MURCIA. Ningún año ha sido más intenso, inesperado y explosivo que el 2021 para la historia política de la Región de Murcia. Esos son los adjetivos en términos de impacto informativo, porque las conclusiones estrictamente políticas van por barrios: de las "chapuzas, traiciones y engaños" que dicen sufrir unos a los epítetos de "pérdida de calidad democrática, actos de transfuguismo y año catastrófico" que esgrimen otros. Lo cierto es que la agenda regional llegó a marcar el ritmo de la política nacional: nunca se puede subestimar el aleteo de una mariposa de Murcia. Mucho ha cambiado en doce meses: de un Ejecutivo de coalición de PP y Cs que sudaba tinta para cerrar acuerdos a un Gobierno de los ex que goza de una mayoría absoluta de facto. Tanto ha variado el panorama que incluso voló por los aires el gran éxito de la pasada legislatura: el consenso para reformar el Estatuto del Autonomía.
1. Dimite Villegas
Con Villegas empezó todo. Era enero y el consejero de Salud, uno de los miembros más valorados del Gobierno, el mismo que pilotó la respuesta de la Región a la pandemia del coronavirus, renunciaba tras conocerse el escándalo de su vacunación. Después de resistirse en las primeras horas, con una intervención en la Asamblea en la que alegaba haber hecho lo correcto -se negaba a reconocer que se había saltado el protocolo para vacunarse-, Manuel Villegas cedió ante el clamor político y presentaba su dimisión. La posición de Ciudadanos fue clave: el partido naranja, entonces socio del PP, no transigió con el escándalo y forzó la salida del responsable de Salud. Miras no tuvo más remedio que aceptar la renuncia de su consejero: "Es probablemente la comparecencia más difícil que doy en lo político y en lo personal", admitía el presidente. Aquello marcó un antes y un después en las relaciones entre populares y naranjas. La cúpula de Salud, que también se vacunó antes de tiempo, acabó dimitiendo y toda España conocía el caso llamado 'vacunagate'.