La paciencia de los vecinos de Los Mateos tiene un límite, y lo han hecho saber públicamente. A través de sus redes sociales, la Asociación de Vecinos del barrio ha denunciado el estado lamentable de varias paradas de autobús y los fallos constantes en el servicio de transporte público que conecta la zona con Cartagena.

“Esta es una de las maravillosas paradas que tenemos en el barrio”, escriben, acompañando el mensaje con una foto de un banco de azulejos diseñado por la ADLE durante un curso de empleo. Pero lo que debería ser un lugar de descanso y espera se ha convertido, según los vecinos, en una trampa para el que se siente: matorrales que llegan hasta la cabeza, bichos, ni una sombra, y todo esto a más de 30 grados.

La denuncia no se queda ahí. El verdadero problema, afirman, es que los autobuses no cumplen los horarios. El primero debería pasar a las 8:30, pero a menudo llega tarde… o directamente no pasa. “Deja tirados a niños que llegan tarde a colegios e institutos”, lamentan. A veces, aseguran, el barrio puede estar hasta dos horas sin conexión con Cartagena.

Y la situación se repite en otras paradas del barrio, como la de la calle Trinidad, el Puente Monpeán o la calle Estanco. Apenas una señal al sol, sin marquesinas, sin bancos, sin ningún tipo de resguardo frente al calor o la lluvia.

“Dime si hay derecho a que nuestros vecinos y niños tengan que aguantar esto”, se preguntan con indignación. La publicación, cargada de impotencia, concluye con un mensaje que resume el sentir del barrio: “Nos marginan, ya lo creemos. Totalmente.”