la autoeditó con Círculo Rojo (por cierto, la novela va escalando puestos rápidamente en Amazon)

Puede que con el tiempo, el autor hable con alguna librería para la venta física de El Carnaval del Juglar, pero de momento Pacuco bromea diciendo que "llevo muy poco tiempo de escritor" y está dando los primeros pasos. Lo que tiene claro es que esta historia "divertida y en la que los lectores encontrarán entre líneas temas muy curiosos", no va a ser la única. De hecho, ya lleva bastante avanzada la que será su segunda novela, que versará sobre la historia del El Audaz, protagonizada por una psicóloga argentina y dos cartageneros, un sacerdote castrense que nació en el Barrio de la Concepción y un comandante natural de Santa Lucía.

Lo cierto es que la vida de Francisco Solana daría para varias novelas, pero él cree que "eso no le interesaría a nadie". En cambio, "sí aprovecho los lugares que he conocido, que han sido muchos, así como las experiencias y lo que me han transmitido para crear una ficción en la que los personajes cojan aire y velocidad", explica este explorador, que ahora navega entre letras.