Después de acoger a miles de personas durante cuatro intensos días de Rock Imperium, sumados a los cerca de 40.000 espectadores que acudieron a los conciertos de Cartagena Suena con Arde Bogotá como plato fuerte, la pradera situada en la cuesta del Batel ha quedado, literalmente, exhausta. Y es que entre el trasiego de escenarios, montajes, desmontajes, pruebas de sonido y saltos de euforia... el césped lo ha dado todo. Ahora le toca descansar y recuperarse.
El lunes 14 de julio arrancarán los trabajos de renovación y resiembra de la zona verde, una actuación coordinada por el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento y ejecutada por la empresa concesionaria Actúa Parques y Jardines.
No será una operación rápida, pero sí cuidadosa. Se empezará con el escarificado, una técnica que elimina el césped muerto y permite que el nuevo brote respire mejor. Luego vendrán el aireado del terreno y la nueva siembra. Todo el proceso durará entre tres y cuatro días, aunque el área permanecerá cerrada al público durante unas tres semanas.
Se colocarán vallas de protección, sobre todo en las zonas más castigadas por el paso de personas y maquinaria. El objetivo es claro: evitar que se vuelva a pisar antes de tiempo y que el verde pueda renacer con fuerza.
Lo previsto, si el tiempo acompaña, es que en unos 25 días la pradera recupere su aspecto habitual. O al menos algo muy parecido, porque cada festival deja huella, aunque no siempre sea visible.
Estas actuaciones son necesarias si queremos compatibilizar el uso festivo del espacio con su conservación, apuntan desde el Ayuntamiento. Además, cabe destacar que el coste de la recuperación no saldrá del bolsillo de los vecinos, ya que será asumido por los organizadores de los eventos.