La Mar de Músicas celebra este mes de julio su edición número 30 convertido en uno de los festivales referente del panorama de la Región y del conjunto de España. Como dice su director, Eugenio González, “somos un rara avis”. “La venta de entradas va muy bien, hay ya varios conciertos como el de hoy de Natalia Lafourcade, el de Valeria Castro, Guitarricadelafuente…ya agotados. No sé si llegaremos al de 2023, que fue nuestro mejor año, pero vamos a estar cerca”, señala orgulloso Eugenio. “Cada vez que termina una nueva edición digo que hemos vuelto a hacer un milagro”.

En unos tiempos donde la mayoría de los festivales son explotados por empresas privadas, el Ayuntamiento de Cartagena mantiene su esencia de ofrecer a la ciudad durante 8 días un cartel muy potente a precios populares. “No nos gusta mucho mirar al pasado ni miramos que pasó hace 25 años, pero si hay en esta edición guiños a artistas de nuestra historia y mantener así nuestra esencia, como Salif Keita, que vuelve tras recibir el premio La Mar de Músicas en 2019. También traemos gente nueva como Conociendo Rusia, que están teniendo mucho éxito en Argentina, les señalan como los herederos de Fito Páez, y aquí están empezando…Lo que garantizamos es que se mantiene la esencia del festival”, apunta el director de La Mar de Músicas.

Con todo, el festival sigue manteniendo su poder de escaparate para muchos artistas. “Casi todos los que suenan son de los últimos años. Ahora miramos más a España porque vivimos un momento muy dulce de la música que reivindica las raíces, porque conecta mucho con la esencia del festival”, señala. Un ejemplo, entre otros muchos, son los de Natalia Lafourcade y Valeria Castro, mostrando la pureza de la música mexicana, por un lado, y la música canaria por otro.

Señalado la calidad cultural del festival, otro importante elemento que enriquece al festival es su poder dinamizador de la vida social y cultural de la ciudad. Durante los 8 días que dura el festival, la ciudad vive una actividad de la que se aprovechan comercios y hosteleros. “El festival nace en el 95 de la mano de Paco Martín y Jose Luis Cegarra para animar a la ciudad en un año de una fuerte crisis económica. Empezaron con 5 o 6 conciertos y, si congregaban a 300 personas, era una fiesta. Todo en una época en la que no había muchos festivales. Ahora hay cerca de 1.200 al año en España”, señala Eugenio. “La Mar de Músicas sigue siendo un revulsivo. Según la Fundación Contemporánea, estamos entre los 100 eventos más importantes de España a nivel cultural. Estar en esa lista haciéndolo desde la periferia, desde lo público, con funcionarios, es un orgullo. Somos una ‘rara avis’ porque muchos Ayuntamientos, ante lo complicado que es, terminan sacando a concurso el festival”.

Si el público sigue siendo el gran motor del festival, llenando muchos de los conciertos que se celebran, el cariño de los propios artistas también está muy presente. “Muchos nos dicen que repetimos mucho, pero es que no nos gusta usar a los artistas como clínex. Muchos son nuestros y así los cuidamos. Silvia Pérez Cruz viene cada dos años o así. Siempre dice que cuidemos esto. Y en el caso de Valeria Castro, fue ella la que pidió venir este año. Al tocar en Murcia a finales de mayo, no era muy partidario de traer un artista que había tocado en la Región recientemente, pero nos mandó un mensaje pidiendo venir porque este es su festival favorito y aquí estará. Que además estos artistas conozcan la ciudad a través del festival es algo maravilloso”, señala Eugenio. Larga vida a La Mar de Músicas.