La subida de cuotas en el puerto deportivo de Cartagena ha levantado ampollas entre los armadores. Argumentan que el Real Club de Regatas, quien ostenta la concesión de la Autoridad Portuaria para explotar el puerto, quiere subir las cuotas para excluirlos del mismo y llenarlo de barcos de lujo. Algo que rechazan frontalmente desde el Real Club de Regatas, que explican que esta subida es inevitable para ser rentables. “De lo contrario, no podría mantenerse el puerto”, señalan. Las posturas están muy alejadas y no tienen visos de llegar a un acuerdo.

“Estamos pendientes de juicio para hacer cumplir la concesión. “Nos han subido la tarifa de gestión directa un 300%. La única forma de cuadrar las cuentas es echarnos y llenarlo de barcos de lujo. Además, a los socios del club les hacen un descuento y eso no tendría que ser así, porque es un puerto público. Ellos solo tienen la concesión, pero es terreno de la autoridad portuaria”, argumentan los armadores. Señalan que en varias denuncias presentadas anteriormente les dieron la razón. La asociación de armeros tiene pendiente una reunión para explicar a sus afiliados los pasos que se darán próximamente. “Si la situación persiste, llevaremos a cabo manifestaciones para luchar por nuestros derechos”, apuntan.

Desde el Real Club de Regatas de Cartagena (RCRC) señalan que esta subida se ha tenido que hacer en todas las áreas del club porque el canon se ha triplicado. “La tarifa antigua era un 60% más barata que cualquier otro puerto de la zona. Llega un momento en que es inviable. Ahora nos tienen que renovar la concesión y tenemos que acometer obras que estarán cerca de los dos millones de euros de coste. Por un barco de 6 o 7 metros están pagando 143 euros al mes. Es un precio ridículo. Son precios fuera de mercado”, señalan por su parte desde el RCRC. “No entendemos las razones de la Autoridad Portuaria para no ir aplicando las subidas. Con todo, seguimos siendo uno de los puertos más baratos de España”.

Desde el Real Club de Regatas de Cartagena apuntan que muchos puertos de la zona son notablemente más caros que el de Cartagena, incluso con la subida que se va a acometer próximamente. “No pueden pretender que los socios del RCRC les paguen a ellos las reformas. El punto de amarre lleva sin subir de precio desde 2007. Si se hubiera ido subiendo conforme al IPC no habría tanto revuelo. Ahora se llevan las manos a la cabeza, pero no piensan que hayan estado pagando, durante muchos años, un precio muy por debajo de mercado”, explican desde el RCRC. “Quieren tener un puerto de primera, en la misma ciudad, sin pagar por ello”.