ALICANTE. Emilio Ontiveros Baeza (Ciudad Real, 1948), presidente de Analistas Financieros Internacionales, participará en los próximos días en un encuentro para abordar las perspectivas del Mediterráneo. Antes, ha mantenido una charla con Plaza para hablar de la reconstrucción económica, de cómo debe ser la salida de la crisis y cómo afectará al turismo
-¿Esta crisis nadie la esperaba, verdad?
-Nadie la esperaba porque, entre otras cosas porque el origen de esta crisis no se esperaba. Es la primera gran crisis en la historia de la humanidad que no tiene origen económico. Lo novedoso de esta crisis es que son decisiones sobrevenidas por una pandemia, y el resultado es una recesión sin precedentes, sobre todo en el trimestre actual, que va a arrastrar a todas las economías importantes del mundo, a tasas de variación negativa del crecimiento en todo el año 2020.
-¿Tú crees que esta crisis inesperada va a resolver las reformas que se quedaron pendientes de la anterior?
- Todas no, pero algunas algunas sí. Lo que hace esta crisis es advertir la vulnerabilidad de las economías. Advertir del alto grado de interdependencia internacional. Por lo tanto, esta crisis debería contribuir a tomar buena nota, a escarmentar en algunos aspectos. Por ejemplo, en la globalización hay que gobernarla; que la coordinación entre gobiernos es necesaria para evitar problemas económicos transnacionales, pero sobre todo para evitar la extensión de una pandemia. Como hemos visto, la gobernación de la globalización, por ejemplo, es algo que ya quedó en el tintero en la anterior crisis. Tanto quedó en el tintero que la administración americana ha vuelto a cuestionarse la propia calidad de la globalización, y ha vuelto a sugerir aumentos al proteccionismo, acertadas, etc. Hay algunas lecciones que han quedado acentuadas.
"LO QUE HACE ESTA CRISIS ES ADVERTIR LA VULNERABILIDAD DE LAS ECONOMÍAS. ADVERTIR DEL ALTO GRADO DE INTERDEPENDENCIA INTERNACIONAL"
Por ejemplo, es bueno que haya una cierta distribución de la de la renta. No se puede sostener una economía dejando a mucha gente en la cuneta. Esta crisis ha resuelto también algo que se podría dudar hasta hace tiempo y es: "Oiga, el medio ambiente es necesario cuidarlo". Es rentable cuidarlo. Es posible que Europa apruebe un fondo de recuperación que tenga como destino la inversión en transición energética. También acelerar la descarbonización o la mejora del hábitat. Esta crisis ha servido también para poner encima de la mesa la importancia de la economía digital, la importancia de la alfabetización digital, la importancia de que los mayores tengan un grado, digamos, de educación digital, de habilidades que podrán sacarle partido a esas posibilidades de comunicación, de conectividad, etc.. Esta crisis nos ha hecho más vulnerable, nos ha puesto en su sitio a los ciudadanos, a los políticos y desde luego, los economistas.
-¿Quién debe gobernar la globalización si es que la debe gobernar alguien?
-Las agencias multilaterales, como se previó al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando se hizo aquella reunión de Bretton Woods, en 1944, y se dijo: Señores, vamos a no hacernos daño. Y para hacerlo vamos a dotarnos de gobiernos sectoriales de todo el mundo, aunque sea perder algo de soberanía nacional es bueno. Es bueno que haya una Organización Mundial de Comercio, por ejemplo, y que nadie haga la guerra por su cuenta. Es bueno que haya un Fondo Monetario Internacional que supervise la estabilidad financiera, que no haya ningún incendio financiero. Es bueno, como hemos visto, que haya una Organización Mundial de la Salud. Que nos avise de cuáles son los derroteros que está tomando la enfermedad. Es bueno que haya una Unión Europea que obliga a los españoles podamos conjuntar esfuerzos. La gobernación global es la verificación de que un país por sí solo no puede hacer mucho, como está viendo Estados Unidos o incluso China, que son los dos grandes, los dos reyes del mambo actuales. La coordinación y la cooperación es buena, que nos lo digan los españoles, que gracias a que estamos en la Unión Europea no sufrimos más entonces y no estamos sufriendo más. No sufriremos más en esta crisis.
"La gobernación global es la verificación de que un país por sí solo no puede hacer mucho, como está viendo Estados Unidos o incluso China"
-¿ Y esta crisis obliga un poco a planificar la industria doméstica, es decir, hay que mejor reforzar algunos ámbitos en algunos sectores para no tener la dependencia exterior?
-Bueno, hay que reforzarlos para moverse bien en el exterior, no tanto para no depender del exterior. Yo creo que la forma correcta de razonar no es voy a ser más autosuficiente para no comerciar con el exterior. No creo que la forma correcta de razonar es voy a aprovechar esta crisis para no sólo recuperar el crecimiento perdido, sino para reconstruir los fundamentos de una nueva economía, que me permita ser más competitivo; tener un sector turístico con una calidad de la oferta mayor; tener un sector del automóvil competitivo y que sintonice con las exigencias de transición al vehículo eléctrico; tener unas instituciones con mayor calidad, etc. España no puede renunciar a exportar bienes y servicios al resto del mundo por más del 34% de su PIB. España no puede apuntarse al pelotón de los que reclama meterse debajo de la mesa y cerrar la puerta. España tiene que reclamar que se abran las puertas y competir en la escena global mejor. Porque gracias a las exportaciones, y eso lo sabéis bien en la Comunitat Valenciana, gracias a las exportaciones, vivimos mejor. No sólo exportaciones de servicios, no sólo del turismo, las exportaciones de bienes. Que seríade la Comunidad Valenciana, si optamos todos por el proteccionismo.
-Las exportaciones han caído como un picado, pero se han salvado en algunos países del Mediterráneo...
-Moverse en el exterior, competir en el exterior ayuda a mejorar, ayuda a superarse. Por lo tanto, España, Europa lo está haciendo, lejos de defender la involución, la introspección, la vuelta a casa, lo que tiene que defender es reglas de juego limpio en la escena internacional, buen funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio y eso sí, acicates a las empresas para que sean cada día mejores, porque las empresas pueden mejorar. Muchas empresas españolas han mejorado la calidad de quienes la gestiona, han mejorado la calidad de la tecnología que utilizan, han mejorado su internacionalización, etcétera. Todo eso, pero con una tasa de aceleración un poco mayor. Realmente, lo que hay que recuperar el espíritu de modernización de las empresas españolas