La movilización del suelo privado en el casco histórico de Cartagena sigue su curso dentro de la Estrategia Municipal de Vivienda, y la verdad es que los próximos pasos prometen dinamizar la ciudad de manera tangible. Este mes de septiembre, el Ayuntamiento pondrá en subasta los solares que aún no cuentan con licencia solicitada o cuya autorización ha caducado.

Este procedimiento de edificación forzosa no solo busca acelerar la construcción de nuevas viviendas, sino que también podría desbloquear terrenos donde las obras permanecen paralizadas por desacuerdos entre propietarios.

La alcaldesa, Noelia Arroyo, detalló que la primera tanda de subastas incluirá los solares que ya fueron notificados previamente por la Consejería de Urbanismo y la Sociedad Casco Antiguo. “Las primeras notificaciones fueron 41, y de esos solares los promotores solicitaron licencias para construir 221 viviendas y 97 plazas en residencias. Ahora, aproximadamente una veintena de solares más se preparan para salir a subasta durante este mes”, señaló Arroyo, junto al concejal de Urbanismo, Diego Ortega, y otros responsables municipales.

El proceso está siendo coordinado por varios departamentos del Ayuntamiento, desde Urbanismo hasta Contratación y la Gerencia, y se publicará en el perfil del contratante para garantizar transparencia y agilidad. Además, una segunda tanda de notificaciones, dirigida a otros 40 propietarios, ya ha comenzado, reforzando la aplicación de la normativa de la Ley del Suelo en el casco antiguo.

Y es que, en paralelo, se está actualizando el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico, vigente desde 2005. “Veinte años son mucho tiempo”, comenta la alcaldesa. “Queremos activar y dinamizar el centro, respetando nuestro patrimonio arquitectónico, y movilizar suelo tanto para nuevas viviendas como para proyectos que estaban pendientes de impulso en el casco antiguo”.

En otras palabras, mientras se reforma el plan, se aplican las normas que obligan a los propietarios privados a tramitar licencias y poner en marcha sus proyectos. El resultado esperado es un casco histórico más vivo y lleno de oportunidades, donde las viviendas y espacios rehabilitados se conviertan en un motor de actividad para la ciudad.